¿Está perdiendo la bicicleta una oportunidad histórica?

La pandemia originada por el Covid-19 ha causado una crisis sanitaria y económica mundial de la que aún ni si quiera somos capaces de medir. Pero en mitad de este auténtico desastre, podríamos quedarnos con que al menos a la bicicleta se le presenta una oportunidad única para implantarse como vehículo mayoritario en las ciudades.

El gobierno se compromete con un plan de impulso de la bicicleta

Debido al temor de contraer la Covid-19 durante un trayecto en transporte público, millones de personas, de Nueva York a Sídney pasando por España, se apresuraron a conseguir una bicicleta con la que poder desplazarse por la ciudad con cierta seguridad. Esto ha provocado la rotura de stock de ciertos modelos y el desabastecimiento de muchas tiendas ciclistas, pero ¿han apoyado los gobiernos este inmenso impulso?

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Sabemos que en grandes ciudades europeas como Londres o París las inversiones con dinero y recursos para fomentar el uso de la bicicleta están siendo extraordinarias y de carácter urgente. Por ejemplo en Francia el presupuesto de su plan bici se ha triplicado hasta llegar a los 60 millones de euros, incluyendo ayudas directas para la compra de bicis.

Sin embargo en España hay la sensación de que el apoyo de la bicicleta por parte de las instituciones está quedando nuevamente relegado. Y decimos que son sensaciones porque realmente ya se han aprobado ayudas por parte de algunas comunidades autónomas para la compra de bicicletas y otros vehículos eléctricos, e incluso el Gobierno ya se ha comprometido a implantar un plan de impulso de la bicicleta. Pero mientras que la bicicleta sigue viviendo de buenas intenciones y propuestas, el sector del automóvil ya cuenta con un plan activo y en funcionamiento dotado con 3.750 millones.

Entonces, si ahora nos hacemos de nuevo la pregunta ¿está perdiendo la bicicleta una oportunidad histórica para implantarse con una alterntaiva real en España a los automóviles? ¿que podríamos pensar? Solo nos queda agarrarnos a la esperanza y al optimismo, pero lo cierto es que de momento la bicicleta no está siendo considerada como una primera opción en muchas ciudades.

Aunque para ser justos, tampoco es algo que se pueda implantar de la noche a la mañana así que tendremos que esperar áun algunos meses para saber si por fin la ciudad acoge a las bicicletas con itinerarios pensados para las necesidades de los ciclistas, la construcción de lugares seguros donde estacionar y otras infraestructuras que permitan pedalear al estilo holandés.