¿Nueva subida de precios? el sector ciclista espera nuevos retrasos por el conflicto en el Mar Rojo

La industria ciclista contiene el aliento ante las consecuencias que podría acarrear el conflicto desatado en el Mar Rojo. La zona juega un papel clave en el comercio mundial y varias navieras importantes ya han decidido rodear el continente africano. Con esta decisión, se alargan las travesías y se retrasan las entregas, aunque en principio la coyuntura no debería afectar a los costes.

La incertidumbre golpea de nuevo al sector ciclista ante los retrasos y una hipotética subida de precios

La escalada de tensión en el Mar Rojo ha puesto en jaque la logística global. El estrecho de Bab al Mandeb -flanqueado por Eritrea, Yibuti y Yemen- tiene apenas 32 kilómetros de ancho y es la puerta de entrada meridional al Mar Rojo. Los ataques hutíes -grupo rebelde de Yemen- han provocado que algunos buques renuncien a pasar por el Canal de Suez y prefieran optar por rodear África.

La ruta por el Mar Rojo facilita el transporte entre Asia y Europa; una vía de navegación que registra cerca del 15% del comercio marítimo global, según la Organización Marítima Internacional (OMI).

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A principios de año, el Secretario General de la OMI, Arsenio Domínguez, explicó que unas dieciocho compañías navieras "ya han decidido desviar sus buques alrededor de Sudáfrica, lo que añade diez días al viaje, y afecta negativamente al comercio así como aumenta las tarifas de transporte". 

Algunas marcas de bicis tienen centros de producción en países asiáticos orientales; es el caso de algunos fabricantes de primer nivel como Specialized, Trek, Merida, Scott, Giant o Cannondale -que producen, al menos en parte, en Taiwán-. Estas firmas dependen, por tanto, de la ruta por el Mar Rojo para enviar sus bicis a Europa.

Giant se ha pronunciado al respecto en Cycling Weekly y considera que en su caso "no hay nada que añadir al coste de una bicicleta para el consumidor o el distribuidor". A pesar de que reconoce que los retrasos existen, advierte de que en las próximas semanas la situación se agravará porque "básicamente estamos haciendo cola para los contenedores." 

En concreto, Giant cuenta que la situación se ha traducido en un incremento de unos 500 dólares por cada contenedor de transporte, que tiene capacidad para 250 bicis; es decir, que el coste ha aumentado en unos 2,50 dólares por bici enviada. Desde la marca explican que eso "no es nada, lo estamos absorbiendo" y que "eso no va a repercutir en el consumidor".

Otra de las marcas afectadas es Merida. A pesar de que calculan que el precio del envío supone unos 25 dólares extra por bici, afirman que "es poco probable que se repercuta ningún coste adicional". Por otro lado, mostró optimismo en los retrasos y explicó que en algunos mercados europeos cuentan con un gran stock que hará que los clientes tampoco noten cambios en los tiempos de espera.

Otro de los sectores donde podría repercutir la situación del Mar Rojo es en los recambios. Shimano podría enfrentarse a una subida de los costes, que en el aire queda si repercutirá en el consumidor o lo asumirá el gigante japonés. 

Ante la imposibilidad de enviar las bicis por avión -un transporte que para el sector resulta mucho más caro que el marítimo-, la incertidumbre se cierne ahora sobre la industria ciclista. Giant informa que el principal problema es que faltan contenedores: al tardar más en llegar a su destino, también tardan más en llegar de vuelta a su origen.

Los precios de envío por contenedor se incrementaron durante la pandemia y, a pesar de que han bajado en los últimos tiempos, siguen estando por encima de los costes previos a la aparación del virus.

Los retrasos son ya una realidad y el tiempo dirá si los clientes también lo sufrirán o si el mercado será capaz de camuflarlo, aunque parece que hay tranquilidad en cuanto a los precios. Como suele ser habitual en estos casos, se desconoce cuándo regresará la normalidad en la zona que permita restablecer esta importante arteria comercial.