La meteorología, el caos en carrera y las decisiones de la UCI
De nuevo, la aplicación del protocolo de meteorología extrema causa polémica y división en el pelotón tras la neutralización de parte de la etapa de París-Niza a causa de una fuerte granizada y la posterior reanudación de la carrera.
No llueve a gusto de todos en la París-Niza
Primera etapa con final en alto de la edición 2025 de París-Niza, 50 kilómetros para la conclusión cuando comenzaba a llover copiosamente y se convertía en un duro granizo. En esta ocasión de forma totalmente justificada, los jueces árbitro deciden parar la carrera mientras los ciclistas buscan resguardo y ropa seca en sus coches de equipo mientras la mayoría permanece bajo la lluvia.
La polémica surge después cuando, pasada la tormenta, los jueces toman la decisión de reanudar la carrera lo que causa la crítica de muchos ciclistas, entre ellos el propio Jonas Vingegaard. De hecho, muchos ya se habían acomodado en sus coches de equipo mientras que otro buen número de ciclistas, encabezados por Movistar y con un joven Iván Romeo liderando las reclamaciones se aprestaban a continuar la carrera.
Iván Romeo(@ivanromeo_03), el portavoz de los afectados en la etapa de hoy#ParisNice
— Teledeporte (@teledeporte) March 12, 2025
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En esta ocasión se acabaron imponiendo los que querían correr frente a los que buscaban parar la etapa, al contrario que hace algo más de un mes durante la disputa de la Challenge de Mallorca que, con una situación meteorológica menos extrema, vio como únicamente los ciclistas de equipos ProTour querían proseguir mientras que acabó imponiéndose la decisión de los equipos grandes y se detuvo la carrera con el tremendo enfado de su organizador.
Y es que estas polémicas re repiten ciclícamente ya que la aplicación del protocolo de meteología extrema no establece unos parámetros precisos de cómo ha de hacerse lo que al final redunda en unos espectáculos esperpénticos que no dan una buena imagen precisamente al ciclismo.
"Safety car" protocol officially debuts in cycling.#ParisNice pic.twitter.com/Ldaqzoc2fo
— La Flamme Rouge (@laflammerouge16) March 12, 2025
Cierto es que hoy en día ya no volveremos a ver imágenes como aquellas de la etapa del Giro de Italia de 1988 cuando se atravesaba el Gavia entre una tremenda ventisca sin embargo, lo visto en los últimos tiempos, de cara al espectador, atenta directamente contra la épica de este deporte cuando se han suspendido carreras de forma claramente injustificada como ocurría el año pasado en O Gran Camiño, cuando se anulaba la disputa de una de las etapas y momentos después salía un sol radiante.
Ayer en París-Niza, lo que protestaban por la reanudación alegaban que el parón les había dejado fríos e incluso algunos hablan de hipotermia, pero ¿no eran las mismas condiciones para los que si buscaban competir y pudieron hacerlo sin problema?
Tampoco se tiene en cuenta el grave daño al organizador de la carrera. No tanto en el caso de una gran prueba como la París-Niza pero para una carrera como la mencionada O Gran Camiño o la Challenge de Mallorca no poder justificar la inversión que hacen sus patrocinadores puede significar la puntilla que haga que al año siguiente no se consiga la inversión necesaria para poder celebrar la carrera.
Opiniones enfrentadas, ciclistas que cada vez toleran menos las miserias inherentes al ciclismo, organizadores que han hecho un esfuerzo por sacar adelante la carrera y una UCI que plantea unas normas que se prestan totalmente a la interpretación hacen que sea una polémica que se repite cada vez que el mal tiempo hace su aparición en la carretera. Por cierto, para el sábado, etapa reina de la París-Niza con final en Auron la previsión vuelve a ser de fuertes lluvias, veremos lo que ocurre.