El ciclismo te puede ayudar a combatir los efectos del cambio de hora
La llegada del horario de invierno, más allá de condicionar nuestros entrenamientos, supone unas alteraciones que la bici puede mitigar. Sentirnos bajos de energía o cansados, como si sufriéramos jet-lag, es normal durante estos primeros días con la nueva hora y montar en bici puede ser uno de los mejores remedios para recuperar esa vitalidad lo antes posible.
La bicicleta como antídoto al horario de invierno
Mientras se sigue discutiendo su eliminación, que estaba prevista para el año 2020 cuando la pandemia llegó para detener todo, una vez más, el último fin de semana de octubre es para muchos sinónimo de la llegada de la oscuridad con la aplicación del horario de invierno que acorta las tardes más aún que lo correspondiente a la época del año en la que nos adentramos.
Un cambio de hora que comenzó a realizarse a comienzos del siglo XX buscando un mayor aprovechamiento de las horas de luz para así ahorrar energía. Sin embargo, en los tiempos actuales con un ritmo de vida que no para y que se extiende desde temprano por la mañana hasta bien entrada la noche es una medida que ha dejado de tener sentido según demuestran los últimos estudios al respecto y es por ello que se planteó su eliminación.
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Mientras el fin del cambio de hora se concreta, no nos queda otra que seguir lidiando con sus efectos que como si fuera el jet-lag que sufrimos cuando viajamos en avión, se traduce en cansancio, bajón de energía, alteraciones del sueño y otros desajustes que el organismo tarda en asimilar.
Además de los días posteriores al cambio de hora, el propio horario de invierno, que nos deja menos horas hábiles de luz supone en muchos casos extender estos efectos y que durante los meses de invierno nuestro estado de ánimo se resienta.
El motivo de estos efectos hay que buscarlo en las alteraciones de los ritmos circadianos que regulan el funcionamiento del organismo ajustando la liberación de determinadas hormonas y que se sincronizan habitualmente con los ciclos luz-noche.
La bici como antídoto
En realidad deberíamos decir, cualquier actividad deportiva pero como esta es una web de ciclismo, haremos apología de nuestro deporte. Sin embargo, todos tenemos claro que practicar ciclismo durante estos meses puede ser complicado para algunos por la falta de horas de luz por la tarde.
Si nuestras obligaciones laborales nos lo permiten, tratar de montar en bici por la mañana nos ayudará a activar el cuerpo y cargarnos de energía para todo el día. Por la tarde, cuando la luz cae y la secreción de melatonina nos hace sentirnos cansados y con ganas de ir a dormir, montar en bici, ya sea con luces en el exterior o en el rodillo, nos ayudará a mantenernos activos hasta completar la jornada. Aparte, el cansancio acumulado por la actividad deportiva servirá para que podamos dormir mejor, claro está siempre que no sea excesivo, en cuyo caso podemos desvelarnos.
Aparte del deporte, tratar de mantener unas rutinas también ayudará al organismo a fijar nuevos ritmos: mantener las horas de las comidas, dormir las horas suficientes, compensar la hora a la que nos levantamos también pueden ser buenas tácticas para afrontar el cambio horario.
Y, aunque es un consejo que se debería aplicar siempre, estar bien hidratado ayuda a que el cuerpo se mantenga activo y no caigamos en esos bajones de energía tan habituales de la época invernal. El resto, simplemente seguir descontando días hasta la próxima temporada estival, algo que resulta más fácil si pensamos que, a partir del 21 de diciembre los días vuelven a alargarse lentamente, algo que a finales de enero ya es claramente perceptible. Antes de que nos demos cuenta estaremos otra disfrutando de esas largas tardes de bici.