Cómo elegir la mejor trazada para ir más rápido
A muchos principiantes y no tan novatos del mountain bike lo que más se les sigue atragantando es el ser capaces de marcar la trazada idónea entre giros y zonas rocosas. Y es que, igual que lo primero que aprende un estudiante de fotografía es a adiestrar su "ojo de fotógrafo", a ser capaz de ver lo que otros no ven y lanzar una mirada diferente al mundo, el abc de cualquier biker debería ser adiestras su "ojo de ciclista". Y es que marcar la mejor trazada es una cuestión técnica en la que se destacan no los más talentosos, sino aquellos capaces de mantener la concentración durante toda la salida.
Cómo marcar la mejor trazada
Hay cuatro cuestiones claves a la hora de marcar la mejor trazada sobre nuestra mountain bike: mantener la cabeza alta, la concentración al 100%, los ojos en movimiento -manteniendo una perspectiva global de lo que tenemos al frente- y ser conscientes de que, en ocasiones, es mejor bajar el ritmo para tomar una decisión antes de meter todo el gas.
Una vez claro eso hay que diferenciar entre marcar la mejor trazada en subida o hacerlo en bajada. En subida hay que intentar mantener la vista más fija, un poco por delante de nuestra rueda delantera, y enfocar nuestra concentración a localizar los espacios entre los obstáculos, no los obstáculos propiamente dichos, que es el acto reflejo instantáneo de nuestro cerebro. Además, es importante sujetar el manillar con suavidad para ganar en capacidad de viraje y reacción.
En bajada la mirada puede enfocarse más lejos, tanto como te permita sentirte cómodo: al ir a velocidades importantes es clave tener una visión panorámica a bastantes metros para estar preparado ante lo que se cruce en nuestro camino. El momento más adecuado para frenar es una zona suave, en la que la bicicleta puede tender a lanzarse en exceso. Como en subida, es importante mantener sujeto el manillar con suavidad, y el equilibrio gana importancia.