Así es Kate Courtney, todo sobre la Campeona del Mundo XCO y el fichaje revelación del Scott SRAM
Kate Courtney es mucho más que una ciclista: amante de los tacos y licenciada en Stanford, le encanta el esquí y el surf, y se relaja al bajar de la montaña o abandonar las olas haciendo yoga o practicando la fotografía. Le gusta el rap, y ha hecho sus pinitos en YouTube. Su madre la acompaña a todas sus carreras y se preocupa de quitarle el barro de la cara en la meta. Su padre también viaja a su lado, y además comparte muchos de sus entrenamientos. Y allí estaban ambos, en la meta de Lenzerheide, viéndola convertirse en Campeona del Mundo.
Los orígenes de Kate Courtney
La rider, de tan sólo 22 años, nació un 29 de octubre en Palo Alto, California, una tierra más conocida entre el público en general por las start-ups y las empresas tecnológicas. Muy pequeña, sus padres, Tom y Maggie Courtney, se trasladarían al condado de Marin, en la misma California y uno de los polos más aptos y profesionalizados para practicar mountain bike. Lo cierto es que había mamado las dos ruedas en casa, aunque no a nivel profesional. Su padre la llevaba diariamente en un tándem en el que iban a comprar tortitas los domingos temprano: hoy asegura que es más de aguacate, chocolate negro y patatas.
RECOMENDADO
8 cosas que no sabes sobre Kate Courtney. "Trabaja duro, haz lo que amas y cree que todo es posible"
Así es la Specialized Epic S-Works de Kate Courtney
Kate Courtney explota contra la desigualdad en el Mountain bike: "no lo hago bien para ser una mujer, simplemente lo hago bien"
Cómo se guarda y transporta la Scott Spark de Nino Schurter cuando viaja en avión [VÍDEO]
Qué esconde Nino Schurter en el pedalier de su Scott Spark
Así estrena Carlos Coloma su nueva BH Lynx Race
A la pequeña Kate Courtney le gustaba tanto rodar que tuvieron que inscribirla al equipo de mountain bike de la Branson High School nada más matricularla. Allí conoció a Darío Fredrick, su entrenador de la infancia. Y su entrenador en la actualidad, porque si algo funciona a la perfección para qué cambiarlo.
Creció y sus pequeñas piernas siguieron siendo pequeñas, pero fuertes, por lo que ya en secundaria formaría parte del Equipo Nacional de Desarrollo de Atletas de EE.UU. Con 1,64 metros de altura ya era doble campeona junior nacional, en 2010 y 2011, y en 2012 se convirtió en la primera mujer estadounidense en ganar la Copa del Mundo mountain bike en categoría junior.
Pero su paso por la secundaria terminaba y Kate debía dar el salto a la universidad. Se matriculó en Stanford y ese mismo 2013 comenzaba su carrera profesional, con tan solo 18 años, firmando por Specialized, que ya la ha colocado en la portada de su web, una marca que ya jamás abandonaría. Ese paso por una de las universidades más prestigiosas de EE.UU. también daría sus frutos: el pasado año Kate Courtney se licenció en Biología Humana por la Universidad de Stanford y conserva su afán por dedicarse a la anatomía humana una vez termine su carrera. Pero para eso queda mucho, muchísimo viendo la progresión de Kate Courtney.
El gran salto profesional
Su graduación le permitió centrarse este 2018 en su carrera profesional, algo que sin duda ha marcado su salto a la élite del mountain bike mundial.
Su bagaje en Copa del Mundo de este año estaba totalmente vacío. Eso sí, llegaba este año a la élite con un currículum esperanzador: campeona por categoría en 2017 y segunda clasificada en 2016, ganando cinco pruebas entre ambas temporadas; campeona nacional de EE.UU.; y medalla de plata en Cairns, donde siempre cuenta la anécdota de que se cayó hasta 10 veces en los entrenamientos, y luego la carrera fue como la seda. Por supuesto, venía empujando fuerte desde junior, donde también había ganado prácticamente todo a nivel nacional e internacional.
De hecho, ese 2017 fue algo agridulce. Tras vencer en 4 pruebas de Copa del Mundo, y hacer otros dos segundos puestos, se le escapaba el Campeonato del Mundo sub-23 en Australia. Esa plata en Cairns le supo a poco a la reina de la regularidad femenina sub-23 ese año. Justo lo contrario a 2018: salto a la élite y algo de irregularidad, entre las mejores pero sin tocar pódium; y sin embargo, Campeona del Mundo nada más llegar. Eso se llama entrar con buen pie.
Este 2018, Kate Courtney formó una dupla brillante con Annika Langvad para correr la Cape Epic en Sudáfrica. Ambas consiguieron llevarse la prueba por equipos. E, ironías del destino, nadie sospechaba en aquel momento que serían ambas quienes se disputarían el oro en el mundial de Lenzerheide la pasada semana, con una bici personalizada que ya os presentamos en Brújula Bike.
Lenzerheide 2018, o cómo Kate Courtney se convirtió en Campeona del Mundo
Dio el salto a Élite XCO este mismo 2018 y se presentaba en Lenzerheide como una baza importante para los EE.UU. aunque con grandes favoritas por delante de ella. De hecho, un sexto puesto era el mejor resultado de Courtney este año. Pero a la hora de la verdad, sólo la propia Annika Langvad se plantaba delante de la norteamericana en la última vuelta al circuito suizo. Una situación que le aseguraba la plata, un éxito en toda regla.
Pero la danesa llegaba totalmente vacía y una mala dosificación de energías hizo que empezara a cometer errores, incluso hasta tener que bajarse de la bicicleta en la zona llana y enraizada del último tercio del circuito, lo que Courtney aprovechó para sobrepasarla y hasta para meterle más de 40 segundos en línea de meta. Un debut soñado y una gran victoria en Lenzerheide.
Su eslogan se convertía en profecía: “trabaja duro, haz lo que amas y confía en que todo es posible”. Pues literal: su sueño ha sido posible y se ha hecho realidad en Lenzerheide. Y ya circula por las veredas con su nuevo maillot arcoiris.