Este tratamiento reduce el riesgo de morir por infarto, cáncer y otras enfermedades ¿te atreves a probarlo?
Dar pedales antes de ir a trabajar o de regreso a casa puede salvarte la vida. Esta afirmación tan literal es ciencia: varios estudios así lo confirman.
La bicicleta puede salvarte la vida
Que la bicicleta es sinónimo de vida saludable es un hecho; que usar la bici para ir y volver del trabajo puede salvarte la vida, también. Diversos estudios científicos así lo corroboran. Hoy, tan ávidos en la búsqueda de medicinas o tratamientos capaces de curarnos o prevenirnos para poder tener una vida más larga y saludable, la bicicleta se ha convertido en una gran herramienta.
El cáncer o los problemas cardiovasculares son dos de las principales causas de fallecimientos en las sociedades desarrolladas, y en ambos componentes el uso de la bicicleta tiene incidencia muy positiva para no sufrirlos o solventarlos con las máximas opciones posibles.
RECOMENDADO
Un estudio confirma que es mejor ser un ciclista con sobrepeso que estar delgado y ser sedentario
El ciclismo es bueno para tu vida sexual, un nuevo estudio lo confirma
Un estudio sugiere que los deportistas de élite tienen mayores riesgos ante el Covid-19
Este es el mayor estudio sobre lesiones y salud en el Mountain Bike
Un estudio confirma que el test por salbutamol de Froome puede ser erróneo
Un estudio confirma que las bicicletas eléctricas están quitando usuarios a los coches
Ahora, un estudio británico lo vuelve a corroborar. Existe una correlación evidente entre usar la bici para asistir a tu puesto de trabajo y la reducción de estos riesgos para la vida.
El estudio que confirma que ir en bici al trabajo reduce el riesgo de morir
El estudio en sí lo ha publicado la revista científica The BMJ y su autor principal, Carlos A. Celis-Morales lo aplicó a más de 260.000 personas, una muestra anormalmente alta, algo que corrobora más aún cualquier resultado o conclusión.
Según el portal Cuaderno de Cultura Científica, estos datos corroboran esa correlación que comentábamos, aunque no necesariamente una causalidad. El estudio también va en este sentido: de las cuatro categorías en que el estudio clasificó a los y las participantes, que eran los que caminaban, los que usaban la bicicleta, los mixtos y los inactivos, los resultados derivados para los que usaban la bici para ir a trabajar fundamentalmente fueron sorprendentes.
Durante el estudio las cifras fueron clarividentes. En total, padecieron cáncer 3748 personas, de las que fallecieron 1126; y sufrieron algún accidente cardiovascular 1110 personas, de las que fallecieron 496.
Pero lo increíble es que en las personas que se desplazaban en bicicleta, estos riesgos para la vida se redujeron en un 59% comparado con los inactivos (que básicamente usaban el coche). Poniendo el foco en el cáncer, quienes daban pedales tenían un 55% menos de probabilidad de morir de cáncer comparadas con los que usaban el coche. En concreto, en esta cuestión, la bicicleta se mostró como el modo más eficaz para prevenir el cáncer.
Por último, el estudio también hacía un apunte muy interesante: los beneficios que tendría una movilidad generalizada en las ciudades en bicicleta, que reducirían enormemente el uso de la sanidad y mejorarían la salud general de la ciudadanía enormemente.