Esto es el Everesting
La superación personal, marcarse nuevos límites y luchar por alcanzarlos, inyectar adrenalina e ilusión a la rutina del día a día; todo eso es y ha sido siempre parte fundamental de la condición humana y, por tanto, de una representación de esta como hay pocas: el deporte. De hecho cada vez es más habitual -en contraste con el camino tomado por las carreras ciclistas profesionales- la aparición de pruebas que llevan las fuerzas y los topes de cualquier cuerpo hasta la reserva de fuerza. Que gritan por recuperar a esos viejos héroes que abrieron nuevos caminos, por emular a Octave Lapize -el primer hombre en superar el Tourmalet hace 106 años- y por devolver su espíritu a este deporte. Es el caso de Everesting, el nuevo y asombroso reto de ciclismo extremo.
¿Qué es el Everesting?
Con el espíritu relatado en el párrafo anterior nace este nuevo reto ciclista, que propone superar en un solo día nada menos que 8.848 metros de desnivel. ¿Por qué 8.848? Porque es el equivalente a subir el pico más alto de la tierra, el Monte Everest. Obviamente el Everest no es ciclable, por lo que el reto, en su dureza extrema, requiriendo de un largo, pormenorizado y concienzudo entrenamiento, puede estar al alcance de ciclistas en óptimas condiciones físicas.
¿Tiene normas el Everesting?
Solo una: superar en un día los 8.848 metros de desnivel. Da igual el recorrido que se elija, da igual subir 5 veces el mismo puerto, da que subas y bajes la cuesta de enfrente de tu casa. La única regla es alcanzar la mítica cifra que da nombre al reto.El Everesting, fruto del boca a boca y de Strava
El Everesting nació en la mente de George Mallory, nieto del alpinista del mismo nombre que en 1924 falleció intentando -algunos dicen que llegó a lograrlo- alcanzar la cima del mundo. Sembrada la semilla han sido el boca a boca, las nuevas tecnologías -Strava a la cabeza- y la loca pasión de miles y miles de bikers en todo el mundo los encargados de propagar el reto como un virus. Y tú, ¿te atreves a marcarte un Everesting?