Jonas Vingegaard pone patas arriba el Tour de Francia 2022
Un Jumbo-Visma tremendamente ofensivo nos regala una etapa épica en los Alpes que tiene como premio el liderato del Tour de Francia para Jonas Vingegard que también se hizo con la victoria de etapa.
Ciclismo a la antigua en el Tour de Francia
No cabe duda, la etapa de hoy, 13 de junio de 2022, undécima del Tour de Francia entre Alberville y el Col du Granon será de esas que recordaremos en años venideros, como esas que nos ponían en televisión cuando estabamos encerrados en casa hace un par de años por la pandemia. Lo de hoy es, simplemente, ciclismo del bueno, de ese que decían que ya no existía a causa de los pinganillos y los vatios.
El menú del día no podía ser más sugerente: 152 kilómetros y 4.000 m de desnivel acumulado que se repartían entre los bellísmos Lacets de Montvernier, el mítico encadenado Telegraphe – Galibier y el recordado Col du Granon que no regresaba al Tour de Francia desde que, en 1986, Eduardo Chozas nos regalara una cabalgada para la historia en esta misma cima que, entonces, nos hurtó la televisión francesa, más centrada en las evoluciones de una leyenda como Bernard Hinaul y la lucha fraticida con un tal Greg Lemond.
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¿Gafas por dentro o por fuera?
La etapa, ya de inicio, anunciaba que hoy íbamos a vivir una gran jornada de ciclismo. Según se da el banderazo de salida es Wout van Aert quien se lanza a buscar la fuga, con la doble intención de sumar puntos para el maillot verde en el tempranero sprint intermedio y de colocarse en una posición ventajosa para lo que tenía preparado su equipo.
A su rueda aparece un desdibujado Mathieu van der Poel tratando de recuperar ese golpe de pedal con el que nos deleitó en el Giro de Italia. Entre los dos nos hacen disfrutar de unas imágenes más propias del ciclocross que de la competición de carretera.
Sin embargo, detrás no están dispuestos a dejar marcharles tan fácilmente y no cesan los ataques y el alto ritmo, por lo que vivimos 20 kilómetros de una espectacular persecución. Finalmente, uno de los grupos que se forman detrás acaba alcanzándoles y se forma la fuga del día con 16 ciclistas entre los que destacan Laporte, Barguil, Latour, Ion Izagirre o el líder de la montaña Simon Geschke.
Con el pelotón dejando hacer, alcanzaban el primero de los puertos del día, los Lacets de Montvernier y su precioso encadenado de curvas de herradura que servían para romper la monotonía de remontar el eterno valle de la Maurienne por donde venía transcurriendo la carrera.
La subida únicamente sirve para destapar la debilidad de Mathieu van der Poel quién se descuelga en el último test que el ciclista neerlandés había decidido hacer para valorar sus posibilidades de cara a lo que restaba de Tour de Francia. Al final, la realidad se impone y el ciclista de Alpecin decide que no tiene sentido continuar así, poniendo pie a tierra al comienzo del ascenso al siguiente puerto, el Telegraphe.
Alcanza la carrera el pueblo de Saint Michele de Maurienne, lugar de comienzo de uno de los encadenados montañosos más míticos del ciclismo mundial en el que los ciclistas del Tour de Francia deberían superar los 35 kilómetros y casi 2.000 metros de desnivel que les separaban de los 2.642 metros a los que se corona el Col du Galibier.
Antes de llegar a este monstruo tocaba el indigesto aperitivo del Telegraphe, puerto que suele pasar desapercibido a la sombra de su hermano mayor pero que con su machacón 8% va minando las pierna, más si se hace al altísimo ritmo que iba marcándose en el pelotón.
Cuando apenas restaba un kilómetro para coronar, lo inesperado: ataque de Primoz Rogliz con Jonas Vingegaard a su rueda. Adam Yates ve la jugada y se pega a rueda. Rápidamente es el propio Tadej Pogacar, en primera persona, quien tiene que apagar el fuego.
Rápido descenso hasta Valloire y, sin tiempo para respirar, arranca el Galibier. Más de 60 kilómetros para meta y Jumbo-Visma pone toda la carne en el asador con un duro ataque de Jonas Vingegaard. Lo seca con facilidad el propio Pogacar y, siguiendo la táctica del manual, contraataca Primoz Rogliz obligando a su compatriota a responder de nuevo. Sólo Geraint Thomas, como espectador de lujo, resiste en medio de la batalla que se ha desatado.
Hasta 4 veces vimos esta escena hasta que los integrantes de Jumbo-Visma vieron que así no había manera. Le dejan entonces la tostada a Pogacar quien marca un ritmo que permite volver a entrar a los principales favoritos.
Mientras tanto, en la fuga, Warren Barguil se lanzaba a buscar la machada con unos 5 minutos de ventaja sobre los favorito, pues ya no se puede hablar de pelotón, perseguido por un Simon Geschke que trata de seguir sumando los máximos puntos posibles en la clasificación de la montaña. Mientras, Wout van Aert comienza a contemporizar a la espera que desde el pinganillo se reclamen sus servicios.
Detrás, es Pogacar quién marca el ritmo, mostrando una gran superioridad que fracciona el grupo cada vez que se decidía a apretar un poco el ritmo. Tanto que, pasada la famosa cota de los 2.000 m de altitud, es Primoz Rogliz quién se descuelga tras haber probado a desmontar el rimo del ciclista de UAE Team Emirates con un ataque a 6 km de coronar, lo que obliga a Jumbo-Visma a reprogramar su táctica. Por suerte para ellos, unos voluntariosos Kruijswijk y Kuss responden a la perfección coronando muy cerca de su líder.
Junto a ellos, en una locura de etapa, Bardet, Gaudu, Adam Yates, Geraint Thomas y Nairo Quintana luchaban por mantener intactas sus opciones en la general. No lo hacía Enric Mas que, escoltado por Carlos Verona, trataba de minimizar las pérdidas en la cima del Galibier. Spoiler: no lo conseguirían.
En el descenso, una bajada con una primera zona muy técnica y una segunda parte, pasado el Col du Lautaret, susceptible de generar diferencias siempre que se cuente con un rodador de tronío. Resulta que el Jumbo-Visma tiene a uno por allí. Atrapan a Wout van Aert y, en vez de llevar la carrera a mil hasta pie del Granon, su equipo decide pararlo para echar una mano a Primoz Roglic.
Su trabajo obtiene frutos y en tan sólo unos kilómetros consigue devolver al esloveno hasta el grupo principal. Lo malo, que con él viene Rafal Majka. Aun así, sigue remando con fuerza para dejar las piernas calientes al personal antes de afrontar el durísimo Granon.
Primoz Rogliz apenas puede realizar unos cientos de metros antes de abrirse, al igual que sus otros dos compañeros de Jumbo-Visma por lo que prevee fallo épico de la táctica de los neerlandeses pese a la valiente apuesta del Galibier. Lo que era una superioridad apabullante se ha convertido en una inferioridad numérica que anuncia un nuevo show de Tadej Pogacar.
Sin embargo, el ritmo que comenzó a marcar Rafal Majka no era todo lo duro que se podía esperar. Tanto que Nairo Quintana realiza un extraño ataque en persecución de su compañero Warren Warguil, aunque más adelante se vería que la razón del mismo fue porque el francés iba completamente acalambrado.
Pasan los kilómetros, calor asfixiante en una subida que no ofrece la más mínima protección, con unas rampas que apenas dan un respiro. Es entonces Romain Bardet quién agita el avispero, ni un sólo amago de ir tras él. Y Jonas Vingegaar que, entre los jadeos y la falta de oxígeno en el cerebro, tiene un momento de lucidez, intuye que algo pasa. Baja un diente, se pone de pie y acelera.
Miradita de reojo hacia atrás y nadie a su rueda. Unas decenas de metros atrás es Majka quien intenta cerrar el hueco con su líder a rueda. Y Vingegaard que entonces lo ve totalmente claro, ha hecho lo más difícil y, a 5 kilómetros de la llegada, es el momento de dar la vuelta al Tour de Francia.
La pájara de Pogacar es de esas que decían que ya no se producían en estos tiempos en los que los ciclistas llevan la alimentación, la hidratación y los vatios de forma milimetrada. Los segundos van cayendo de forma inexorable.
El danés atrapa con facilidad primero a Barder y después a Nairo Quintana y se va a por la victoria de etapa. Detrás, son Geraint Thomas primero y un poco más tarde, tras volver junto al maillot amarillo quienes dan buena cuenta de un Tadej Pogacar completamente desfondado que aún así, conseguiría resistir dignamente y mantener un halo de vida en este Tour de Francia al finalizar a 2 minutos y 52 segundos del nuevo líder.
Ciclismo valiente, como el que hacía tiempo que no disfrutábamos en una gran vuelta y que tendrá su continuidad en la jornada de mañana con un nuevo ascenso al Galibier, en sentido contrario al realizado hoy. A él le seguirá otro de los monstruos alpinos como es la Croix de Fer para terminar en las míticas 21 curvas de Alpe d´Huez.
Clasificación Etapa 11
- Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) 4’18’02’’
- Nairo Quintana (Arkéa Samsic) +59’’
- Romain Bardet (Team DSM) +1’10’’
- Geraint Thomas (INEOS Grenadiers) +1’38’’
- David Gaudu (Groupama FDJ) +2’04’’
- Adam Yates (INEOS Grenadiers) +2’10’’
- Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) +2’51’’
- Alexey Lutsenko (Astana) +3’38’’
- Steven Kruijswijk (Jumbo-Visma) +3’59’’
- Warren Barguil (Arkéa Samsic) +4’16’’
Clasificación General
- Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) 41h29’59’’
- Romain Bardet (Team DSM) +2’16’’
- Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) +2’22’’
- Geraint Thomas (INEOS Grenadiers) +2’26’’
- Nairo Quintana (Arkéa Samsic) +2’37’’
- Adam Yates (INEOS Grenadiers) +3’06’’
- David Gaudu (Groupama FDJ) +3’13’’
- Aleksandr Vlasov (Bora Hansgrohe) +7’23’’
- Alexey Lutsenko (Astana) +8’07’’
- Enric Mas (Movistar Team) +9’29’’