Cómo elegir la talla perfecta para la bici de un niño

Quién no recuerda su primera bicicleta. Es un recuerdo imborrable. A menos que la experiencia no fuese la mejor. Bueno, posiblemente eso da igual y el recuerdo sea bueno, pero si, por ejemplo, la bicicleta no era de tu talla, ese recuerdo será de frustración y contrariedad. Porque elegir la talla de una bici para niño no una pregunta que nos hagamos. Hasta que nos toca comprarla.

Cómo elegir una talla de bici para niño

El ciclismo tiene un factor importantísimo de confianza. Confiar en la bicicleta y saber que todo irá bien no es sencillo, sobre todo cuando comienzas. Y un error habitual entre los adultos es no comprar a los menores bicicletas de su tamaño. Y con su tamaño nos referimos a más grandes de lo recomendado, pero también más pequeñas de lo idóneo.

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Por supuesto, en ambas puede ir aprendiendo. Pero la comodidad, el riesgo y, en resumen, la experiencia no serán los mejores. Y es importante empezar con buen pie en el camino de una vida más saludable.

Elegir la talla de una bici de niño no es tan complicado. Sí, seguro que piensas en la economía familiar, en que una bici más grande puede valerle para más tiempo. No te engañes, también se le quedará pequeña.

Algunos consejos para elegir el tamaño de la bici de niño que buscas son los siguientes. En primer lugar, es sencillo ir a una tienda de bicicletas con el tamaño del niño en cuestión. Con su altura basta para orientarte en toda la gama y saber más o menos qué talla le corresponde. Elige siempre al alza, sí, pero sin pasarte. Lo idóneo es que el menor pueda apoyar los pies en el suelo con la mitad delantera de su suela.

Pero no te quedes ahí. Si tienes más medidas, como por ejemplo la del interior de sus piernas, o la de sus brazos, la ayuda podrá ser mayor y mejor. Porque la segunda parte es la regulación, la configuración de la bici: subir el sillín, reducir la potencia, recortar el manillar o ajustar la posición del sillín.

Dependiendo de la bici de niño que elijas, así será la altura

Pero, claro, hay muchos tipos de bicicletas. Aquí te aconsejamos dos: las bicicletas de equilibrio y si pedales; y la primera bicicleta con pedales.

Para la primera, es bueno que el menor apoye casi todo el pie, porque es lo que le va a servir de impulso al no tener pedales. Pero si ya es hora de la bici de niño mayor, con pedales y todo lo demás, lo idóneo es ir subiendo el sillín hasta un apoyo ajustado.

Un consejo muy útil es que jamás uses la edad del niño para elegir una bicicleta. Es un error habitual, sobre todo en compras online donde no se testea antes de comprarla.

También puedes descargar algunas aplicaciones móviles en las que, introduciendo las medidas del menor, te indica los ajustes, sobre todo de la altura del sillín.

Por último, algún que otro consejo más es que no compres la bici de niño más barata. Sí, se le quedará pequeña, pero podrás guardarla para los siguientes o revenderla y recuperar parte de la inversión a cambio de asegurarte una grata experiencia.

Y, por último, piénsate bien lo de los ruedines o ruedecillas. Puede aportar, pero es mejor aprender sin ellos aunque, eso sí, requiere un gran esfuerzo del adulto. Pero esto va de esfuerzos, como montarlo en la tuya propia desde pequeño, para que vaya cogiéndole el gusto. Porque es como aprender a andar, así que acabarás con un dolor de espalda. Pero el niño o la niña con una gran sonrisa cuando vea que mantiene el equilibrio.