Monoplato vs biplato en gravel ¿qué es mejor?
La gran disparidad de conceptos que abarca el gravel ha hecho que el debate sobre si es más apropiado el doble plato o el monoplato no se haya hecho esperar. Una discusión en la que se vieron enfrascados hace un tiempo los aficionados al Mountain Bike, decantándose finalmente la partida en favor del plato simpre pero que, en el gravel, cuyo ámbito de uso es mayor, está lejos de resolverse hacia uno u otro lado.
Qué transmisión elegir para una bicicleta gravel
Lo que empezó siendo una modalidad derivada de la bici de carretera con modelos aptos para rodar sin problemas por pistas de tierra ha acabado extendiendo su rango de utilización hasta conformar un amplio ecosistema en el que conviven diversas filosofías en lo que respecta a qué es el gravel.
Si en su origen se trataba únicamente de rutear, combinando pistas de tierra y carreteras, ahora encontramos que esta idea inicial ha evolucionado en varias direcciones: hacia los que encuentran en las bicis gravel máquinas perfectas para aventuras de varios días equipados con bolsa de bikepacking, quienes tratan de regresar al Mountain Bike más primigenio afrontando duros recorridos que incluyen dificultades técnicas pero sobre estas bicis que obligan a extremar las habilidades al carecer de suspensión o, por otra parte, el crecimiento del gravel de competición que ha tenido su culmen con la disputa del primer mundial de la especialidad.
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Tampoco nos debemos olvidar de aquellos que, aprovechando la polivalencia y buen desempeño de las bicis de gravel en todos los terrenos eligen este tipo de máquinas como bicicleta única para usar tanto en carretera con cubiertas lisas, como fuera de ella.
Esta multitud de conceptos también afecta a los desarrollos escogidos en la bici, que tienen su principal caballo de batalla en la elección de una configuración de doble plato o de monoplato. Elegir uno u otro es un aspecto que está aún lejos de resolverse dado que en la actualidad conviven ambos modelos en el mercado con sus partidarios y detractores.
Es más, las opciones disponibles abarcan desde modelos con bielas típicas de carretera y platos 50/34, combinados con un casete con piñón de 34 para obtener una relación 1:1 como podemos encontrar, por ejemplo en los grupos Ultegra o 105 de carretera, o en aquellas bicis que montan bielas 46/33 y casete 10-33 en el caso de SRAM.
En el otro extremo encontraríamos auténticos desarrollos de bici de montaña, en especial en modelos montados con SRAM cuya tecnología AXS permite combinar sin el menor problema componentes de carretera y de montaña, encontrando opciones monoplato que se combinan con el monstruoso casete 10-50 de la marca.
Entre medias, un gran número de combinaciones como las ofrecidas por los grupos específicos de gravel GRX de Shimano, o las nuevas especificaciones XPLR de los grupos de carretera de SRAM, desarrolladas también con el gravel en mente.
Y es que no es lo mismo alguien que realiza un gravel aventurero, por terrenos complicados y que busca la mayor sencillez mecánica que le aporta un sistema monoplato, que quién disputa una carrera de gravel a grandes velocidades donde contar con el desarrollo exacto en cada momento es esencial para reservar al máximo las fuerzas, algo para lo que el doble plato resulta ideal y por ello es la configuración que más habitualmente vemos entre los triunfadores de las principales pruebas del calendario como la Unbound o el recientemente estrenado mundial de gravel que directamente se ganó con una bici de carretera.
En cualquier caso, cada sistema tiene sus ventajas e inconvenientes por lo que cada uno será el que tendrá que sopesar si es el monoplato o el doble plato lo que mejor se adecúa al tipo de recorridos que realiza y a la filosofía de lo que para él es el gravel.
Pros y contras del monoplato en Gravel
Sin duda, la gran ventaja que encontramos en el uso del monoplato en las bicis de gravel es la sencillez del conjunto. Únicamente nos tenemos que preocupar de subir y bajar piñones. Aparte, menos piezas en la bici son menos puntos de fallo, razón principal que hizo que este sistema haya acabado triunfando en las bicis de montaña.
El uso del monoplato además solventa uno de los problemas remanentes de las transmisiones con doble plato que son las salidas de cadena a la hora de efectuar los cambios. Al no necesitar mover la cadena, los dientes del plato se pueden diseñar de forma específica para mantenerla firmemente en su sitio, lo que unido a los sistemas de embrague que incluyen los cambios traseros para evitar el balanceo de la cadena hacen que sea un problema casi inexistente en combinaciones monoplato.
El monoplato también es una ventaja para los fabricantes ya que la ausencia de desviador permite dotar a las bicis de mayores pasos de rueda sin necesidad de recurrir a complicados diseños.
En el lado de las pegas están los desarrollos ya que nos obliga a estudiar el terreno por el que vamos a rodar para elegir antes de la salida el plato más adecuado y, aparte, tenemos que encontrar un compromiso entre rango disponible de relaciones y el salto entre desarrollos. Si recurrimos a un casete con amplitud suficiente para subir por cualquier pendiente y no quedar sin impulso en las bajadas y llanos tendremos que renunciar a saltos entre desarrollos contiguos reducidos.
Ventajas
- Sencillez mecánica
- Posibilidad de usar cubiertas de mayor balón
Inconvenientes
- Elegir el plato adecuado
- Compromiso entre rango y salto entre desarrollos
Pros y contras de montar dos platos en Gravel
Por su parte, los dos platos son una tecnología sobradamente probada y que ha ido mejorando con el paso de los años en el ámbito de la bici de carretera. Es por ello que la fiabilidad mecánica es cada vez mayor, sobre todo, con los actuales grupos de accionamiento electrónico.
En su favor está que cada plato nos ofrece un rango completo de desarrollos, aunque algunos se solapen, por lo que podemos tener un rango amplio entre extremos y, a su vez, conservar un salto reducido entre desarrollos contiguos que nos permita llevar siempre la cadencia adecuada.
También en la configuración de doble plato podemos jugar con el tamaño de los platos para darle a la bici un enfoque competitivo o mucho más rutero haciendo uso de las diferentes variantes que hoy en día ponen las marcas a nuestra disposición.
Sin embargo, no deja de ser un sistema que ha de estar perfectamente ajustado para evitar roces y salidas de la cadena pese a la mejora de su funcionamiento. También tenemos que valorar la mayor complejidad de uso, nada excesivo para quién esté habituado, pero que nos puede asaltar si solemos movernos por terrenos complicados en los que tenemos que escoger la combinación correcta en el instante para evitar tener que echar pie a tierra.
Ventajas
- Rango de desarrollos y poco salto entre ellos
- Variedad de desarrollos para elegir
Inconvenientes
- Mayor complejidad mecánica
- Mayor dificultad para elegir el desarrollo adecuado a cada situación
Conclusión: depende del gravel que practiques
Como ya os dejábamos entrever al comienzo, no es una decisión fácil y dependerá en gran medida del uso que le deis a la bici y del enfoque con que contempléis el gravel.
Aquellos ciclistas que provengan del mundo de la carretera seguramente tendrán dificultad para lidiar con los grandes saltos entre desarrollos de los casetes utilizados con el monoplato. Aspecto que se acrecienta si tenemos pensado utilizar la bici como opción única también para salir por carretera y donde llevar la cadencia adecuada es esencial cuando tenemos que seguir el ritmo que marca el grupo.
Por otro lado, aquellos ciclistas que busquen un gravel más aventurero, sin tener en cuenta velocidades ni rendimiento sino que su objetivo sea perderse por los caminos, encontrarán en la transmisión monoplato un aliado que les permite olvidarse de problemas mecánicos o de decidir en medio de un tobogán si tienen que quitar plato o no.
Como veis, la gran disparidad de conceptos que abarca el gravel hace que le debate sobre que transmisión es la más idónea para esta modalidad aún durará mucho tiempo, al menos hasta que las transmisiones tengas 13 piñones o más, opción que ya proporciona el grupo Campagnolo Ekar o el Rotor 1x13, concebidos como únicamente monoplato y que permiten reducir el problema de los saltos entre desarrollos a la par que se mantiene el necesario rango entre extremos para lidiar con las distintas situaciones.