Un desarrollador urbanístico se alía con Orbea para proyectar nuevas ciudades
¿Qué hace una compañía de bicicletas formando parte del conjunto de elementos que planifican una ciudad? ¿O quizá deberíamos decir por qué no participaban hasta ahora las compañías de bicicletas en el diseño de ciudades más sostenibles y saludables?
El urbanismo y la bicicleta
Que urbanismo y ciclismo van de la mano no es futuro, es presente. Que la bicicleta se ha convertido y tiene visos de seguir haciéndolo en el principal medio de transporte y desplazamiento en entornos urbanos e interurbanos, es un hecho.
Un hecho cada vez más respaldado por la administración pública. Pero un hecho del que las marcas y fabricantes también se han percatado. Por eso, Orbea ha pensado que puede ser una gran idea participar de esta amalgama para proyectar nuevas ciudades.
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De momento, lo va a hacer en Reino Unido aunque, por supuesto, no es nada descabellado pensar que pronto el sistema se extrapole a otros países, entre ellos España.
¿Y qué tiene que ver Orbea en todo esto?
Orbea formará parte de la planificación de las ciudades
Un acuerdo entre Orbea y la consultora Lightwood pretende participar en la planificación urbanística poniendo el foco en la viabilidad urbana para bicicletas. Ambos, de la mano de varios promotores de viviendas, pretenden formar un compendio de entidades que den todas las facilidades a los futuros residentes para que usen la bici como medio de desplazamiento en la ciudad.
La idead se antoja magnífica. La misión, clara: modificar los hábitos urbanos de desplazamiento dando cada vez más voz a la bicicleta. Y la forma de hacerlo, lógica: asociarse con las compañías que crean las ciudades. Con promotores, consultores y demás, que son los que finalmente trazan una calle o levantan un bloque de viviendas. Con quién mejor que con ellos para meter la bici en toda esa fórmula.
Usarán la herramienta Propensity to Cycle, que ha analizado cómo con una buena planificación, más del 40% de los desplazamientos urbanos son más eficientes en todos los sentidos si se realizan en bicicleta.
Hablamos de mejorar salud ciudadana y hábitos de vida, de reducir congestión de tráfico rodado de combustión, y de mejorar los niveles de calidad del aire de una ciudad. Para ello, las e-bikes, o bicicletas eléctricas son idóneas, porque además permite al ciudadano o a la ciudadana en cuestión moverse a buena velocidad y con un esfuerzo controlado.
Por lo tanto, los que planean las rutas lo harán pensando en la bici; los que construyen las casas lo harán pensando en la bici; y los que facilitan las bicicletas eléctricas, lo harán pensando en el beneficio social, urbano y medioambiental.
Las bicicletas urbanas, sobre todo las eléctricas aunque no exclusivamente, cada vez ganan más peso en ámbitos urbanos. Es muy probable, como decimos, que comiencen a formar ya parte de la propia planificación, que sean un vector más a tener en cuenta a la hora de pensar y diseñar una ciudad para sus ciudadanos y ciudadanas. Este proyecto de Orbea y Lightwood es la primera piedra de un futuro prometedor.