La música de alto tempo permite aumentar tu rendimiento sobre la bici
Un ritmo con altos golpes por minuto mejora tu ritmo sobre la bici. Está demostrado.
Numerosos estudios científicos lo avalan: el ritmo de la música en el ciclismo y el mountain bike puede ser importantísimo, ya que puede hacer crecer tu rendimiento sobre la bici. Te hablamos de esos resultados y te explicamos por qué.
Por qué la música y el ciclismo hacen buena mezcla
Hay algo que es innato al ser humano: parece existir una clarísima predisposición en nosotros a la hora de acompasar nuestros movimientos con los ritmos y tempos de música altos. Así lo corroboran diversos estudios, que confirman que a ritmos y tempos altos los movimientos motores son mucho más eficientes y, por lo tanto el rendimiento mejora.
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¿A qué nos referimos cuando decimos tempo alto en música? A más de 100 BPM. BPM es el acrónimo de “beat per minute”, es decir, golpes por minuto que tiene un ritmo. ¿Y qué músicas tienen más de 100 BPM? Varias: el reggaetón tiene unos 100 BPM por minuto; el pop, el rock y el dance unas 120; el trance unas 140; y el heavy metal y el punk es el género de mayor valor, unos 140 BPM.
Si eres capaz de encontrar un estilo de música que además de gustarte tenga un tempo adecuado a tu ritmo y cadencia, mejorarás tu rendimiento en ciclismo.
Los estudios que relacionan música y ciclismo
En 2006, el estudio llevado a cabo por el científico deportivo Javier Yanguas sintetizaba todo lo estudiado hasta la fecha sobre música y rendimiento deportivo, teniendo en cuenta al ciclismo entre los deportes más practicados. En el estudio se recogía que la música no tiene un efecto ergogénico (es decir, no favorece por sí misma una mejora del rendimiento en ciclismo, como parecía obvio), pero que sí mejora la coordinación y el ritmo motor, por lo que el tipo de música y su tempo son importantes para este fin.
Algo que corroboró la Universidad de Costa Rica en 2001, analizando el efecto sobre la frecuencia cardíaca y el esfuerzo percibido durante la actividad física y en función de la intensidad de la música. Un grupo de estudio fue analizado bajo tres situaciones y el mejor rendimiento se alcanzó con música a un volumen alto y con un ritmo alto.
Es evidente que el compás y el tempo de la música ayudan a dos aspectos fundamentales: a sincronizar mejor tu ejercicio, y a mantener mayor constancia en él.
El último estudio, presentado este 2019, analizaba a fondo qué tipo de música influía sobre todos los parámetros medibles del ejercicio, y los valores no solo corroboraron lo dicho hasta ahora, sino que se comprobó que a mayor BPM, más se exprimía el deportista.
Por tanto, el ciclista tiene en la música un aliado. Eso sí, y esto es fundamental decirlo: no aconsejamos en ningún caso circular con auriculares por entornos compartidos en los que haya peatones y tráfico abierto. Es muy arriesgado de hecho. Practicar ciclismo o mountain bike sin escuchar tu entorno es muy pero que muy peligroso. No lo hagas.
Sí que hay contextos en los que puedes hacerlo. En velódromo, por ejemplo, y siempre que circules solo (todos sabemos que hay horas y días perfectos para ir al velódromo y relajarte con toda la pista para ti) puedes hacer un uso medido de la música, siempre a bajo volumen. Pero también hay circuitos cerrados, sobre todo en mountain bike, en los que la música también puede acompañar al ciclismo sin riesgos. Por supuesto, en todas las disciplinas de ciclismo indoor, como el rodillo o la bicicleta estática, es totalmente aconsejable usar música para mejorar tu rendimiento.
Otra opción, es usar auriculares de conducción ósea. ¿No los conoces? Se trata de un tipo de auriculares que descansan sobre el orificio de la oreja, y no se introducen en ella sino que transmiten la música a través de las vibraciones en el cráneo y los huesos del oído. Así, música y ciclismo sí se pueden combinar, porque sigues escuchando el entorno.
Son opciones de lugares y artilugios que pueden ayudarte a la hora de entrenar, a base de combinar música y ciclismo sin riesgos.