El Jumbo Visma está utilizando un dispositivo de cambio de presión en marcha
Las clásicas del adoquín exigen lo máximo de las bicis de carretera. Unas pruebas en las que los equipos no dudan en poner a prueba cualquier innovación que pueda suponer una ventaja. La última que hemos visto, durante la disputa de la Dwars door Vlaanderen, es un sistema para modificar la presión de los neumáticos en marcha que utilizaron algunos ciclistas de Jumbo-Visma.
Buscando ventajas sobre los adoquines
Las clásicas del pavés de Flandes y, sobre todo, la París-Roubaix por su particular exigencia se convierten en un campo de pruebas de material que en este tipo de terreno puede suponer una ventaja real.
Una tendencia que no es de ahora ya que muchos recordarán aquellas bicis con geometrías larguísimas o la horquilla de suspensión Rock-Shox con la que se Duclos-Lasalle vencía la París-Roubaix. Más recientemente llegarían las bicicletas de estilo gran fondo, con geometrías más estables y zonas específicas de absorción para apaciguar el impacto de las piedras y que complementaban a unos tubulares cada vez más gruesos.
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Unos neumáticos que han sido sustituidos por el sistema tubeless que aporta mayor resistencia a los pinchazos y ruedas de mayor anchura que, a su vez proporcionan mayor balon y, por tanto, más amortiguación.
Sin embargo, rodar sobre los adoquines con una bicicleta de carretera exige de un compromiso en un parámetro vital y al que los ciclistas dedican largas horas de ensayo y error durante los reconocimientos del terreno los días previos a estas clásicas: la presión.
Rodar sobre los adoquines exige rebajar la presión de los neumáticos hasta valores que sorprenderían a muchos. Ya no sólo por lograr más absorción sino para conseguir la máxima tracción, sobre todo si los adoquines están mojados, lo que puede convertir en todo un reto simplemente mantenerse montado en pendientes tan empinadas como el 22% que pueden alcanzar muros como el Koppenberg o el Paterberg si hablamos de los muros de fla,ndes o lograr un buen agarre en las cerradas curvas de tramos cinco estrellas de París-Roubaix como el Mons en Pevele o Carrefour de l’Arbre.
Pero rebajar tanto la presión supone una penalización en los tramos de asfalto, que no dejan de ser la mayor parte del recorrido, en forma de flaneos en curvas a alta velocidad y resistencia adicional.
Es por ello que los sistemas que permiten regular en marcha la presión de las cubiertas sobre la marcha pueden suponer una clara ventaja en estas clásicas. Ya el año pasado vimos a equipos como el Team DSM utilizar el sistema Atmoz de la marca Scope y, ahora los últimos en probar esta tecnología son los ciclistas de Jumbo-Visma como pudimos ver en la bicicleta de Edoardo Affini durante la disputa de Dwars door Vlaanderen, el último test antes de la gran semana de Flandes-Roubaix.
Las ruedas de la bici de Affini equipaban las habituales ruedas Reserve que utiliza Jumbo-Visma pero con un una diferencia, los bujes de las mismas eran unos Gravaa KAPS, que incorporan en su interior un sistema con una pequeña bomba que permite generar un flujo de aire aprovechando el giro de la rueda y que se puede utilizar, gestionado por la electrónica alojada en el propio buje para, a través de un pequeño tubo que conecta con la válvula, modificar sobre la marcha la presión del neumático, pudiendo conocer el valor de la misma en tiempo real a través de un campo que podemos visualizar en un ciclocomputador Garmin.
De esta forma se puede reducir la presión de las ruedas cuando llegamos a un tramo de pavés y volver a recuperarla cuando salimos de nuevo al asfalto. También, aunque es un problema menos recurrente hoy en día con la popularización de las cubiertas tubeless, es una solucción para la pérdida de presión que sufrían los tubulares por la porosidad de las cámaras de latex lo que hacía que los ciclistas y mecánicos tuvieran que calcular, en una prueba tan larga como París-Roubaix, la presión a colocar en la salida para tener en cuenta lo que disminuía esta y así contar con tener la adecuada en los momentos decisivos de la prueba.
Aunque la carrera fue vencida por un ciclista de Jumbo-Visma, Christophe Laporte, no fue una buena jornada para Edoardo Affini que no logro concluir la prueba aunque, sin embargo, seguramente proporcionó interesantes datos acerca del funcionamiento del sistema Gravaa que permitirán decidir si lo utilizan o no en carreras tan importantes como Tour de Flandes y París-Roubaix.