Sácale partido a Google Maps cuando te mueves en bicicleta
La aplicación de geolocalización y movilidad de Google es sin duda la más utilizada a la hora de desplazarnos. Y tiene sus usos para bicicleta.
Usar Google Maps como app para ciclismo
Desde que hace ya unos años Google Maps incluyó la posibilidad de ver las rutas determinadas por el usuario en bicicleta, se ha convertido en una ayuda más para dar pedales. Por su sencillez de uso y sus funcionalidades, Google Maps es ya una aplicación más de ciclismo. Y estos son los principales usos que le puedes dar.
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En primer lugar, al determinar una ruta y sus respectivas paradas, con Google Maps puedes ver un perfil del track. Esto es muy útil en varios sentidos. El primero, para ver el acumulado y así ser consciente si ese trayecto es de tu nivel o no. El segundo, para conocer una sucesión aproximada de lo que te viene y adaptar tu gasto a ese perfil. Es tan sencillo como planificar tu ruta y ver debajo el perfil de tu etapa.
A continuación, otra utilidad muy interesante es la compartición de ubicación en tiempo real. Esto también lo hizo WhatsApp hace unos años y Google Maps lo ha incorporado. Para ciclismo es muy útil a la hora de hacer salidas grupales en las que, sobre todo cuesta arriba, los ciclistas se separan. Podrás saber en todo momento dónde está el resto de la grupeta.
Si usas la bicicleta como vehículo, para movilidad también hay cosas interesantes. La más llamativa es la incorporación de los datos de las compañías de alquiler de bicicletas en las grandes ciudades. También pasa con los patinetes y es algo que comenzó en ciudades como París y ya se asentó en las principales capitales españolas y mundiales. Es muy útil si lo que buscas es una bici de alquiler para recorrer la ciudad.
Por último, hay otra función útil, aunque sinceramente poco usada. Es la de saber dónde has aparcado tu bicicleta. Es útil porque te permite memorizar el lugar exacto donde dejaste tu bici. Es poco usada en países en los que la cultura ciclista en las ciudades no destaca. Pero en otros países, como Dinamarca u Holanda, aparcar tu bici supone dejarla entre miles de otras bicicletas, así que este uso está siendo muchísimo más recurrente. Es como los AirTag: no se inventaron para geolocalizar tu bici (más aún si te la han robado), pero pueden servir para ello.
Dos aspectos de Google Maps para mejorar en ciclismo
Pero, por supuesto, aún hay muchas cosas que Google Maps puede mejorar para que los ciclistas acaben usándola como app común. Cuestiones que otras apps como Trailfolks sobre todo sí que incluyen al ser específicas de ciclismo y que aportan un plus. Aquí ya analizamos las 12 mejores apps para ciclismo.
La primera de estas cuestiones se refiere a eso, al conocimiento del piso, del terreno. Google Maps en la mayoría de casos no informa sobre el estado del pavimento. Ni siquiera a menudo si está asfaltado o no, algo clave para los ciclistas de carretera (no tanto para los de mountain bike). Esto puede provocar errores: entrar por una ruta y que, al rato, te encuentres con un tramo intransitable al ser tierra muy suelta y yendo tú en bicicleta de carretera. La opción para contrarrestar esto es cargar la capa de imagen satelital e intentar discernir qué tipo de pavimento es, aunque a veces es complicado.
El otro elemento a mejorar de Google Maps para ciclistas es el de la seguridad. El de ciertos aspectos de seguridad. Ya ha ocurrido en otros contextos que algunos usuarios de Google Maps han seguido sus indicaciones hacia carreteras muy peligrosas. Es famosa la historia de dos chicos rusos que, por acortar, siguieron las indicaciones hacia una carretera siberiana que le costó la vida a uno y casi al otro. En ciclismo pasa algo similar: estaría genial conocer ciertos aspectos de seguridad, como la anchura, la existencia de arcén, la velocidad del tráfico o incluso incluir datos de siniestralidad para marcar carreteras o caminos peligrosos. Pero tiempo al tiempo.