Pogacar destroza el guión de la Amstel Gold Race
Ningún objetivo se resiste al esloveno Tadej Pogacar que, tal como se había propuesto, llevó su tiranía a la Amstel Gold Race, una de las grandes clásicas que aún faltaban en un palmarés que va camino de ser legendario. Selección a más de 80 km de meta y ataque a 35 km para el final, no necesitó más el de UAE Team Emirates para dictar sentencia en tierras neerlandesas.
Tadej Pogacar agranda su leyenda en la Amstel Gold Race
Nos vamos quedando sin adjetivos para definir cada exhibición que nos regala a los amantes del ciclismo Tadej Pogacar, uno de esos elegidos que surge cada ciertos años y que se convierten en indudables dominadores de este deporte. Una generación en la que su dominio se ha visto contrapuesto por la coincidencia con otros monstruos del pedal como puedan ser su compatriota Roglic u hombres de la talla de Vingegaard, que fue capaz de vencerlo en el pasado Tour de Francia, o portentos de la naturaleza del nivel de Remco Evenopoel.
Sin embargo, Tadej Pogacar no se ha amilanado y ha transformado las derrotas en renovadas fuerzas. En ansia por demostrar que es él y no otro el destinado a ocupar el olimpo del ciclismo junto a los Anquetil, Merckx, Hinault, Indurain… no sólo en las grandes vueltas, sino también en carreras tan opuestas a sus características como las clásicas, de las que ya atesora 3 de los 5 monumentos y con la vista en conquistar los dos que le restan, Roubaix y San Remo, los más complicados para sus características pero que, visto lo visto, están perfectamente al alcance de un genio como Tadej Pogacar.
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Centrándonos en esta Amstel Gold Race que hemos disfrutado. Iba la carrera tranquila tras más de media prueba disputada. Tras lo escarceos iniciales el pelotón llegaba a la parte decisiva agrupado, tampoco nada extraño en esta carrera en la que las ofensivas quedan reducidas a los último kilómetros de la carrera pese a la sucesión interminable de cotas.
Y cuando nadie esperaba que pasara nada, en un momento de relativa calma, se producía el típico corte tonto, de estos a los que nadie da importancia en esta carrera porque acaban cayendo por propia inercia, hasta que, se empezaron a conocer los 14 integrantes de dicha aventura. Saltan las alarmas. Más de 80 kilómetros a meta y allí se encontraban Tadej Pogacar y Tom Pidcock, con algunos ilustres invitados más como Magnus Sheffield, Alexey Lutsenko o un motivadísimo Ben Healy que lleva mostrando en las últimas semanas su excelente forma.
Detrás trataban de organizarse Jumbo-Visma y Bahrain-Victorious en la persecución, pero aquello ya estaba sentenciado. El paso de los kilómetros no daba muestras de poder reducir la diferencia, dejando meridianamente claro que la victoria estaba delante. Quedaba por conocer cómo sería el desenlace de cara al siempre nervioso final de esta carrera desde que el mítico Cauberg dejó de ser el final de la prueba.
Pero no quería especular Tadej Pogacar que, faltando 35 kilómetros para meta, en el ascenso a otra mítica colina de por estos lares, el Keutenberg, decidía que no había que especular. Cambio de ritmo, como es habitual últimamente, nadie lo puede seguir pese a que Pidcock parecía que podía agarrarse a su rueda, aunque acababa cediendo para formar un dueto con Tom Healy y se ponían en modo perecución, ya entonces, todos sabíamos lo que iba a pasar. La carrera había acabado justo en aquel momento.
Únicamente nos restaba ver 30 kilómetros de infructuosa persecución con unas diferencias cada vez más abultadas. Delante, sufriendo pero sin visos de decaer en su esfuerzo Pidcock iba haciendo camino hasta la meta. Detrás Pidcock y Healy se vaciaban en un vano intento de caza, tanto que Healy acababa atacando al británico a unos kilómetros de la llegada para asegurar el segundo lugar después de verse sin opción por la victoria a causa de su menor punta de velocidad hace unos días durante la disputa de Flecha brabanzona.
Le quedaba a Pidcock unos kilómetros de calvario para tratar de conseguir el premio de consolación del podio, que incluso a punto estuvo de ceder con un Andreas Kron y Alexey Lutsenko que casi lo dan caza en la misma línea de meta.
El resto de participantes fueron desfilando en pequeños grupitos de 3, 4, no más de 5 o 6 corredores, buena muestra del destrozo causado por Tadej Pogacar y que da un nuevo lustre a la Amstel Gold Race.
Clasificación Amstel Gold Race
- Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) 6h02’22’’
- Ben Healy (EF Education-EasyPost) +38’’
- Thomas Pidcock (INEOS Grenadiers) +2’14’’
- Andreas Kron (Lotto-Dstny) m.t.
- Alexey Lutsenko (Astana) m.t.
- Andrea Bagioli (Soudal-QuickStep) +3’14’’
- Maxim Van Gils (Lotto-Dstny) m.t.
- Mattias Skjelmoses (Trek-Segafredo) m.t.
- Alexander Kamp (Tudor Pro Cycling Team) m.t.
- Axel Zingle (Cofidis) m.t.