“Ni yo esperaba sentirme tan motivado": entrevistamos a Henrique Avancini tras su salto a la carretera
El ciclista brasileño Henrique Avancini ganó el Campeonato del Mundo XCM en 2023 y tras una carrera llena de éxito en el mountain bike anunció por sopresa su retirada. Ahora, un año después, ha vuelto a sorprender a todos anunciado que regresa al ciclismo profesional, pero esta vez en carretera.
En esta entrevista, el brasileño nos abre las puertas de su nueva etapa en el ciclismo de carretera. Un cambio valiente, cargado de sueños de infancia, motivación renovada y la misma pasión de siempre.
Entrevista con Henrique Avancini tras fichar por el Factor Racing y anunciar su salto a la carretera
Henrique, tras una carrera llena de éxitos en el MTB, sorprendes con tu fichaje por Factor Racing y tu salto a la carretera. ¿Cuándo y cómo nació esta idea de dar el cambio?
Bueno, este es un sueño bastante antiguo. Desde niño soñaba con correr en carretera, pero cuando seguí mi carrera en el mountain bike, lo dejé de lado durante muchos años, principalmente porque en ese momento el ciclismo de ruta no me parecía un deporte saludable. Sin embargo, ahora creo que se ha convertido en un deporte más limpio y sano.
RECOMENDADO

Avancini sorprende a todos y ficha por el Factor Racing de carretera: "De niño soñaba con correr el Tour, el Giro, la Vuelta"

Esta luz trasera también es también una minibomba eléctrica

Estos son los 7 primeros equipos invitados para participar en la Copa del Mundo XCO de Araxá

La SCOTT SPARK de Nino Schurter se viste de guepardo para la Cape Epic 2025

Este kit convierte cualquier tija telescópica en electrónica

Jonas Vingegaard abandona la París-Niza 2025
Después de ganar el Mundial de Glasgow, decidí no competir más en MTB. Al día siguiente hablé con mi entrenador por teléfono y le dije que, de todo lo que había hecho en mi vida sobre la bicicleta, lo único que aún tenía en mi bucket list era competir en ruta. En ese momento, pensamos que lo más sensato sería hacer una pausa, tomarme un tiempo para descansar, ver cómo estaba de salud y también comprobar si seguía motivado para, tal vez, intentar algo diferente en el futuro.
Has mencionado que de niño soñabas con correr el Tour, el Giro o la Vuelta. Ahora que estás más cerca de ese sueño, ¿qué significa para ti este nuevo desafío?
Bueno, este objetivo es más que un simple plan deportivo, es un verdadero sueño para mí. Es algo que tenía en la cabeza desde que tenía 8, 9 o 10 años, pero siempre lo vi como algo muy lejano, casi inalcanzable. Ahora que estoy intentando hacerlo realidad, se ha convertido en algo muy personal y emotivo. Estoy disfrutando muchísimo de esta etapa, de cada paso del proceso.
El ciclismo de montaña y el de carretera son dos mundos muy distintos. ¿Cuáles crees que serán los mayores retos de tu adaptación a la carretera?
Bueno, sin duda es un mundo muy distinto, especialmente en cómo se gestiona el deporte. La carretera es una disciplina donde hay mucha más política, y encontrar buenas oportunidades no va a ser fácil.
Hoy en día se valoran mucho los números, los datos, como si fueran lo más importante, pero yo sigo creyendo que esto va más allá. Aun así, tengo números bastante buenos, incluso impresionantes en algunos aspectos.
Creo que lo más difícil será aprender todo lo que necesito saber. Hasta ahora, me he dado cuenta de que no me falta tanto como pensaba, pero el mayor reto probablemente sea mi edad. Voy a cumplir 36 años, y eso no es algo que resulte muy atractivo para la mayoría de los equipos.”
Muchos ciclistas de MTB han dado el salto a la carretera con éxito, como Van der Poel o Pidcock. ¿Has hablado con alguno de ellos sobre este cambio? ¿Te han dado algún consejo?
Sí, he hablado con algunas personas que tienen experiencia compitiendo en más de una disciplina. Y está claro que no es fácil compartir esfuerzos entre modalidades, requiere mucho equilibrio.
Pero en mi caso, como estoy poniendo toda mi energía ahora en el ciclismo de ruta, creo que puedo aportar cierta experiencia desde el MTB. Aunque, por otro lado, también tengo que aprender muchas cosas desde cero, empezar desde el principio en muchos aspectos.”
A nivel físico y técnico, ¿cómo estás preparando esta transición? ¿Has cambiado tu entrenamiento para adaptarte a las exigencias de la carretera?
Sí, el entrenamiento ha cambiado muchísimo. Me estoy encontrando bastante bien físicamente, pero la mayor diferencia está en cómo se estructura la preparación.
En el mountain bike, la preparación siempre fue bastante complicada para mí. Siempre tuve buen motor, pero lo más importante era saber utilizarlo bien. Cuando llegaba a un buen estado de forma, tenía que invertir mucha energía en mejorar la eficiencia del pilotaje, en trabajar la recuperación activa… era todo muy específico.
En el ciclismo de ruta puedes centrarte más en el desarrollo físico de forma más aislada. Luego, las propias carreras te ayudan a afinar lo específico. Es un enfoque muy diferente al del MTB.
Diría que la preparación para la carretera es bastante más simple, pero competir bien en ruta es más complejo, porque hay muchísimas más variables que manejar en carrera.
Factor es una marca muy innovadora en el mundo de la carretera. ¿Qué te atrajo de este equipo en particular y qué expectativas tienes con ellos?
Bueno, me interesó muchísimo el proyecto por el hecho de ser un equipo Factory, un equipo que está directamente conectado con la marca. Factor es una marca muy interesante, con mucha ambición de cara al futuro.
Ellos entendieron perfectamente lo que yo estoy buscando: desarrollar mi objetivo de llegar a las carreras WorldTour en un periodo corto de tiempo.
La posibilidad de comenzar con un equipo Continental europeo me pareció muy atractiva, porque me da un poco más de libertad para arrancar y adaptarme. Además, las carreras en ese nivel suelen ser menos controladas, quizá un poco más nerviosas, y creo que eso puede funcionar como una buena escuela para mí.
En el MTB eras un líder y un referente. En la carretera, al menos al inicio, tu rol puede ser diferente. ¿Cómo te ves en esta nueva dinámica de equipo?
Sí, es una gran diferencia respecto al MTB. En el mountain bike, cuando tienes buen nivel y estás en una carrera, prácticamente siempre vas a por la victoria. Es una disciplina en la que todo depende de ti, lo que genera mucha presión y estrés.
En la carretera es diferente. Aunque tengas buena forma, pueden pasar muchas cosas que no puedes controlar. A veces, simplemente no se da el resultado, y eso no significa que hayas fallado.
Estoy muy abierto a aprender, a adaptarme a nuevos roles dentro del equipo. Sé que al principio no seré el líder ni estaré en posición de tomar decisiones clave en carrera, y eso me parece bien. Lo veo como una etapa de aprendizaje, y si puedo ayudar al equipo y seguir creciendo, estaré cumpliendo con mi función. Estoy disfrutando ese cambio de dinámica.
Algunos ciclistas que han dejado la élite, como Valverde y otros referentes, han encontrado en el Gravel una nueva forma de seguir compitiendo. ¿Es una disciplina que te llama la atención para el futuro?
Bueno, no lo sé con certeza. El gravel puede ser una posibilidad, pero ahora mismo toda mi energía está puesta en el ciclismo de ruta.
Estoy bastante impresionado con cómo me siento, quizás más motivado que en muchos años. Además, he vuelto a tener unos números físicos muy buenos, que no alcanzaba desde hace dos o tres temporadas.
Así que por ahora quiero centrarme completamente en este sueño que tengo desde niño. Más adelante, si llega la motivación para probar otra modalidad, ya veremos. Pero primero viene este objetivo personal.
Brasil te ha visto brillar en el MTB y ahora te verá competir en la carretera. ¿Cómo está siendo la reacción de tus seguidores y del ciclismo brasileño ante este cambio?
Bueno, la reacción fue bastante fuerte, creo que pocos esperaban algo así. No tenía intención de generar muchas expectativas, pero para quienes me han seguido todos estos años en el mountain bike, tal vez no les sorprenda tanto.
He hecho muchas cosas que durante mucho tiempo parecían imposibles para nosotros, los latinoamericanos. Así que, de alguna forma, creo que la gente valora que siga compitiendo y buscando nuevos retos.
Pero para mí, esta etapa también representa un momento de vida donde quiero hacer las cosas con más calma. Aún no sé cuánto tiempo estaré activo: puede ser seis meses, un par de años… o incluso más. Todo depende de si logro volar alto y llegar donde espero llegar.
Si pudieras elegir, ¿qué carrera de carretera te gustaría correr primero? ¿Sueñas con una clásica o con una gran vuelta?
Mi mayor sueño sería correr una gran vuelta. Eso es lo que me ha traído hasta aquí, es lo que soñaba cuando era niño.
Hoy en día, si en el futuro tengo también la posibilidad de correr algunas clásicas, sería algo increíble, sin duda. Pero el sueño número uno, el que llevo dentro desde pequeño, es hacer una gran vuelta.
¿Crees que tu experiencia en el MTB te da alguna ventaja en la carretera, por ejemplo, en terrenos técnicos o bajadas?
Sí, creo que hay ciertas ventajas. Siempre busqué situaciones que fueran realmente desafiantes, y eso me ha dado experiencia para trabajar bajo presión.
A veces, para los ciclistas de ruta, lidiar con la presión no es tan fácil. Por eso puede pasar que un corredor que no es líder rinde bien, pero cuando asume ese rol, con la expectativa y la presión encima, los resultados no son los mismos. Esa parte la trabajé muchísimo durante mis años en el mountain bike.
Además, creo que mi ética de trabajo y mi disciplina en los entrenamientos son un punto fuerte. Si hay algo que puedo decir con seguridad es que soy un trabajador constante, que siempre busca aprender y mejorar.
Veo esta etapa como una situación positiva: por un lado tengo mucha experiencia y recorrido, pero por otro, me siento como un juvenil que está empezando desde cero.
Por último, después de tantos años en la élite del MTB, ¿sientes que esta nueva etapa te motiva como el primer día? ¿Cómo afrontas esta nueva aventura a nivel personal?
Honestamente, ni yo esperaba sentirme tan renovado y motivado por hacer algo nuevo. Me ha sorprendido muchísimo, porque de verdad me siento como hace 15 o 20 años, cuando solo tenía sueños y muchísimas ganas, y todo era incertidumbre.
La diferencia ahora es que tengo la tranquilidad que me da la experiencia de vida. Y tener ese equilibrio me pone en una posición en la que, sinceramente, estoy disfrutando muchísimo de esta etapa.