La UCI intenta solucionar el problema con los equipos rusos
La Unión Ciclista Internacional trata de sacar del limbo en que se encuentran a los corredores de la formación rusa Gazprom-RusVelo desde que se vetara a su país en cualquier competición debido a la guerra entre Ucrania y Rusia.
Los equipos rusos siguen sin poder competir
En las últimas etapas de Giro, varios corredores se han dejado ver con una pulsera en su muñeca en la que se lee “Why?”, ¿Por qué? Se trata de una iniciativa de la Asociación de Ciclistas Profesionales para poner el foco sobre la situación que están viviendo los corredores de la escuadra rusa Gazprom-RusVelo, equipo de categoría Pro Team, el segundo escalón tras los World Teams, cuyos corredores sufren la suspensión dictada por la UCI contra su formación a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
Esto ha obligado al patrocinador principal, Gazprom, a anular su patrocinio lo que ha puesto al equipo en una complicada situación económica mientras que sus corredores permanecen sin poder disputar carreras, salvo casos puntuales donde han competido bajo la bandera de su país como la selección italiana en el último Giro de Sicilia que acogió a dos ciclistas del vetado equipo ruso.
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La Asociación de Ciclistas Profesionales emitió un comunicado de apoyo a los corredores y trabajadores del equipo instando a la UCI a sentarse a dialogar y tratar de buscar una solución a esta situación.
Por su parte, el máximo organismo internacional ha planteado a la escuadra la posibilidad de cambiar de nacionalidad, pero aunque esto les permitiría volver a formar parte de las competiciones, no resolvería el veto a su patrocinador principal. Para ello, desde la formación rusa se ha solicitado a la UCI que se haga cargo de los costes del equipo mientras dure esta situación, una petición que ha sido desestimada.
Hay que recordar que, gracias a las normas de la UCI, existe un aval que garantiza el salario de tres meses tanto de corredores como personal del equipo, aunque hasta la fecha no se ha solicitado su ejecución.
Además, la UCI ha autorizado una excepción en las normas de fichajes para permitir a los ciclistas implicados cambiar de escuadra pese a encontrarnos en mitad de la temporada.
Por el momento, la única solución plausible pasa porque el equipo encuentre un nuevo patrocinador que le permita competir tras cambiar su nacionalidad. Mientras tanto, sus ciclistas, entre ellos italianos, noruegos, checos e incluso el español José Manuel Díaz permanecen atrapados, sin comerlo ni beberlo, en un limbo con difícil salida.