Tom Pidcock, con problemas, y Van der Poel, confirmado en la Coppi e Bartali
Dos hombres y dos destinos muy distintos. Si a principios de invierno el uno sufría continuas lesiones que le alejaban de la competición mientras que el otro volaba hacia su primer Mundial de Ciclocross en categoría élite, apenas 3 meses después parece que las tornas se han girado: Tom Pidcock, con problemas, podría perderse las próximas clásicas, y Van der Poel está confirmado para la Semana Internacional Coppi e Bartali, donde debe continuar acumulando kilómetros para llegar en plena forma al Tour de Flandes y la París-Roubaix, en abril.
Problemas estomacales para Tom Pidcock
Después de su entrada triunfal (Superman incluido) en el olimpo del ciclocross, el genio británico tuvo una semana de asueto en Nueva York con su pareja y, después, volvió a Europa para preparar la temporada de carretera. Fue poniéndose a prueba en la Volta ao Algarve, en la que no brilló, y tuvo que abandonar en la última etapa. Luego, tomó parte en el llamado 'fin de semana de apertura' de las clásicas belgas, donde tampoco se dejó ver demasiado, aunque él lo achacó a errores tácticos.
Sin embargo, a la semana siguiente se anunciaba que no participaría en la Strade Bianche 2022 a causa de un virus intestinal. Desde entonces, no habíamos vuelto a saber de él hasta el sábado, cuando se quedó de un pelotón todavía muy nutrido a más de 30 km para la conclusión de la Milán-Sanremo ganada por Matej Mohoric. Antes que muchos velocistas.
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Eso hizo dispararse las alarmas entre los aficionados, y hoy hemos sabido que el motivo fueron nuevas molestias estomacales "similares" a las que ya había superado, y que le obligaron incluso a parar en carrera para aliviarse. Según ha declarado su entrenador, Kurt Bogaerts, en el medio belga Het Laatste Nieuws, el Ineos Grenadiers ha tomado la decisión de suspender temporalmente su temporada, hasta que se aclare qué es exactamente lo que tiene. Lo que quiere decir que, aunque Pidcock debía reaparecer el próximo miércoles 30 en A Través de Flandes, es posible que no lo haga.
Porque hay cosas que no cuadran en todo esto. Lo primero, que en las dos semanas que pasaron desde Strade Bianche hasta Milán-Sanremo, el británico no estuvo precisamente parado negociando su nuevo contrato. Regresó un par de días a Mánchester, sí, pero después viajó a Andorra, para realizar una concentración en altura que pareció ir perfectamente bien. No obstante, en cuanto regresó a la competición, los problemas volvieron a presentarse.
"¿Tal vez porque, en una carrera tan larga, tienes que 'repostar' muy a menudo? Lo extraño es que en realidad él no se siente enfermo", asegura Bogaerts en el periódico belga. "Vamos a investigar esto. Tom se hizo unos análisis de sangre el miércoles, y esperamos poder encontrar la causa gracias a ellos. No sabemos si correrá A Través de Flandes. No vamos programar nada hasta que el problema se haya resuelto", concluye el coach.
Lo que quiere decir esto es que Pidcock podría volver a vivir una situación parecida a la que afrontó el año pasado, cuando tuvo un mal comienzo de la temporada de clásicas debido a las lesiones, clasificándose incluso el 41º en el Tour de Flandes. Pero luego remontó, con unas grandísimas actuaciones en Flecha Brabanzona (donde ganó), Amstel Gold Race (donde le faltó una décima de milímetro) y Flecha Valona.
Desde ahora, quedan menos de dos semanas para el Tour de Flandes, y esta enfermedad no le está dando la oportunidad de prepararlo de una manera ideal. Tampoco sabemos cómo puede afectar al resto de su calendario, que debía incluir el Giro de Italia en mayo y luego un descanso antes de afrontar la Copa del Mundo de MTB, lo cual ya hace unas semanas se ponía en duda. Y es que se rumorea que, en lugar de ello, podría hacer su debut en el Tour de Francia.
Van der Poel, lanzado hacia los monumentos
En la otra cara de la moneda está Mathieu Van der Poel. Tras atravesar un auténtico infierno entre problemas de rodilla (que le hicieron pasar por quirófano) y de espalda, con una retrolistesis que le obligó a estar semanas en reposo casi absoluto, el holandés demostraba el pasado fin de semana que ha vuelto en perfectas condiciones. En su primera carrera después de casi 6 meses sin competir, quedó ya tercero, por detrás de los inesperados Mohoric y Anthony Turgis.
Y eso que no era precisamente cualquier carrerita, sino todo un señor monumento de casi 300 km, la Milán-Sanremo. De todas maneras, como auténtico fenómeno que es, no se mostró satifecho con su impresionante rendimiento, sino que declaró después de finalizar que se está haciendo "cada vez más viejo" y que aquella era "otra ocasión perdida". Así que tranquilos, porque, desde luego, lo que el parón no le ha quitado a Van der Poel es el colmillo de ganador.
A partir de mañana, podremos verle en la Semana Internacional Coppi e Bartali (aunque no en directo en televisión, pues parece que en España no se retransmite), que era donde debía haber debutado si se hubiera seguido el plan inicial de su equipo. Una vuelta de cinco días de categoría 2.1 a la que sería fácil decir que va simplemente a entrenarse; pero eso ya probamos a hacerlo con la Sanremo y después... Lo cierto es que la carrera italiana tiene etapas adaptadas a sus características (la segunda, la tercera e incluso la última), con llegadas explosivas y mucha media montaña.
Pero sus objetivos prioritarios en este arranque de temporada vendrán después, en Bélgica y Francia. El 30 marzo debería estar, igual que Pidcock, en A Través de Flandes, para ir preparando el asalto al que sería su segundo Tour de Flandes, después de ganarlo ya en 2020. Y, posteriormente, Amstel Gold Race y su gran ambición, la París-Roubaix, el 17 de abril. Veremos quién de los dos hombres llega mejor para entonces, pues está más que demostrado que las cosas pueden dar muchas vueltas en un mes.