Inconvenientes de utilizar el ciclismo virtual para el entrenamiento de base

Las aplicaciones de ciclismo virtual como Zwift han hecho mucho más fácil entrenar en invierno pero nos obligan a plantear si son la opción más adecuada, sobre todo en unos meses en los que deberían primar las sesiones de entrenamiento a ritmo constante en las que construir nuestra capacidad aeróbica para luego aprovechar plenamente el trabajo de calidad según se vayan aproximando nuestros objetivos.

Cómo integrar el entrenamiento virtual en el periodo de base

No cabe duda de que el ciclismo virtual ha sido uno de los grandes inventos de los últimos años a la hora de proporcionar una opción de entrenamiento a quienes, por cuestiones de falta de tiempo, han de hacer complicadas piruetas para mantener una preparación consistente durante los meses de invierno. Un entrenamiento bajo techo que tuvo su explosión con la pandemia y los confinamientos que nos tuvieron largas semanas encerrados en casa.

Unas simulaciones que nos ofrecen mundos virtuales, ya sean reproducciones de entornos reales o mundos imaginados como la conocida isla de Watopia de la plataforma Zwift sobre los que los programadores y diseñadores han dispuesto una red de carreteras con sus llanos, sus puertos, sus zonas de repechos…

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Sin embargo, cualquiera que haya utilizado alguna de estas plataformas virtuales habrá descubierto que la salsa de las mismas es el poder interactuar con otros ciclistas que se conectan desde cualquier punto del mundo y, claro está, eso nos lleva a participar en distintos eventos y carreras que constantemente se proponen. Sesiones en las que la intensidad es máxima, especialmente en las carreras, disputadas a cara de perro.

El caso está, para aquellos que realizan un entrenamiento estructurado si el tipo de sesiones que se realizan en el ciclismo virtual es lo más adecuado en estas fechas en las que prima realizar un trabajo de base en que que afianzar las capacidades aeróbicas donde priman los rodajes de larga duración a ritmos sostenidos.

Está claro que pocos son los que se conectan a Zwift para simplemente rodar durante dos horas o más, por muy trabajados y por muchas carreteras que haya dentro de sus mundos virtuales. La salsa, como decíamos antes, está en las carreras pese ha que también haya muchos eventos, de tipo social, en los que debería ser posible rodar de forma constante a ritmos cómodos pero que, si embargo, quien haya participado en alguno sabe que se acaban convirtiendo en carreras.

Como todas las herramientas a nuestro alcance, las plataformas virtuales pueden ser muy útiles a la hora de entrenar y sus competiciones brindarnos una motivación extra durante unos meses en los que se hace complicado mantener una rutina. Sin embargo, para aprovecharlo debemos de tener claros nuestros objetivos y planificar nuestras participaciones en los distintos eventos.

No todo es hacer largos rodajes en estas fechas sino que también hay espacio para la calidad, un claro ejemplo son aquellos que participan en competiciones de ciclocross como parte de su preparación. Debemos tener claro cuando podemos competir en las plataformas virtuales y no abusar de ello corriendo el riesgo de caer en el sobreentrenamiento cuando apenas estamos comenzando la temporada.

No podemos pretender correr todo lo que se dispute en Zwift, sino que lo sensato es elegir una competición concreta que queremos disputar o una serie de ellas e integrarlas en nuestra programación de entrenamientos como una sesión más de calidad.

Si toca rodar y utilizamos los eventos sociales debemos tener la cabeza fría para mantenernos en los ritmos que toca. No es necesario seguir siempre al grupo que se vaya por delante. Lo bueno de estas plataformas es que siempre vamos a encontrar gente con quien pedalear.

Teniendo claros nuestros objetivos y la correcta planificación del entrenamiento, asumiendo que realizar un periodo de base es imprescindible para no limitar antes de tiempo nuestro techo de forma, las plataformas virtuales nos ofrecen una gran alternativa para salvar las sesiones que toca hacer entre semana, cuando menos tiempo tenemos disponible.