Lance Armstrong: "No fue legal, pero no cambiaría nada"
Lance Armstrong parece no haber aprendido la lección, y declara que no cambiaría nada de lo que ocurrió. Su carrera profesional se fue al traste y estuvo a punto de llevarse por delante su vida personal si no llega a ser por algunas inversiones que acabaron siendo rentables para el ciclista estadounidense. A pesar de ello, no rectifica: lo repetiría.
Lance Armstrong no se arrepiente
El ciclista norteamericano, múltiple campeón del Tour y al mismo tiempo despojado de sus éxitos una vez salió a la luz su red y estrategia sofisticada de dopaje, no es la primera vez que declara en esta dirección. Ya en 2017 afirmaba, en otros términos, que todos los ciclistas de su época estaban dopados, no retractándose de dicha afirmación y, es más, llevándola como parte de su defensa en el juicio que se celebró en Estados Unidos y en el que se le pedían 95 millones de euros por los daños causados al mundo del ciclismo.
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En aquel momento, Lance Armstrong tenía una línea argumental anclada en esa afirmación, pero se podía entender que se tratara de una estrategia de defensa y siguiese las indicaciones de sus abogados. Hoy, liberado de todo lo ocurrido en los años más oscuros del ciclismo mundial, sigue pensando lo mismo. En una entrevista concedida a la cadena NBCSN que se publicará íntegra la próxima semana, Lance Armstrong ha dicho que “no fue legal, pero no cambiaría nada”, y en nada incluye el dopaje que el de Texas practicó y que le arrebató sus siete victorias en el Tour de Francia.
“Hicimos lo que teníamos que hacer para ganar” afirma, dando por hecho que todo el pelotón usaba sus prácticas. No es una idea vaga, sino que forma parte también de la normal defensa que parte de sus seguidores hacen de sus actos, infravalorando el daño que hizo al mundo del deporte y al mundo del ciclismo en particular.
La entrevista completa a Lance Armstrong, el próximo 29 de mayo
El próximo 29 de mayo podremos verla íntegra. Una entrevista en la que el exciclista, de 47 años, dice que esa es la respuesta corta, refiriéndose a que no cambiaría las lecciones que aprendió.
En los segundos que la cadena ha compartido a modo de Teaser, Lance Armstrong no desvela grandes novedades después de otra entrevista que sí marcó un antes y un después: la que concedió a Oprah Winfrey en 2013, en la que reconoció todos los hechos que se le imputaban de su sofisticado sistema de dopaje.
Después de aquello, Lance Armstrong perdió casi 111 millones de dólares entre desembolsoso por indemnizaciones y renuncias de varias marcas a seguir con su patrocinio. Entre lo que pagó y lo que dejó de ingresar, casi acaba en la ruina. Se salvó de la quiebra gracias a una inversión que había hecho poco tiempo antes: 100.000 dólares en la compañía Uber que le reportó una cantidad en torno a los 20 millones de dólares y que liberó a su familia de las deudas que Lance Armstrong había contraído tras los juicios.
No hace mucho le vimos con Emily Batty rodando, en lo que entendimos era un comienzo para Lance Armstrong, que empezaba a lavar su imagen y a mostrar que no es un monstruo, simplemente un ciclista que se equivocó. Con estas afirmaciones siembra otra vez la sombra de la duda, pero habrá que esperar unos días para conocer la versión completa de sus declaraciones.