Grandes problemas de los ciclistas en primavera y cómo aliviarlos
Hace ya algunas semanas que nos acompaña la primavera y con ella comenzarán a llegar algunos problemas para los alérgicos afectan al ciclismo más aún.
Al tratarse de un deporte muy aeróbico, cualquier afección respiratoria puede causar problemas en el rendimiento o incluso llegar a impedirnos rodar en bicicleta. Para ello, aquí tienes algunos consejos útiles para salvar estos meses y seguir saliendo en bici.
La alergia, el principal problema del ciclismo en primavera pero no el único
Es cierto que cada vez el ciclismo está mejor adaptado al invierno en todos los sentidos: componentes, ropa, alimentación, protección, señalización, etc. Pero no hay duda alguna, basándonos en la estadística, de que el invierno es la peor estación para salir en bici. O al menos eso piensan la mayoría de ciclistas, que en estos meses ven como el frío, la lluvia, la niebla, el viento cortante, el acortamiento de los días o simplemente el calor del hogar son argumentos para no salir a dar una vuelta en bici. Hasta que llega la primavera, y todo brota de nuevo, también las ganas de ciclismo.
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El primer problema, sin embargo, viene de la mano: la alergia en época primaveral. Comienzas a ver las clásicas de primavera y la sangre sin duda se te altera, pero es época de polen, de incremento de problemas asmáticos, de polvo en suspensión. Es tiempo de bici, pero también de alergia, por eso es necesario saber tratar esta alergia y no sufrir en la bicicleta.
Medicarse contra la alergia tiene sus riesgos. El primero, son los efectos secundarios de la medicación, entre los que el que más evidente se te va a hacer es la somnolencia que producen. Da igual a qué seas alérgico, a qué tipo de polen o polvo, porque todos los medicamentos antialergénicos van a hacerte sentir más cansado. Combátelo tomándolos por la mañana temprano si sales por la tarde, o si sales temprano, ponte una alarma unas horas antes de salir (unas 3 o 4) para que no te pegue de lleno en pleno entrenamiento. Si tu alergia no es muy alta, con un antihistamínico puede valer. Y también la cafeína es una buena solución, siempre lo es.
Si además afinas a qué eres alérgico, puedes cambiar tus rutas en primavera. Por ejemplo, hacer más carretera y menos mountain bike para evitar pastos o zonas muy polinizadas. Si eres solo de asfalto, puedes seleccionar tus rutas: más vale rodar por puertos de montaña rocosos y pelados de vegetación, que por las vegas de ríos, en las que el moho, el polen y el polvo abundan.
Puedes hacerte una prueba de alergias solicitándosela a tu médico si es que tienes síntomas evidentes, así sabrás mejor qué tomar y por dónde salir.
Pero hay más soluciones. Por ejemplo, y te va a sonar raro: aprovecha la lluvia. Sí, aprovecha los días lluviosos de primavera para rodar. Si es con lluvia, con chubasquero; si prefieres no mojarte, presta atención a las previsiones meteorológicas y estate vestido en casa para en cuanto pare de llover, salir con tu bici. La alergia te afectará mucho menos, al haber menos polen en suspensión.
Otra solución, si las cantidades de polen son muy altas o el cielo no te permite rodar, es hacerlo indoor. No guardes el rodillo aún después del invierno, puede serte útil hasta que acabe mayo.
Más problemas primaverales: hay inconvenientes más allá de la alergia
Pero hay otros problemas que se te pueden presentar. Retomando lo comentado justo anteriormente: la lluvia en primavera es recurrente aún y, además, el cielo puede jugarte una mala pasada. En un día despejado puede formarse una pequeña tormenta. El suelo está caliente y el aire en superficie también, si por casualidad se encuentra con masas húmedas en altura y el aire caliente sube rápidamente, provocará inestabilidad y lluvia. Estas tormentas rápidas te exigen varias cosas: lleva chubasquero, los bolsillos de tu maillot están para algo; no pises las líneas de la calzada si ruedas en carretera, deslizan más que el asfalto y una caída es sin duda peor que la alergia; quita un poco de presión a tus ruedas, aumentarás la superficie de rozamiento y la adherencia.
Estos consejos te evitarán un mal recuerdo. Como también revisar tu bicicleta si es que la has tenido abandonada durante el invierno. Si no lo haces, es probable que a medio camino aparezcan problemas: falta de engrase, de ajuste, de renovación de materiales de desgaste, etc.
Otro buen consejo, es que si sufres alergia seas algo menos exigente en tus entrenamientos. Espera que pase un poco ese polen en suspensión para apretar de cara al verano. Como ves, no está de más aprovechar la primavera, pero para ello deberás enfrentarte a la alergia y otros pequeños inconvenientes. Sin duda, ninguno excusa suficiente para no salir en bici.