5 razones por las que deberías probar el velódromo este invierno

Si no te gusta mucho el barro, ni tampoco dejarte los cuartos en cambio de componentes que estaban nuevos o seminuevos antes de salir bajo la lluvia, deberías considerar el velódromo como una forma más de entrenamiento durante los meses invernales.

Te damos 5 argumentos por los que el velódromo te hará mejor ciclista

Vamos al grano:

1. Aumentarás tu potencia y tu cadencia ya que en el velódromo es fundamental la cadencia. Aprenderás a mantener una marcha quizá algo más pequeña a tu potencia máxima, pero más constante ya que tienes que pasar un buen rato en ella. Esa constancia te servirá luego para conocer mejor tu ritmo de pedalada y la gestión de toda tu potencia, que fuera del velódromo es fundamental. Además, mantendrás una grandísima forma física sin tener que bañarte en barro y nadar en charcos.

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2. Puedes desarrollar planes de entrenamiento propio y muy cuantificable. Incluso puede que allí te encuentres con personas preparadas y expertas en pista y velódromo, que te aconsejen muy bien sobre ciertos aspectos exclusivos de esta disciplina. Si no es así, cualquier ciclista que use el velódromo con cierta asiduidad puede guiarte. En última instancia, en YouTube hay miles de vídeos sobre el funcionamiento de un velódromo.

3. Es inevitable que socialices, porque vas a estar dando vueltas a la pista con las mismas personas durante un buen rato. Así que es también lógico pensar que si te esfuerzas un poco en tus habilidades sociales, tus habilidades para ir en grupo mejorarán: en el velódromo es fundamental controlar tu posición en carrera, en el grupo, así como la posición y movimientos del resto.

4. Hay muchísima variedad de pruebas en un velódromo, aunque te sorprenda. Carrera por puntos, carrera por tiempo, carrera por eliminación, seguimiento y caza o sprint son algunas disciplinas que se practican en velódromo. Y esto son pruebas, porque juegos de entrenamiento, o dinámicas de grupo e individuales durante un entreno hay centenares. Puedes buscar el aspecto que quieres mejorar y elegir las disciplinas con consonancia. O simplemente, puedes practicar las que más te diviertan.

5. Te mantendrás en forma durante el invierno y conocerás especificaciones de productos para velódromo. Porque es un mundo bastante especial, así que vas a familiarizarte muchísimo con los componentes de tu bicicleta. Sobre todo porque en algunos momentos tendrás que hacer cambios en tu bici para ciertas pruebas de velódromo, así que cambiar un plato, una cadena o elegir entre un tipo de rueda u otra son algo bastante común. Se te abre un mundo de componentes que además te servirán para explorar con cuáles de ellos te sientes mejor a la hora de rodar, aprovechar todo esto fuera de la pista, cuando ruedes fuera del velódromo.

El olvido de los velódromos en España

El buen clima, fundamentalmente, es el responsable de que los ciclistas españoles no consideren a menudo el uso de un velódromo. Pero no es la única razón. Aquí el ciclismo no se fomenta en pista, sino más bien como ocio para iniciarse. Y sobre todo, en nuestro país el estado de los velódromos no es el óptimo ni en cantidad ni en cuidados.

Es cierto que hay un gran número de velódromos alrededor del territorio nacional, pero más de la mitad no se encuentran en un estado óptimo para el uso por parte de ciclistas que quieran entrenarse en él. Hay casos hasta de velódromos semiabandonados que encogen el alma.

Pero salvando todo esto, sí que existen algunos dignos de elogio, velódromos en los que el ciclista puede desarrollar unas horas de entrenamiento muy exigente en unas instalaciones excelentes.

Las dos razones que también evitan su uso masivo, son sin duda la distancia que a menudo hay que recorrer para llegar hasta el velódromo más cercano; y que la mayoría de estos requieren acreditación, matriculación o previo pago de entrada. Eso sí, compensa: los profesionales afirman que en la mitad de tiempo de entrenamiento, en un velódromo se mejora el doble en cuanto a técnica de pedalada, posición en la bici y cadencia.

¿Conoces algún velódromo por tu zona? Pues ya sabes, pruébalo. No pierdes nada, y sí que te puede aportar mucho.