La importancia de la altura del sillín

Algo que muchos minusvaloran o consideran una cuestión sin importancia, la altura del sillín, es clave para conseguir una frecuencia de pedaleo adecuado y que, por tanto, nuestro rendimiento sea óptimo. Pero sobre todo puede evitar multitud de problemas físicos, especialmente en nuestras rodillas, que son muy fáciles de evitar.

No son pocos los ciclistas aficionados que han tenido que dejar de lado la práctica habitual de su deporte favorito por esto. Los años van cargando y castigando nuestro cuerpo, y solo un cuidado muy cuidadoso en todos los detalles nos evitará que el cuerpo nos pase la factura en el futuro.

Estas lesiones, que en principio pueden ser leves molestias, se suelen presentar como un leve dolor en la parte anterior de la rodilla si la altura de tu sillín es demasiado baja y en la parte posterior si lo has elevado en exceso.

Pero no se acaba ahí, ya que también puede provocar dolores lumbares, problemas en la columna vertebral, sobrecargas en los cuádriceps, tendinitis o fatiga excesiva en los músculos motores. Así pues, debes ser consciente de la importancia que tiene la altura del sillín de tu bici para poder seguir pedaleando muchos años.

RECOMENDADO

Alimentación antes de montar en bici

Sagan y Van Avermaet calientan la San Remo

Alimentación durante las carreras o salidas en bici

Los relevos: tipos y cómo realizarlos correctamente

Brújula Bet III

Milán-San Remo: favoritos

La altura del sillín es personal e intransferible. Es decir, si usas una bici que no te pertenece, debes colocarlo a tu medida en primer lugar. ¿Recuerdas cuando diste tus primeras clases para el carnet de conducir, como insistía el preparador en que lo primero que debías hacer era abrocharte el cinturón de seguridad? Pues en este caso lo mismo: lo primero es el sillín.

La manera más fácil de calcularlo es montar en la bicicleta, y con el talón del pie apoyado en el pedal, situar éste en el punto más bajo. En ese punto la pierna debe quedar casi estirada por completo, pero sin llegar a hacerlo totalmente, evitando siempre inclinarnos sobre la bicicleta.

Así evitaremos toda clase de problemas físicos, alargaremos nuestra vida deportiva en consecuencia o podremos evolucionar en nuestro rendimiento al tener la posibilidad de desarrollar todo nuestro potencial.