Muere atropellado un conocido ciclista en Ibiza y el conductor se da a la fuga

Las tragedias se sigue sucediendo. La última ocurrió el pasado sábado, 29 de abril, cuando vehículo atropelló a un grupo de ciclistas que salieron a entrenar en la isla de Ibiza. El conductor, ebrio, acabó con la vida del ciclista Daniel Viñals (34 años) y se dio a la fuga.

La desgracia se certificó la misma mañana del suceso, en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. Los doctores no pudieron hacer nada para salvarle la vida debido a la gravedad de sus lesiones.

El trágico suceso que acabó con la vida de un ciclista en Ibiza

Daniel Viñals rodaba junto a un compañero por la carretera ibicenca que conecta las localidades de Sant Josep y Sant Antoni, alrededor de las 10:15 horas del sábado 29 de abril. Fue entonces cuando un Land Rover blanco que circulaba a gran velocidad rebasó una línea continua para adelantar a otro vehículo, colisionando de frente con los dos deportistas.

Afortunadamente el compañero de Daniel Viñals no sufrió heridas de gravedad, ya que impactó contra el retrovisor del vehículo. Se recupera con buen pronóstico de varias heridas de carácter leve.

Conductor ebrio y a la fuga

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El conductor del vehículo todoterreno no detuvo su marcha para auxiliar a los ciclistas, más al contrario prosiguió su camino. Unos kilómetros más adelante abandonó el coche y se dirigió a su casa andando. Una patrulla de la Guardia Civil le localizó, sometiéndole a una prueba de alcoholemia en la que dio positivo, con una tasa de 0,95 (el cuádruple de lo permitido).

Concentración en recuerdo de Daniel Viñals

El puerto de Ibiza acogió una multitudinaria concentración al conocerse el trágico final de esta historia. Una 300 personas se citaron allí para recordar a Daniel Viñals y exigir más seguridad para los ciclistas que cada día deben jugarse la vida, literalmente, para practicar su deporte favorito.

Antes estos hechos, desde aquí no nos queda más que enviar  nuestro pésame y todo nuestro apoyo a la familia y los amigos de Daniel Viñals. Y desear que, esta vez sí, ¡ni un ciclista más!