La entrevista más personal de Van der Poel: "Mudarme a España tal vez haya sido la mejor inversión de mi vida"
Mathieu van der Poel concedió recientemente una en la que mostró su lado más personal y deja entrever las claves del excelente momento de forma que disfruta y que le ha llevado a realizar la mejor temporada de ciclocross de su carrera a la vez que promete una apasionante primavera sobre la bicicleta de carretera.
El Mathieu van der Poel más maduro y centrado
Parece que fue ayer cuando comenzábamos a disfrutar de los duelos de Mathieu van der Poel y Wout van Aert por los circuitos de ciclocross. Hoy en día, Mathieu van der Poel es un ciclista mucho más maduro, asentado entre los referentes del ciclismo de carretera y uno de los ciclistas mejor pagados del mundo merced a la consecución del Campeonato del Mundo el pasado agosto en Glasgow a lo que añadió nada menos que dos monumentos: Milán-San Remo y París-Roubaix completando una primavera de ensueño que podría haber sido redonda sin la presencia de otro genio como es Tadej Pogacar.
Parte de ese estado de forma excelso que disfruta Mathieu van der Poel lo achaca a su cambio de residencia tras mundarse a la comarca de la Marina Alta alicantina, lugar de entrenamiento invernal para muchos profesionales pero que el neerlandés ha convertido en su hogar y así lo hacía ver en una reciente entrevista al semanario belga Knack donde : “Tengo menos compromisos aquí. Estoy más agusto aunque, la principal razón es que puedo entrenar con un clima mejor. Incluso disfruto con los entrenamientos largos. Cinco horas bajo el sol, con otros ciclistas, parando a tomar el café…”, de hecho, no duda en señalar que podría ser la mejor inversión de su vida.
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Llama la atención en sus declaraciones como, tras ese competidor feroz que vemos en las carreras se oculta una persona tranquila y que prefiere huir de los focos, una de las razones para su traslado a España. De hecho, pese al tremendo éxito cosechado con su Mundial, apenas se ha dejado ver en eventos. Apenas el Critérium de Madrid en el que congregó, junto a Alberto Contador a multitudes en busca del preciado autógrafo.
Interrogado sobre su evolución como ciclista, Mathieu van der Poel no duda en señalar la mejora en su resistencia como factor más relevante “ahora puedo pedalear a una potencia casi tan alta como la del comienzo de una carrera en el kilómetro 240 o 260”. De hecho, señala que en 2019, en el que fue su primer Tour de Flandes, tras el último Parteberg iba totalmente en reserva, y aún así consiguió finalizar cuarto.
Compara Mathieu van der Poel ese debut en el monumento flamenco con el del año pasado, según los números, su mejor día sobre la bici y donde, sin embargo, no logró la victoria al toparse con un intratable Tadej Pogacar. Con todo, resalta como en carrera es capaz de alcanzar cifras de potencia que si tuviera que hacerlas en un entrenamiento diría que es simplemente imposible.
Otro cambio en Mathieu van der Poel ha sido el de madurar hacia un ciclista más calculador. Ya no realiza esos ataques alocados desde lejos pese a que, en muchas ocasiones “se sufre menos cuando atacas y te vas solo que yendo torturado a rueda de alguien. En el Mundial todos estábamos muertos a 22 kilómetros de meta, entonces ataqué y, de repente, estaba mucho más fresco, como si me salieran alas”.
El último factor en el nivel que mostró en 2023 y que apunta para este año tras una temporada de ciclocross a la que sólo le falta la guinda de un nuevo mundial de la especialidad que Mathieu van der Poel tratará de lograr dentro de unos días en el mítico circuito de Tabor, es haber dejado atrás sus problemas de espalda, mucho más serios de lo que trascendió. Tanto que Mathieu van der Poel no duda en confesar que le dijo a su entorno “si esto sigue así dejo la bici”. Por suerte, parece un problema que ha quedado en el olvido y, mediante ejercicios específicos y sesiones de gimnasio Mathieu van der Poel trata de que no vuelvan a aparecer en un futuro,
El hombre tranquilo
También se adentra la entrevista en el aspecto más personal de Mathieu van der Poel, quién no duda en destacar el papel que juega en su equilibrio vital su pareja Roxanne Bertels, una blogera belga del mundo de la moda. Gracias a ella ha aprendido a valorar cada día como si fuera el último. Ahora ambos llevan una vida tranquila en tierras alicantinas con hobbys sencillos como ver una serie de netflix o jugar al padel con amigos.
Su último descubrimiento en lo deportivo, que contrasta con la adrenalina que, por ejemplo se vive en una carretera de ciclocross es el el golf. Para Mathieu van der Poel este deporte es un aporte de tranquilidad y relajación. Una actividad que le motiva por ser un deporte que nunca se llega a dominar del todo, en el que siempre puedes mejorar y que, mientras lo estás practicando, todo tu mundo se reduce a esa pequeña bola.
De hecho, Mathieu van der Poel destaca como una de sus principales fortalezas esa capacidad para no preocuparse por nada, lo que le hace sobrellevar la presión de forma tremendamente sencilla. Le es indiferente lo que se diga de él o lo que piense la gente, de hecho, menciona que nunca ha tenido la necesidad de contar con un psicólogo deportivo “hemos hablado de esto en el equipo, pero prefiero hablar con la gente cercana cuando tengo que afrontar reveses como lo que ocurrió durante el mundial de Wollongong”.