Una nueva tendencia en robos consiste en robar 2 veces la misma eBike
Los robos de bicicletas eléctricas comienzan a convertirse en un problema. Los amantes de lo ajeno han descubierto que se trata de máquinas muy valiosas y demandas a lo que ahora se suma que han descubierto cómo utilizar la tecnología que incorporan muchas de estas bicis para facilitar los robos.
La imaginación a la hora de robar bicis eléctricas no tiene límite
Sufrir el robo de la bici es algo que siempre preocupa al ciclista, pero más a aquellos que tienen una ebike ya que, por lo general, suelen ser bicis más caras que sus homólogas convencionales, especialmente, en el ámbito del ciclismo urbano donde no queda más remedio que dejar la bici aparcada en la calle cuando nos desplazamos a realizar algunas de nuestras tareas diarias.
Para disuadir del robo de estas ebikes o para localizarlas si sufrimos la sustracción de la misma, muchas bicis comienzan a incorporar sistemas de localización GPS que permiten conocer su paradero. Una tecnología de la que también comienzan a aprovecharse los ladrones de este tipo de bici como se ha conocido que ha venido ocurriendo en Londres.
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Para facilitar sus robos, tras sustraer una ebike, los propios ladrones son los que colocan un localizador GPS a las bicis para, una vez vendida a un nuevo ciclista, volver a robarla días o semanas más tarde.
Esto pone a las ebikes de segunda mano bajo sospecha ya que estas bandas incluso falsifican facturas de compra para que aquel que la adquiera esté convencido de que adquiere una bici de forma totalmente lícita a su dueño original. Un problema incluso más grave que el del uso de localizadores ya que perjudica seriamente a la confianza en las tiendas que sufren la falsificación de facturas con su nombre.
La única recomendación posible para evitar el riesgo en estas transacciones pasa por evitar comprar una ebike de segunda mano a un particular, salvo que se trate de alguien de confianza y optar directamente por tiendas de venta de productos de segunda mano.