Este estudio sugiere que los ciclistas no necesitan ir al gimnasio
El entrenamiento de fuerza para el ciclista ha sido tradicionalmente fuente de controversia entre los entrenadores aunque, en la actualidad, parece comúnmente aceptado que, a nivel competitivo, es necesario complementar con este tipo de trabajo para conseguir todo el potencial. Un consenso que ahora pone en duda un reciente estudio.
El trabajo de fuerza en los ciclistas vuelve a ser tema de debate
El trabajo de fuerza en el ciclismo ha sido históricamente el patito feo de la preparación salvo para aquellos ciclistas que se dedicaban a la pista o a disciplinas muy explosivas como el descenso en MTB. Sin embargo, con el paso del tiempo, ha sido un trabajo que cada vez se ha tenido más en cuenta y que actualmente es introducido por lo aficionados más deportivos.
Antes de todo esto la fuerza se entrenaba únicamente sobre la bicicleta mediante trabajo de intervalos a muy baja cadencia y mucho desarrollo en subida o mediante arrancadas desde parado también con desarrollos largos. Ahora, un reciente estudio elaborado por varios especialistas en rendimiento deportivo, entrenadores e incluso personal de rendimiento del Visma-Lease a Bike han concluido que no sería necesario el trabajo de gimnasio en el entrenamiento del ciclista sino que sería suficiente con el método tradicional de entrenar la fuerza sobre la bici.
Low cadence Sepp. Have been amazed over the years how some riders have used such gears also on longer ascents in actual races. pic.twitter.com/vT2Pm5sETp
— ammattipyöräily (@ammattipyoraily) January 14, 2025
De hecho, hace unas semanas aparecían en redes sociales algunos vídeos con algunos de los ciclistas del equipo neerlandés realizando este tipo de entrenamiento sobre la bici.
Durante el estudio, los autores pudieron constatar que, tanto el grupo de control que realizó entrenamiento en gimnaso como los ciclistas que utilizaron entrenamiento de fuerza sobre la bici lograron similares adaptaciones en lo que respecta a mejora de la potencia aeróbica máxima, incluso, el grupo que sólo entrenó en la bici consiguió mejorar a potencias moderadas.
También en el aspecto de las lesiones se observaron ventajas de entrenar únicamente en bici ya que, el grupo que utilizó el gimansio, reportó ciertos síntomas que podrían estar relacionados con las lesiones, algo que no ocurrió entre los que trabajaron sobre la bici.
No cabe duda que realizar el entrenamiento de fuerza sobre la bici supone varias ventajas respecto a tener que trabajar en gimnasio comenzando por la optimización del tiempo ya que incluir sesiones de gimnasio en las apretadas agendas de entrenamiento de los ciclistas no siempre resulta sencillo mientras que el trabajo de fuerza sobre la bici se puede intercalar entre otro tipo de sesiones.
En cualquier caso lo que no tiene en cuenta este estudio en en los beneficios del trabajo complementario de fuerza. No nos referimos a trabajar la fuerza resistencia de las piernas que es en lo que se ha centrado este estudio sino el trabajo de los diferentes músculos estabilizadores que permiten al ciclista mantener una posición más agresiva durante más tiempo y que, a su vez, reducen el riesgo de lesiones posturales como puedan ser dolores de espalda, cuello, etc. Un tipo de trabajo para el que, por el momento, no queda otra alternativa que seguir confiando en el gimnasio.