Nuevo pedalier de rosca moldeada directamente en el cuadro de carbono
El retorno de los pedalier de rosca es ya un hecho y los fabricantes de bicis buscan evolucionar sus métodos de fabricación para obtener el máximo rendimiento de este sistema gracias a unas tecnologías que ni existían en la anterior época donde este tipo de pedalieres eran el estándar. Un claro ejemplo es el de la firma canadiense Bridge Bike Works que ha conseguido moldear las roscas directamente en el carbono.
La evolución de un clásico
Hasta hace más o menos una década prácticamente todas las bicis empleaban un sistema de eje de pedalier roscado, ya fuera con rosca inglesa o BSA, o la más tradicional rosca italiana, circunscrita únicamente a los modelos provenientes de ese país de las más afamadas marcas de bici de carretera.
Únicamente Cannondale, con su peculiar BB30, que encajaba directamente los rodamientos en la caja de pedalier para luego sujetarlos con un pequeño circlip rompía con lo que se consideraba el estándar para esta parte de la bici.
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¿Gafas por dentro o por fuera?
Sin embargo, la búsqueda de mayor ligereza y simplificar la fabricación de los cuadros de carbono llevó a la evolución hacia los pedalieres prensados que se encajaban a presión en la propia estructura del cuadro. Un sistema aparentemente simple y fiable pero que, con el tiempo se demostró muy dependiente de las tolerancias de fabricación, convirtiéndose en un auténtico dolor de cabeza para algunos fabricantes como fuente de ruidos y holguras.
Finalmente, ya desde hace unos años los constructores de bicicletas han ido claudicando y regresando a los sistemas de pedalier roscados. En unos casos con el T47 diseñado para albergar bielas con eje de 30 mm pero, en la mayor parte de los casos, presionados por la todopoderosa Shimano a la hora de montar sus grupos completos, optando por el tradicional BSA.
Los sistemas de pedalier roscados resultan mucho más fáciles de mantener ya que su retirada e instalación es sencilla y no compromete la estructura del cuadro. Sin embargo, su punto débil continúa siendo el que en su día llevó a su retirada: requieren un casquillo de aluminio pegado al cuadro para albergar la rosca, lo que aumenta el peso y puede ser una fuente de fallo en una zona que recibe tantas tensiones como es la caja de pedalier.
Algo que podría cambiar con tecnologías como la mostrada por la marca canadiense Bridge Bike Works que han sido capaces de moldear los hilos de la roscas del pedalier directamente sobre el carbono y que podría marcar el camino a seguir en un futuro no muy lejano.
Desde la marca afirman, evidentemente, que esta solución es fiable e incluso más resistente que las cajas de pedalier metálicas, evitando de paso la posibilidad de corrosión causada por la humedad y la suciedad que se concentra en la zona y que pueden llevar a que las cazoletas roscadas se queden literalmente soldadas a los casquillos, ahorrando de paso unos 100 g respecto a la solución habitual.
Bridge también garantiza que su sistema de pedalier moldeado, en su caso un T47, mantiene perfectamente el alineamiento de las cazoletas, un detalle crítico para evitar ruidos y crujidos en los rodamientos.
Sin duda un interesante aporte hacia la mejora de un sistema que apenas ha cambiado desde la época de las bicis de acero y que, sin embargo, ha regresado como la opción más fiable para proporcionar el punto de giro necesario desde el que se transfiere la fuerza de nuestras piernas a la bici. Quién sabe si más marcas se atreverán también a integrar sus roscas en el carbono.