Este invento promete aumentar un 10% la potencia en cada pedalada sin asistencia
Unas nuevas bielas para bicicleta afirman mejorar en hasta un 10% la potencia de pedalada a partir de un análisis exhaustivo del punto muerto en la cadencia.
Un invento que mejora la potencia en un 10%
Un ingeniero francés ha desarrollado un invento capaz de mejorar la potencia de pedalada en un 10%. Y afirma hacerlo de forma totalmente mecánica, sin baterías o motor o asistencia alguna.
El tipo en cuestión se llama Jacques Cerdan y ha lanzado su invento junto a su propia empresa, Le Pédalier de Cerdan. Un nombre muy propio de los grandes inventos de la historia. Este ingeniero del automóvil ya retirado afirma que su diseño elimina el punto puerto totalmente y, por lo tanto, se imprime más potencia en el momento de máxima presión por parte del ciclista.
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El sistema es bastante curioso, de eso no hay dudas. Se trata de una especie de sistema de giro que hace que las bielas, y por tanto los pedales, se desalineen en el momento en que se encuentran verticales y se vuelvan a alinear cuando están horizontales. Es decir, en el giro de pedalada, cuando uno está marcando las 9, el otro siempre está marcando las 3. Pero en el momento en el que entra en juego el punto muerto, el sistema empieza a cambiar esta constante: el pie relajado, el que está abajo del todo, marca las 6 pero el de arriba, el que va a imprimir la potencia, se retrasa un poco, estaría alrededor de las 12:30, es decir, entre las 12 y la 1. Todo esto siguiendo las indicaciones numéricas de un reloj analógico para poder ubicarnos.
Así, asegura Cerdan, mejora la respuesta y la impresión de potencia. A falta de testarlo por nuestra cuenta y poder corroborar si esto es así o no, hay tres factores que no podemos pasar por alto. El primero, es el cambio que esto supone en el funcionamiento fisiológico de los ciclistas, que no sabemos qué podrá acarrear en cuanto a molestias o lesiones. El segundo es el peso que añade, ya que esta parte no se especifica. Y el tercero, es el problema del propio punto muerto, que no es para nada nuevo.
El punto muerto y la tecnología ciclista
El punto muerto siempre ha sido un arcano para los ingenieros y los ciclistas. Nadie ha conseguido desentrañar el milagro de saber ubicarlo totalmente y saber contrarrestarlo. Pero eso no significa que no existan grandes avances en él.
No se trata de descubrir el Mediterráneo, se trata de intentar ir mejorando la eficiencia de una bicicleta. Honestamente, la curva de mejora es esa campana que indica que conforme más se mejora, más cuesta mejorar. Al inicio del ciclismo o el mountain bike, cualquier pequeña mejora suponía una diferencia abismal. Hoy en día el nivel y la técnica son de tal magnitud, que se avanza pasito a pasito. Pero se avanza.
De hecho, sobre esta cuestión del punto muerto se ha investigado y probado mucho. Quizá el desarrollo más notable fue la creación de los platos ovalados por parte de Shimano. Aunque Rotor fue pionera en esta cuestión y básicamente se trata de analizar la cadencia y montar un plato ovalado que ocasiona que ese punto muerto se reduzca y la eficiencia de la pedalada sea óptima, ya que la presión que se ejerce sobre las bielas no es la misma en todo el giro de la pierna.
El sistema está en fase de desarrollo y en campaña de crowdfunding. Su precio final será de unos 600 euros.