¿Debes cambiar tu posición sobre la bici?

Adoptar una posición perfecta sobre la bici no es una tarea sencilla, pero al menos podemos detectar cuándo no es la idónea. Para comenzar a realizar ajustes. Aquí tienes 5 factores que te indican si tu postura es la correcta o no.

5 síntomas para analizar tu posición sobre la bici

Hay muchos factores que te pueden indicar errores posturales sobre la bici. Normalmente, lo primero que aparece es una incomodez o incluso un dolor puntual en algún punto de tu cuerpo. Esta es la primera alarma de que tu posición sobre la bici no es la adecuada. Más tarde, estas pequeñas dolencias pueden agravarse e incluso convertirse en lesiones. Antes de que eso ocurra, deberías detectar que algo va mal. Y estos 5 factores te ayudarán. Empezamos de arriba abajo.

Dolor en el cuello

El ajuste general de la bicicleta es fundamental. Cada anatomía es diferente, cada distancia y tamaño de nuestras articulaciones totalmente personal. Por eso, no hay una bici idénticamente ajustada a otra.

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El dolor de cuello, sobre todo en ciclismo de carretera aunque también en mountain bike, se debe a una talla incorrecta o, en caso de que la talla de bici sea la adecuada a un mal ajuste de las distancias generales. Normalmente, se debe a tres medidas sencillas: o tu potencia es demasiado larga, así que piensa en comprar una potencia más corta; o tu sillín está demasiado atrás, intenta ajustarlo mejor en una posición más hacia adelante; o tu manillar está demasiado bajo, y ya que cambias de potencia o manillar, aprovecha para probar tamaños de potencia y alturas de manillar diferentes.

Normalmente, si no eres un ciclista profesional y tu uso de la bicicleta es más esporádico, es la altura del manillar la que provoca los primeros dolores de cuello. Considera agregar espaciadores en la base de tu potencia.

Dolor de espalda

Es quizá el dolor que menos debe preocuparte. Si tu posición sobre la bici es correcta pero aun así sigues teniendo molestias o dolor en la espalda, casi con toda certeza se debe a que aún no estás hecho a la posición ciclista en carretera. Esta posición exige cierto esfuerzo en los músculos de la espalda, al ir semitumbado, por lo que necesitarás un entrenamiento y una adaptación. Si incluso usas posiciones aerodinámicas en las bajadas, considera evitarlas. Si con el entrenamiento el dolor persiste, entonces sí que deberías consultar tu postura a un profesional médico, porque puede deberse a otras razones de tipo fisonómico.

Dolor en las manos

El dolor en apoyo en manos se debe siempre a un desequilibrio en tu centro de gravedad. Cuando configuramos la bicicleta para encontrar la mejor posición sobre la bici, buscamos localizar el centro de gravedad que reparta bien los pesos. Si estás apoyando más peso de la cuenta sobre tus manos, te dolerán. Revisa la posición de tu sillín tanto en la relación horizontal como en su ángulo de inclinación. Es decir, revisa si lo tienes muy atrás o muy adelante, y si está inclinado (aunque sea muy poco) hacia delante. Seguramente resuelvas tu problema.

Dolor en la rodilla

Son sin duda uno de los dolores más molestos porque te impide meter potencia en la pedalada. Las causas principales son sin duda el sillín demasiado alto (intenta bajarlo un centímetro y volver a probar) o la posición de tu cala (intenta reajustarla para que vaya más acorde con tu pisada).

Dolor en los pies

Si es solo un dolor por presión de la zapatilla, no tiene nada que ver con tu posición sobre la bici. Si con la zapatilla correcta sigue apareciendo el dolor, quizá sí que se deba a la altura del sillín o la posición de tu pie en el pedal. Estúdiala un poco mejor y prueba otras pequeñas variaciones de ángulos de apoyo. Revisa muy bien la posición de tu cala, para que el empuje lo hagas en la posición idónea del pie. Los dolores en los pies normalmente son fáciles de corregir y con ello mejorarás tu pedaleo.

Tu posición sobre la bici es única

Recuerda que la posición sobre la bicicleta no suele atender a fórmulas demasiado generales, por lo que un estudio específico e individualizado es la mejor opción.

Pero si no puedes acceder a un análisis profesional, te recomendamos que le eches un ojo a este otro artículo donde explicamos cómo hacer un test biomecánico casero.