Mavic cambia de dueño y regresa a la estabilidad financiera

No sabemos qué calificativo usar, si salvar, rescatar, cambiar o regresar, pero la cuestión es que Mavic ha cambiado de dueño y por fin parece que su futuro despeja todos esos nubarrones que se posaron sobre la marca hace meses, cuando conocimos su delicada situación económica.

Mavic: una marca que es mucho más

Han sido meses convulsos y de gran nerviosismo alrededor de Mavic. Si hace un tiempo sabíamos de sus delicados problemas económicos, hoy por fin se ha hecho oficial que los tribunales de Grenoble han fallado en favor del grupo de inversión Bourrelier la adquisición e Mavic.

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Mavic entró en quiebra técnica el pasado mayo, justo en un contexto internacional que hacía mucho más compleja la situación, pues la pandemia paralizaba no sólo el ciclismo, sino también la justicia francesa.

Fue entonces cuando numerosos candidatos se lanzaron a la adquisición de Mavic, uno de ellos Bernard Hinault, el excampeón francés, auspiciado por el club de fútbol del Olimpique de Lyon. De hecho, esta parecía una de las propuestas mejor posicionada, pero Hinault se ha quedado a las puertas. Finalmente, el tribunal que supervisaba la venta de Mavic dio paso a la oferta de Bourrelier, dueña de Bricorama, como la más propicia.

Por qué ha sido Bourrelier quien se ha quedado con Mavic

Este tipo de decisiones responden a una multicausalidad, pero hay un elemento que sin duda llevó a la judicatura a decantarse por Bourrelier, y esa razón tiene nombre y apellidos: más de 100 puestos de trabajo. Empleos que también se mantienen tras esta compra de Mavic, algo que es sin duda otro elemento destacable y muchísimo más tangible y que el juez hizo valer.

Esos 105 empleos no son todos los de Mavic, que daba trabajo casi al doble de personal, pero tampoco supone el cierre y el despido de toda la plantilla. Un recorte severo para reflotar Mavic. También, la propuesta de Bourrelier conservaba las instalaciones que Mavic tiene en Annecy y St. Triviers respectivamente.

Hoy por hoy, Mavic pasa a convertirse en una mediana empresa que tendrá que replantear su modelo de negocio, toda su estructura y dibujar un organigrama útil y razonable. Mavic, expertos en la fabricación de componentes, destaca sobre todo en las llantas como pieza clave de su estrategia de marca.

Salvado el match ball, queda lo más difícil: volver a hacer de Mavic una marca de referencia en un mercado que se ha resentido el último año y que encara con muchas incertidumbres la situación global actual.