¿Qué tipo de pizza es mejor para antes, durante y después de montar en bici?
En su día hablamos de la injusta reputación negativa de la pizza: las cadenas de restaurantes americanos, con sus ingentes cantidades de queso, aceite y masa; han convertido un producto que cuadra a la perfección en la dieta mediterránea -y en cualquier régimen ciclista- en, a los ojos de muchos, coto prohibido para el deportista.
La realidad es que si sigues ciertas pautas la puedes consumir, antes, durante y después del entrenamiento. Estas son las más adecuadas en cada momento.
La mejor pizza para antes del entrenamiento
Según afirma el nutricionista y deportista Susan Kitchen -compite en IronMan y otras discipinas de resistencia como puede ser el mtb- una pizza vegetal, baja en grasas y que evite verduras excesivamente ricas en fibra como el brócoli, es una elección ideal para las últimas comidas previas a la carrera.
La harina blanca con la que está hecha la pizza, asegura, es justo lo que necesitas antes de competir "por su alto contenido en carbohidratos y bajo en fibra".
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La mejor pizza para el entrenamiento
No os vamos a engañar, la pizza está lejos de ser el alimento ideal a mitad de entrenamiento. Ya que puede ser complicada de digerir y no es lo más cómodo para comer mientras pedaleas, ni mucho menos para transportarla.
Aún así si alguien sigue queriendo hacerlo, lo ideal es no hacerlo en su formato original y optar por algunas barritas o geles con sabores parecidos.
La mejor pizza para después del entrenamiento
Después del entrenamiento es cuando podrás soltarte el pelo. ¡Necesitás proteínas! Jamón, pepperoni, salchicha, pollo y cualquier tipo de carne o pescado es bienvenida en tu pizza posterior a la salida. Pero si quieres probar algo nuevo puedes optar por algunas bases de pizza que ya incluyen un mayor porcentaje de proteínas en su masa y menos hidratos de carbono.
Por supuesto el queso, rico en ellas, colaborará en la reparación muscular. Mientras que los hidratos de la masa -que, ahora sí, si lo prefieres puede ser de harina integral- repondrán la reserva de glucógeno. Eso sí, trata siempre de medir la cantidad de grasas ingeridas, el exceso nunca es bueno.
En definitiva, la pizza no es el alimento definitivo para un ciclista, pero si tenemos en cuenta su aceptación general entre la población sí se trata de una comida que, ingerida de la manera correcta puede ser útil para el ciclista. Y le permitirá disfrutar como un niño.