Chaquetas impermeables para ciclismo: qué tener en cuenta y cuáles son las mejores

Aunque todos tratemos de evitarlo, siempre hay algún día en el que nos toca pedalear con lluvia intensa. No hablamos de esa tormenta veraniega imprevista sino esos días que durante horas rodamos bajo una lluvia constante. Sin duda, la situación más exigente a la que se puede enfrentar la ropa técnica de ciclismo. Por suerte, la evolución de las membranas ha llegado a extremos en los que se nos ofrece una impermeabilidad casi total con un suficiente nivel de transpiración.

Continuar pedaleando aunque el cielo caiga sobre tu cabeza

Salvo que seamos ciclistas de competición, donde no nos quedará otra alternativa que salir, y ya ni ellos con la evolución de los rodillos y las plataformas de ciclismo virtual, todos solemos evitar los días lluviosos. Esos días que amanece totalmente cerrado y la lluvia es un constante no parar. Sin embargo, tarde o temprano tenemos algún día donde no nos queda más remedio que salir en esas condiciones. Ya porque nos encontremos en un viaje por etapas en medio de Alpes o Pirineos o porque, simplemente, el tiempo cambie de forma súbita, algo también típico de las zonas de montaña.

Unas condiciones para las que no queda más remedio que recurrir al sufrido chubasquero, una prenda que arrastra una histórica mala fama ya que tradicionalmente no pasaba de ser más que un trozo de plástico con mangas y cremallera que, si bien nos libraba de la lluvia, conseguía que acabáramos igualmente calados por nuestro propio sudor, por lo que acabábamos con el frío totalmente metido en el cuerpo.

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No debemos confundir estas chaquetas impermeables, destinadas exclusivamente a condiciones lluviosas, con las chaquetas de invierno de las que os hablábamos hace unos días, cuya función principal es lograr un buen aislamiento y confort térmico y, aunque puedan soportar cierta cantidad de lluvia, que nos permite salvar las precipitaciones ocasionales, nada tienen que hacer en esos momentos donde la lluvia se torna en intensa y constante.

Como en el resto de prendas diseñadas para un deporte activo como es la bici, los tejidos y los diseños han evolucionado hasta lograr prestaciones inimaginables hace tan sólo unos años.

6 chaquetas impermeables con las que mantenernos totalmente secos

Gorewear C5 Gore-Tex Shakedry 1985 VIZ

No se puede hablar de prendas impermeables sin hacerlo de Gore-Tex, la mebrana que revolucionó, primero en el mundo de la montaña para después extenderse a otros ámbitos como la bici, la creación de prendas técnicas. La propia creadora de esta membrana cuenta con la marca Gorewear para crear su propia línea de ropa, con el que quizás sea el mejor chubasquero del mercado. Hemos utilizado este C5 durante horas bajo lluvia intensa sin la sensación de haber encontrado el límite a sus prestaciones. Destacar que el patronaje y la elasticidad de su membrana Gore-Tex Shakedry hacen que no suponga un problema pedalear con él gracias a su gran ajuste, además de poder ser plegado con facilidad en el bolsillo del maillot cuando no lo utilicemos.

• Precio: 299,95 €
• Peso: 139 g
• Tejido: Gore-Tex Shakedry
• Tallas: S a XXL

Assos Equipe RS Rain Jacket Targa

Al igual que en sus chaquetas de invierno, Assos decide desarrollar su propia membrana impermeable a fin de lograr ajustar las prestaciones a lo que exactamente buscan. En su caso, la denominan Schloss-Tex y en su desarrollo, un laminado de tres capas, se busca ante todo la ligereza y una buena elasticidad. Sorprende que con lo fina que es cuente con tanta capacidad para soportar la lluvia. Una característica que facilita mucho llevarla en el bolsillo cuando no la utilizamos. Una construcción en la que se prima la sencillez pero que, a pesar de ello, no renuncia a detalles como la cintura de silicona que la mantiene en su sitio o la cremallera de doble carro que por cierto ha mejorado su accionamiento ya que en las primeras versiones era muy complicada subir y bajar a causa de las protecciones de silicona que la cubrían.

• Precio: 345 €
• Peso: 170 g
• Tejido: Schloss-Tex
• Tallas: XS a TIR

Sportful Aqua Pro Jacket

La marca italiana confía también en la membrana Gore-Tex para elaborar la chaqueta impermeable destinada a proteger a los ciclistas de Bora-Hansgrohe que utilizan sus prendas. Destaca en el diseño de esta Aqua cómo Sportful presta especial atención a las zonas más susceptibles de acumular más agua y, por tanto, donde el líquido puede vencer antes la resistencia de la membrana. Es por ello que hombros, codos o cuello son recubiertos por una segunda capa de Gore-Tex. También es de agradecer el detalle de las pequeñas cremalleras en las bocamangas que, en el caso de una chaqueta impermeable destinada a ser utilizada en competición, facilita mucho la tarea de ponérsela y quitarla cuando vamos sobre la bici, con guantes largos y metidos en un pelotón, una auténtica pelea con los diseños ceñidos de la mayoría de modelos actuales.

• Precio: 399,90 €
• Peso: 208 g
• Tejido: Gore-Tex
• Tallas: S a 3XL

Gobik Pluvia

En su chaqueta de lluvia la marca murciana busca otro enfoque distinto ofreciendo una prenda que busca ante todo la ligereza, conseguida a través de su tejido Lightshell. Un material que no cuenta con una capacidad impermeable tan alta como las membranas antilluvia específicas pero que lo suple con las características hidrófobas del mismo para tratar de alejar la lluvia en la medida de lo posible. A cambio, se consigue mucha mayor capacidad de transpiración o que hace adecuada esta Pluvia cuando toca pedalear a muy alta intensidad. No renuncia sin embargo a detalles como las costuras y cremallera termoselladas o los puños sobredimensionados para mejorar la interacción con los guantes.

• Precio: 75 €
• Peso: 90 g
• Tejido: Lightshell
• Tallas: 2XS a 2XL

Rapha Pro Team Gore-Tex Rain Jacket

No sólo de estilo y diseño vive Rapha. La conocida marca de ropa también cuenta con prendas técnicas de notables prestaciones como esta Rain Jacket que, como su nombre indica, es capaz de protegernos de las peores condiciones meteorológicas gracias al uso de la membrana Gore-Tex Active. Rapha apuesta por esta membrana en vez de por la más novedosa versión Shakedry aludiendo a la mayor durabilidad de esta. Por supuesto, Rapha mantiene su característico diseño sobrio y elegante que caracteriza a sus prendas y que, en el caso de esta Rain Jacket, se combina con un patrón ceñido orientado a un uso deportivo. Algo que también queda patente en la longitud especialmente generosa de la espalda para ofrecer la máxima cobertura aun cuando vayamos sobre una bici deportiva adoptando una posición aerodinámica.

• Precio: 270 €
• Peso: 148 g
• Tejido: Gore-Tex Active
• Tallas: XS a XXL

Endura Pro-SL

La firma escocesa ya, seguramente por el duro clima de su tierra de origen, siempre ha contado en su catálogo con numerosas opciones de protección para los ciclistas. Desde auténticos conjuntos para cubrir todo el cuerpo de aquellos que se pierden por la montaña a buscar los más angostos senderos hasta esta Pro-SL destinada a quienes hacen un uso más deportivo de la bici por su diseño más sencillo y corte ergonómico. Endura es de las marcas que decide utilizar su propia membrana impermeable que denomina ExoShell60SL, un tejido de 3 capas que se crea con conciencia ecológica al estar libre, al contrario que la mayoría de membranas del mercado, de PFC. Destaca la facilidad de accionamiento de su cremallera y el buen diseño de las ranuras que permiten acceder a los bolsillos del maillot con ella puesta, uno de los quebraderos de cabeza habituales a la hora de diseñar este tipo de chaquetas y que no siempre se resuelve de forma idónea, incluso muchos directamente prescinden de esta característica.

• Precio: 239,99 €
• Peso: 161 g
• Tejido: ExoShell60SL
• Tallas: XS a XXL

A tener en cuenta a la hora de elegir una chaqueta impermeables

Al igual que ocurre en las chaquetas invernales, Gore con las diferentes versiones de su membrana Gore-Tex, el tejido elaborado a base de teflón que revolucionó las prendas técnicas es la que marca el camino a seguir.

Esta situación predominante hace que sea esta marca la que marque el ritmo del mercado y la demanda hace que sus precios sean elevados. Un precio que, por otra parte, tiene bien ganado ya que las prestaciones que ofrecen sus membranas siguen siendo prácticamente insuperables pese a que las opciones alternativas han logrado alcanzar un nivel altísimo.

Hablando de precio, precisamente esto es lo que echa para atrás a muchos ciclistas. Gastar más de 200 o 300 euros en algo que no deja de ser un chubasquero, avanzado eso sí, puede resultar doloroso, sobre todo por estar destinado a unas condiciones meteorológicas que tratamos de evitar siempre que podemos. Sin embargo, para quienes viven en zonas donde la lluvia es un meteoro común, se convierte en una prenda imprescindible para realizar su actividad ciclista y son ellos quienes más suelen valorar la inversión en una buena chaqueta impermeable frente a los chubasqueros convencionales que, o bien apenas ofrecen protección o bien hacen que acabemos encharcados de sudor.

Precisamente, el gran aporte de estas chaquetas impermeables es la de ofrecer una resistencia al agua casi inacabable a la vez que nos permiten seguir pedaleando a intensidades moderadas. Evidentemente, la capacidad de transpiración de las membranas tiene un límite y cuando llega el momento de apretar es fácil sobrepasarlo y acabar acumulando demasiada humedad en el interior.

Sin embargo, para esas jornadas de entrenamientos de fondo en las que toca echar kilómetros a ritmo constante se muestran perfectas. Nosotros hemos llegado a pedalear con alguno de los modelos que recomendamos durante más de 6 horas, llegando a casa completamente secos pese a no dejar de llover en ningún momento del recorrido.

A la hora de elegir chaqueta, además de fijarnos en las cifras de resistencia al agua y capacidad de transpiración que suelen ofrecer las marcas, y que en todo caso hay que coger con pinzas ya que cada firma realiza sus propios test el patronaje y el diseño marcan la diferencia. En el primer caso, siempre es preferible optar por modelos de corte ceñido que nos eviten ir ofreciendo demasiada resistencia al viento. Ahí es otro de los puntos donde destacan las membranas de Gore-Tex de última generación frente a otras membranas más convencionales ya que han sido capaces de lograr un nivel de elascticidad increíble frente a la tradicional rigidez que se asociaba a la misma.

Una elasticidad que además nos permite una mejor capacidad de plegado a la hora de guardar el chubasquero en el bolsillo. En todo caso, hemos de contar que este tipo de chaquetas ocupa más espacio del que nos resta un simple cortavientos o chaleco, aunque si optamos por modelos con mayor capacidad de plegado probablemente estemos renunciando a protección

El diseño es otro aspecto vital en estas prendas. Cuanto más sencillas por lo general, mejor funcionan. Pese a que todas las marcas protegen las costuras mediante el uso de termosellados, estas siempre son el punto débil de las prendas y por donde primero accederá el agua con el paso del tiempo. Cuanto menos uniones haya o menos detalles superfluos como bolsillos externos, mayor será a priori la durabilidad de la prenda. Algo a tener en cuenta con el desembolso que suponen.

Por último, hemos de verificar también el ajuste de mangas y cuello al ser puntos por donde el agua puede penetrar con facilidad y arruinar el aislamiento del resto de la prenda. El cuello ha de ser lo suficientemente ceñido como para impedir la entrada de agua pero sin que ello suponga que llegue a ser molesto. Por su parte, es preferible elegir modelos que se ciñan a los puños y permitan colocar los guantes por encima de ellos para evitar la entrada de agua por ese punto. También es importante comprobar la cintura, que cuente con algún método para mantenerla ceñida sin que se suba. Elásticos e inserciones de silicona o goma suelen ser las soluciones más socorridas.

Pese a tratarse de prendas caras y para situaciones muy concretas, sólo un día de esos terribles en los que la ropa marca la diferencia entre que lo recordemos como una aventura épica o como una total miseria, ya merece la pena el desembolso. No hay más que ver las noticias que aparecen en los medios cuando una marcha famosa como pueda ser la Quebrantahuesos tiene que lidiar con una jornada de alta montaña con participantes abandonando en masa incluso teniendo que ir a ser recogidos a cualquier punto perdido del recorrido.