Kav se suma a imprimir cascos en 3D
No es la primera en llegar, pero sí una más en esta lista: KAV fabricará cascos de ciclismo mediante una técnica de impresión en tres dimensiones.
Un casco de bici impreso en 3D
Hace un lustro que nos dijeron que las impresoras en 3D iban a revolucionar el mundo de la industria. Lo cierto es que parece que la velocidad va más lenta de lo esperado, pero no es menos cierto también que cada día más compañías apuestan por el uso de esta tecnología para producir sus productos.
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En cascos de ciclismo, de hecho, ya habíamos visto algún que otro caso de proyecto similar. El más personalizado sea quizá el de Hexr, que además de hacerlo en 3D lo encargas tras escanear tu cabeza, así que es totalmente personalizado.
Antes de analizar estos cascos impresos en 3D de Kav hay que decir que el proceso en sí, si que es bastante revolucionario. Sólo hay que pensar cómo se fabrica un casco de bicicleta: un molde, una máquina de inyección y procesos de expansión de poliestireno. Todo ello supone un coste enorme. Sólo cada molde ya vale una pasta, pero además debes hacerlo en varias tallas y renovarlos prácticamente cada par de años por cuestión de imagen. La impresión en 3D suprime todo esto: una impresora 3D, como una especie de armario, y a diseñar sin límites.
Los cascos impresos en 3D de Kav
La idea de Kav nace en el hockey y pasa al mundo del ciclismo. El material que utilizan para la impresión 3D es un TPE propio, totalmente patentado, y que supone la creación de un casco mucho más ligero debido a sus características. En concreto, hablan de hasta un 20% menos de peso, todo ello sin perjudicar a la resistencia, a la respuesta del casco ante cualquier impacto de cualquier tipo.
La intención de Kav es huir de ese poliestireno expandido que comentábamos y explotar este nuevo TPE. Tanto como que el casco ya no absorbe el impacto por deformación constante, es decir, una vez impactado ya es irreversible. No. Kav pretende estirar este producto para que las paredes flexen en caso de impacto pero retornen a su posición original.
El casco está fabricado con una estructura interna en forma de panal de abeja que permite esta particularidad, algo que se considera permite que siga siendo útil después de un impacto. Obviamente, hasta testarlo nosotros mismos, ponemos en cuarentena este hecho: por supuesto, cumple con las medidas de seguridad y los test de impacto, pero lo que dudamos es si es o no conveniente seguir usando un casco impactado que haya podido perder parte de sus propiedades de seguridad.
Además, al imprimirlo en 3D y estar personalizado, pesará menos que otros cascos que seguro usas (no sólo por el material del que está hecho, como decíamos antes), se te ajustará mejor y afirman que eso también repercutirá en la aerodinámica del casco. Kav da algunos datos en su proyecto, que está en marcha en la plataforma de crowdfunding Kickstarter, pero no presenta los informes que lo avalen. De ahí que lo dejemos de momento en la nevera.
Tampoco se conoce el acabado final, correas, acolchados, pinturas y colores o sistemas de ajuste. Es algo que está por desvelar. Por supuesto, se agradece la innovación, que existe, pero a nosotros al menos nos falta testarlo en primera persona para poder dar un veredicto serio.
La idea de Kav es enviarte un kit y unas instrucciones para que puedas medir tu cabeza y pedir tu Kav impreso en 3D y totalmente personalizado a tu cabeza. El precio previsto de venta final será de 375 dólares, aunque inicialmente la colaboración ha empezado en 275.