Miedos ciclistas comunes y cómo afrontarlos

El miedo es algo natural. Esa sensación de angustia y malestar es un mecanismo de nuestro propio cerebro para prevenirnos de un peligro. Pero no superarlos puede hacernos no avanzar, y los miedos ciclistas, como cualquier miedo, es imprescindible superarlos. Por eso, para avanzar.

Tus miedos ciclistas son comunes

No te asustes. El miedo es un hecho común. No existe ni una sola persona en este planeta que no haya sentido miedo. Es algo humano para alertarnos de cualquier peligro o riesgo. La cuestión es que ese peligro puede ser real o no, y ahí radica una de las principales razones que nos pueden ayudar a superar los miedos.

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En un deporte como el ciclismo, pensarás que los principales miedos son a una caída, a recaer de una lesión o a sufrir un accidente por parte de terceros, pero te sorprendería saber la cantidad de miedos que puede tener un ciclista, como por ejemplo, miedo a un bajo rendimiento.

Es normal que quizá no te hayas parado a analizar tus miedos ciclistas, porque lo recurrente es transmitir una imagen de seguridad, de placer, de esfuerzo. Es un reflejo de lo que vemos en la publicidad o incluso en nuestro propio pelotón: nos mimetizamos para integrarnos. Pero detrás de esa máscara pueden existir miedos ciclistas que son, sin duda, otro gran reto a superar, otro gran puerto a coronar.

Principales miedos ciclistas y cómo afrontarlos

A continuación, te indicamos algunos de los principales miedos ciclistas que se han detectado en numerosas encuestas. Como seguro podrás comprobar, te será fácil identificarte con alguno más que con otro, porque se sintetizan en cuatro.

En primer lugar, si lo primero es la salud, es común preocuparse por ella en cuestiones víricas sobre todo. Con la que está cayendo con la pandemia de Covid 19 más aún. Si ya se sabe que mucha práctica deportiva, además, puede provocar una bajada de defensas, la sugestión se dispara. Pero la solución aquí es una solución sin remedio: todo el tiempo trataremos con probabilidades, estadística.

Tu misión es reducir las posiblidades de enfermar al máximo, pero ni un paso más. Con esto nos referimos a que tengas una alimentación muy cuidada y con respecto al virus tomes todas las precauciones y sigas todas las medidas sanitarias. A menudo, en muchos aspectos de la vida, no podemos elegir, solamente reducir las probabilidades al mínimo. Y ya está, no podemos hacer más.

Sin duda, más allá de esta situación tan particular del coronavirus, el mayor miedo es sin duda el miedo a una caída o a un accidente. Sobre todo, ese miedo gana enteros cuando se ha sufrido ya alguna caída o se ha visto involucrada esa persona en un accidente. Es normal y lógico. El dolor y la recuperación se graban a fuego. Pero qué mayor objetivo que volver, que regresar. Apóyate en tu entorno. Busca un grupo sano, que comprenda tu situación, un pelotón que te proteja en tu retorno. También es muy útil comenzar a rodar de nuevo por circuitos cerrados e ir ganando confianza. Y, por supuesto, si hablamos de un atropello, ayuda psicológica será esencial, no temas pedirla. Paso a paso, poco a poco, volverás.

Con respecto a los miedos ciclistas en ruta, dando pedales, sin duda el mayor es a los descensos. En estos tramos, la adrenalina se dispara. Esto, por una parte, te beneficia: la adrenalina fina tus sentidos, cierra el campo de visión para que te concentres en tu trayectoria, y tensa tus músculos preparándolos para reaccionar rápido. El riesgo, precisamente es el mismo: no ver qué te puede venir de costado, y engarrotar las piernas y no reaccionar más tarde suficientemente a tiempo. Si te da pánico cuando la ruta se pone cuesta abajo, lo mejor es mejorar tu técnica. Tener más seguridad es el único camino, así que aprende a mejorar tu posición sobre la bici, a distribuir pesos, a controlar la frenada al pelo, a medir cada trazada de forma estudiada. Serás mejor ciclista y el miedo a bajar desaparecerá.

Por último, no queremos olvidarnos del miedo al fracaso. Al fracaso deportivo nos referimos. Aquí, lo mejor si compites para evitar este miedo ciclista es establecer un buen plan de entrenamiento y alimentación, ayudándote de profesionales, y cumplirlo estrictamente. De esta forma, te aportará paz saber que hiciste todo en tu mano. Pero además, aprende a vivir la derrota, asimila perder y aprende de ello en otras facetas de tu vida. Aprende también a valorar el éxito de los demás. Sé competitivo durante, nunca antes ni después. Vive para ser feliz, no para ser perfecto.

Esperamos que estos consejos te sirvan para superar tus miedos ciclistas. Haberlos, “haylos”, ya saben, como las “meigas” en Galicia. Pero todo se supera, algo que ya sabes si eres un buen ciclista.