Entrevista exclusiva al Triki Beltrán
Manuel Triki Beltrán (Jaén, 1971), es el compendio personificado de dos décadas de ciclismo en España. Corrió para Banesto, Mapei, Festina, US Postal o Liquigas, es decir; junto a Zülle, Heras, Olano, Armstrong, Tonkov y tantos otros. Innumerables grandes vueltas completadas junto a los mayores talentos del momento. También vivió el dopaje de los oscuros años 90 y principios del Siglo XXI. Y, en los últimos 8 años, la etapa dorada del mountain bike, una disciplina en constante evolución.
El Triki Beltrán es el ejemplo prototipo de ciclista que empieza en el ciclismo para abandonar una vida más dura, en el campo, que le curtió en el esfuerzo más agonístico. Hablamos con él, en exclusiva, de todo ello, lo bueno, lo malo y lo que queda por llegar.
¿Por qué decidiste ser ciclista?
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Procedo de una familia en la que si el gato pasaba por allí le ponían a trabajar. El ciclismo fue para mi una vía de escapa, una manera de evitar trabajar en los olivos de mi padre que se convirtió en una pasión.
Tu carrera como ciclista profesional en ruta es más que completa. ¿Le quedó a Triki Beltrán la espina de no haber tenido la oportunidad de ir por libre, de ser siempre gregario?
No. Honestamente pienso que no estaba hecho para eso, me daba mucho respeto y cuando se dio la circunstancia fue cuando peor corrí, con la presión de liderar. Me quedo con el trabajo que hice para mis compañeros y mis equipos.
¿Qué victoria o día sobre la bicicleta recuerdaTriki Beltrán con más cariño?
No era de ganar muchas carreras, aunque cuando lo logré siempre me supo a gloria. En cualquier casa también disfrutaba cuando un líder me felicitaba por mi trabajo.
¿Y qué día has sufrido más?
Han sido muchos. Recuerdo una etapa en el Tour de 1997 que ganó Virenque. Corría para Festina y me vi obligado a hacer un trabajo durísimo para mi compañero Abraham. Cuando llegué al hotel me metí en la cama con el culotte y las zapatillas puestas de la pájara que agarré por el esfuerzo. Y es que no tuve tiempo ni de comer.
Años y miles de kilómetros sobre la bici dan para mucho. ¿La anécdota más inverosímil?
Tengo algunas muy buenas con Lance Armstrong. Yo entré en el equipo pensando que igual que no tuve dificultades para aprender italiano en mi etapa como ciclista de Mapei, no los tendría para dominar el inglés. Llegamos a un Tour en el que Lance llegaba con malas sensaciones, algo nervioso, me acerqué a preguntarle una cosa con mi inglés y me contestó: "Triki, no me hables más en inglés, hazlo en Español, ¿qué quieres?". Cuando volví a Jaén lo primero que hice fue apuntarme a una academia de inglés.
Has tenido la oportunidad de trabajar junto a algunos de los ciclistas más brillantes de las últimas décadas: Zülle, Olano, Freire, Heras, Tonkov y un largo etc. ¿Quién te impresionó más?
No me quedaría con uno por encima de otro en cuanto a talento, sino con la fortuna que he tenido de poder aprender de grandes campeones. A cada uno le pondría un adjetivo: humildad, habilidad, motor...
También con Alejandro Valverde. Creo que le conociste siendo un chaval, que tienes una anécdota curiosa con él.
Hace muchos años que coincidí con su padre. Él me dijo con su acento murciano: "Triki, pijo, mira a mi hijo que gana todo lo que corre". Ese chico era Alejandro Valverde, lo ganó todo hasta SUB-23, donde duró un año y pasó a profesionales. El resto es historia, yo siempre recordaré el orgullo que desprendía el padre de Alejandro aquel día.
Y con Lance Armstrong, ¿cómo fue tu relación? Dicen que es un tipo con una personalidad peculiar.
Siempre voy a admirar a Lance, siempre me voy a intentar reflejar en él. Ha tenido muchas trabas e impedimentos en su vida que le convirtieron en una persona extremadamente disciplinada, con una capacidad de esfuerzo exagerada. También es una persona generosa, que comparte y ayuda a los demás en lo que puede, así me lo ha demostrado siempre.
¿Fue el dopaje aquellos años algo generalizado y normalizado en el pelotón?
A mi la bicicleta me ha dado mucho y nunca voy a renegar de ella, con lo bueno y lo malo, el circo y su trastienda que a lo mejor no es tan bonita. Aunque es verdad que en los valores del deporte que nos inculcan desde niños nadie incluye esa parte fea.
Cuál ha sido la evolución técnica, en mecánica o equipamiento, que más útil considera Triki Beltrán en los año que llevas en esto?
Todo ha cambiado un mundo. Materiales, aleaciones, controles de calidad...la evolución es constante, especialmente en los 8 años que llevo en el mountain bike. En carretera está todo más estandarizado.
¿Y en cuanto a metodología de entrenamiento?
Depende del nivel del corredor, no es lo mismo la élite que un nivel popular. Pero en cualquier caso en mis años sobre la bici ha evolucionado mucho, desde una bici y un pulsómetro a los medidores de potencia, pasando por los test de esfuerzo y de lactato. Recuerdo que con la experiencia era capaz de saber si llegaría al Tour fuerte o justo por el tiempo que tardaba en completar el último kilómetro de entrenamiento hasta mi casa.
En cualquier caso, haya el avance que haya, creo que lo más importante siempre será estar rodeado de gente que te apoye y te haga un seguimiento adecuado. Sin ello es imposible afrontar un deporte de esta dureza.
De entre la exigencias del deporte profesional, ¿cuál te ha costado más afrontar?
No deja de ser una filosofía de vida, una elección. No es tan difícil acostumbrarse a no comer esto o aquello porque perjudicará a tu rendimiento, y es que sarna con gusto no pica.
Te has convertido en un habitual de la Titan Desert, ¿qué tiene de especial esa carrera?
Es donde nos juntamos todos los locos de las carreras, lo disfrutamos mucho. Tirarte una semana compartiendo campamento en situaciones de climatología extrema con gente que tiene tu misma pasión, es el mayor regalo que te llevas de allí.
Tu compañero Carrasco se llevó una etapa y la sexta plaza, tú, Triki Beltrán, finalizaste vigésimo cuarto. ¿Buen resultado, teniendo en cuenta el potencial de otros equipos?
Sí, por supuesto. Nuestra asistencia fue inesperada, casi improvisando sobre la marcha. Al final tuvimos la suerte de ir patrocinados por Armx, que creo que obtuvieron una buena repercusión.
Está claro que es especial, pero dicen que no todos están hechos para ella.
Sin duda. Sé de ex profesionales que fueron una vez pero no repetirán.
En una entrevista aseguraste que veías a Alejandro Valverde corriéndola en un futuro. ¿Por qué?
Porque Alejandro ha demostrado que disfruta la bici como pocos. Creo que cuando se retire, descanse un tiempo y le vuelva a picar el gusanillo querrá probar en la Titan Desert.
¿Algún nombre más del pelotón, Peter Sagan o Fabian Cancellara?
Sagan no lo descarto, incluso creo que hará la Cap Epic antes que la Titan Desert. A Cancellara, aunque el desierto le iría bien a sus condiciones de rodador, no lo veo por cuestión climática. Sufriría mucho esos 45 grados.
¿Qué planes tiene Triki Beltrán a medio plazo?
De momento terminar la segunda mitad de la temporada. A partir de ahí, seguir divirtiéndome y disfrutando sobre la bici. Aunque lógicamente todo tiene su momento, y llegará en el que yo lo deje a ciertos niveles.