Confirmado, cuando lo estás pasando mal sobre la bici el tiempo va más despacio
Aunque no tenga nada que ver con la teoría de la relatividad que formuló Albert Eintein hace décadas, todos sabemos que el tiempo no discurre a la misma velocidad cuando vas en bici, sobre todo, esos días que vas sufriendo y los minutos parecen no pasar. Ya si ese sufrimiento es en el rodillo ni lo contamos. Un grupo de psicólogos británicos y neerlandeses acaban de presentar un estudio que explica esto.
Un estudio explica por qué cambia nuestra percepción del tiempo en la bici
Seguro que todos habéis tenido esa sensación, cuando montáis en bici que el tiempo pasa más despacio y, cuando por ejemplo estamos haciendo trabajo de intervalos, el tiempo no parece correr para llegar a esa cifra que suponga el fin de nuestros sufrimientos.
Ahora, un grupo de investigadores británicos han presentado un estudio en el que se demuestra que este cambio en la percepción del tiempo es real y generalizado. Una variación en la percepción que estaría relacionada con las distorsiones que la actividad física producen en nuestros ritmos circadianos, el reloj interno por el que se rige la actividad biológica y que, por ejemplo hace que a uno le resulte más fácil entrenar por la mañana o por la tarde.
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En condiciones normales, todos tenemos una percepción bastante buena de cómo pasa el tiempo, es decir, podemos calcular que ha pasado una hora o diez minutos de forma bastante aproximada sin tener que estar mirando el reloj. Pero en bici, esta sensación se distorsiona. Esto lo comprobaron los investigadores tras someter a los participantes en el estudio a una sesión de pedaleo en la que recorrieron 500, 1500 y 2000 m.
Se les pedía adivinar cuando había transcurrido 30 y 60 segundos en cada parte de la prueba, tanto durante el ejercicio como antes y después del mismo. Detectaron que durante la actividad la percepción del tiempo era en torno a un 8% más lenta, una cifra que crecía hasta el 9% en caso de la prueba de 2000 m.
Aparte, también estudiaron si la variación era mayor en condiciones de ritmo competitivo lo que, aunque parezca lo contrario, no afecta en exceso a la distorsión que ya de por sí se produce por el mero hecho de pedalear.
En todo caso, el estudio no hace sino confirmar algo que ya se sabía, añadiendo nuevos factores como la poca influencia de la intensidad del ejercicio y ayuda a los investigadores a seguir ahondando en el funcionamiento del reloj biológico que regula la actividad de cada individuo.