La Polygon Tambora se convierte en una bici de carretera o gravel con solo un giro
La polivanlencia de las bicis gravel hace que, en muchos casos puedan ser utilizadas en pista o asfalto de forma indistinta. Una capacidad de adaptación en la que ahonda la firma de bicis Polygon que dota a su modelo Tambora con un sistema que permite adaptar la geometría desde la estabilidad de una bici gravel a la manejabilidad de una de carretera.
Geometría a tu gusto en la Polygon Tambora
Polygon en una marca indonesia con un completo catálogo que toca prácticamente todas las modalidades, incluso podemos encontrar modelos de BMX y Dirt Jump. Sin embargo, ha atraído nuestra atención su nueva bici de gravel, la Polygon Tambora un modelo que destaca, más allá de las cualidades de su bastidor de carbono por buscar al máximo la polivalencia con su sistema Flip Chip.
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Los sistemas de ajuste de geometría son habituales en mountain bike, sobre todo en las más brutas como el Descenso. En gravel ya habíamos visto algunos modelos como la Cervélo Aspéro que contaba con un sistema similar en las punteras de su horquilla con el fin de poder adaptar el avance de la misma y así poder tener una geometría 100% gravel o una de prácticamente bici de ciclocross en la misma bici. También algún modelo de carretera como las primeras Canyon Aeroad contaban con esta posibilidad en la horquilla.
Sin embargo, la Polygon Tambora destaca porque el cambio de geometría, contando con el sistema Flip Chip, unas piezas que adelantan o atrasan la colocación de la rueda en la puntera, tanto en las punteras traseras como en la horquilla, situadas en una determinada angulación para afectar al ángulo de dirección, longitud de ejes o longitud de vainas permiten un cambio total de geometría que hará pasar nuestra bici de gravel a una bici de carretera, eso sí, de estilo all road, no esperéis una máquina de competición, en apenas unos minutos.
En posición gravel, la Polygon Tambora cuenta con un paso de rueda de hasta 700x45c, un ángulo de dirección tendido de 71,8º y 1.045 mm de longitud entre ejes. Unas medidas que se transforman en posición carretera a un ángulo de dirección de 72º, 1.026 mm entre ejes y un pedalier más bajo para ganar aplomo a alta velocidad además de unas vainas 10 mm más cortas que también influyen en la manejabilidad de la bici.
Un tipo de soluciones que quizás deberían emplear más los fabricantes en aras de la versatilidad de la que presume la modalidad del gravel y que, seguramente, sería un buen argumento de ventas para aquellos que buscan una única bici para todos lo usos pero que no se atreven a sacrificar la gran capacidad de reacción de su bici de carretera ni tampoco a meterse por los caminos con los agresivos modelos de ciclocross pensados también para uso gravel que admiten cubiertas de gran balón.