Probamos la nueva SCOTT Lumen
La presentación de la nueva SCOTT Lumen tuvo lugar hace algunas semanas en la Toscana italiana y allí tuvimos la posibilidad de probarla durante un par de días. Estas son nuestras primeras sensaciones después de estar rodando un par de días con la primera eMTB ligera de SCOTT.
Si aún no lo has hecho, aquí puedes ver todas las novedades, modelos y precios de la SCOTT Lumen.
Primeras pedaladas con la nueva SCOTT Lumen
Massa Marittima fue el lugar elegido por Scott para la presentación de la Scott Lumen. Un pueblo enclavado en plena región de la Toscana italiana con multitud de senderos y un clima perfecto para la práctica del ciclismo Estando allí comprendimo porqué es uno de los lugares elegidos por el equipo SCOTT SRAM para pasar allí semanas preparando los objetivos de la temporada.
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Tres rutas repartidas en dos jornadas fueron de las que dispusimos para testear la nueva Scott Lumen. Cada una de ellas con un recorrido diferente y variado que nos permitiría ver su adaptabilidad a cada terreno.
El modelo que la marca puso a nuestra disposición fue la Scott Lumen e-Ride 900 SL, su versión más alta de gama. Sus 15,7 kg de peso con ruedas tubelizadas y todos los accesorios necesarios para salir a rodar, colocan a está e-bike entre las más ligeras del mercado actual.
Su ligereza hace que te olvides de la asistencia
El primer día nos encontrábamos con un terreno seco, suelto en algunas zonas, pero por lo general propicio para la práctica del Mtb. La mañana comenzaba con la puesta a punto de la montura, ajuste de suspensiones, presiones de los neumáticos, altura del sillín, etc. Tras esto iniciamos nuestra primera ruta a los mandos de la Lumen.
Nada más ponernos en marcha pudimos comprobar que estábamos ante una bicicleta que nos iba a dar mucho juego en cualquier recorrido. Salimos con el motor apagado para en un principio ver qué sensaciones nos trasmitía su reducido peso, comparándolo siempre con el resto de e-bike. En los primeros kms de aproximación a los senderos notámos como la asistencia eléctrica es innecesaria. Con su suspensión bloqueada por completo, la posición y eficiencia del pedaleo nos llevan a rodar durante un tiempo olvidándonos del motor.
Sube con la agilidad de una bicicleta de rally
Llegó el momento de salirnos por una pista que nos conduciría a la primera subida de nuestro recorrido. Un ascenso un tanto técnico con varias curvas de 180º que se iban encadenando cada pocos metros. Era un tramo perfecto para poner a prueba las cualidades en subidas de la Lumen.
Activamos la asistencia del motor TQ y colocámos el modo Eco. Nuestra primera salida la realizamos con los ajustes de fábrica, los que Scott ha considerado como más equilibrados para este modelo. Con el Twinloc en posición de Tracción y la asistencia en modo Eco, la Lumen sube a una velocidad sorprendente, pero lo que más nos llamó la atención es la sutileza con la que trabaja el motor TQ. Al acercarnos a una curva y bajar la cadencia de pedaleo, el TQ deja de proporcionar asistencia, facilitando así la entrada en curva. A la salida la potencia entraba de una manera suave, sin dar tirones, ayudando a mantenernos en la trazada.
La Lumen se mueve con soltura sobre este terreno, su peso y una posición más centrada sobre la caja del pedalier por el ángulo más vertical del tubo del sillín hacen que nuestras subidas sean no solo más llevaderas sino más rápidas.
La entrega de potencia es sutil y muy natural
Después de salir de este tramo nos dirigimos a una subida más rota y con una pendiente más pronunciada. Era el momento del jugar con los modos de asistencia Mid y High, además de poner a prueba los valores de tracción. La mayor parte de la subida la realizamos con el Twinloc en posición de Tracción, aunque también tuvimos la posibilidad de usar la posición completamente abierta para ver como se comportaba en subidas.
Cuando el terreno se complica, abrir por completo la suspensión de la Lumen aporta un extra de tracción. En bicicletas musculares puede suponer una pérdida de potencia considerable, pero en este caso lo contrarrestamos con la asistencia eléctrica. Los valores de anti-squat están muy conseguidos y durante el pedaleo en esta posición no se aprecian movimientos excesivos de la suspensión. Además, al contar con un pedalier más elevado que en su hermana Spark, nos permitió pedalear en zonas más difíciles sin llegar a golpear obstáculos con las bielas.
En los momentos en los que las pendientes se vuelven casi imposibles, el modo High del motor TQ está ahí para proporcionarnos ese extra de potencia necesario para solventar cualquier desnivel. Los 300 watios máximos del motor y los 15,7 kg de peso del conjunto facilitan escalar a lo más alto. Tanto en el modo Mid como en el High, la entrega de potencia sigue siendo muy sutil, obligándonos en todo momento a mantener un pedaleo enérgico pero de lo más natural.
Es fácil adaptarse a la nueva Scott Lumen
Si bien es cierto que al tener unas medidas en geometría similares a su hermana Spark ya predecían que íbamos a llevar una posición cómoda sobre ella, pero no sabíamos como respondería un modelo con asistencia, con algo más de peso y robustez.
Rápidamente nuestras dudas quedaron despejadas. Como decíamos, tiene unas medidas similares a su hermana Spark, pero llegando a ser más cómoda si cabe. Tan solo es 6 mm más larga de Reach pero tener el ángulo del tubo del sillín 1º más vertical provoca que nos acerquemos al manillar teniendo una posición más erguida y relajada. Desde las primeras pedaladas hasta las últimas nos sentimos muy a gusto sobre ella.
Ligereza y estabilidad se unen para proporcionarnos confianza en los descensos
Llegó el momento del descenso y podíamos elegir entre multitud de senderos de diferentes niveles de exigencia técnica para hacerlo. Empezábamos con una bajada sencilla, para sentir el flow de la Lumen. Su peso contenido y bien distribuido, la mayor parte de su masa se encuentra colocada muy abajo, nos permite moverla rápidamente, dándonos confianza y aplomo en cada curva que vamos negociando.
El siguiente sendero que tomámos era más técnico, con peraltes en cada curva y algún que otro salto, lo que nos permitió seguir disfrutando de las buenas sensaciones en bajada de la Lumen. Sus 65,5º de ángulo de dirección dan mucha confianza en cualquier situación de la bajada y unido a las vainas más largas proporcionan gran estabilidad cuando aumenta la velocidad.
Sin embargo, cuando el sendero se volvió más roto y técnico nos costó encontrar ese buen feeling anterior, ya que tuvimos algún que otro susto con el agarre de los neumáticos. No fue tanto en sí el agarre, ya que su taqueado es más que suficiente para el terreno en el que nos movimos. Fue más por la propia carcasa del neumático. La notamos blanda y cuando buscábamos hacer fuertes apoyos en curvas, este se resentía dando la sensación de perder grip.
Jugar con los modos de asistencia del motor TQ la hacen aún más divertida
La segunda jornada y tras una noche lluviosa, los senderos presentaban una situación diferente. El terreno estaba más compacto y las rocas y raíces más resbaladizas. Situación que permitía arriesgar más en curvas, pero sin dejar de prestar atención a las raíces que aparecían, en ocasiones en forma de pérdida de adherencia. Para este día nos tenían preparado un recorrido de subidas cortas y explosivas combinado con bajadas muy rápidas en las que era necesario mover la bicicleta con soltura.
Antes de ponernos en marcha, dedicamos unos minutos a personalizar la configuración del motor TQ mediante la App. Una operación sencilla que nos permite adaptar la entrega de potencia a nuestro gusto o necesidades.
En las primeras subidas volvimos a probar los diferentes modos de asistencia del motor TQ, pero en esta ocasión priorizando el modo High, ya que desde salida contábamos con el range extender que nos iba a dar un extra de autonomía.
Cambiar de modo es sencillo con el minimalista mando del manillar. Queda muy integrado entre el resto de los controles y en una posición en la que se llega fácilmente sin despegar la mano del puño.
No ocurre lo mismo cuando queremos cambiar la información de la pantalla integrada en el tubo superio, para eso se necesita pulsar el botón que se encuentra junto a la misma y supone soltarnos de una mano si lo hacemos en marcha.
El modo High, a pesar de ser el modo más potente de asistencia, sigue siendo muy poco intrusivo. En esos momentos en los que paramos e inciamos el pedaleo de manera repetitiva, el motor se detiene y activa de forma casi imperceptible. Cuando nos movemos en valores de velocidad cercanos a 25 km/h, donde el motor deja de proporcionar asistencia, todo se hace de manera muy natural.
Ausencia de ruidos procedentes de la bici y la asistencia
Otra de las características que pudimos apreciar en la Lumen fue la ausencia de ruidos. Esto ya viene siendo algo habitual en los últimos diseños de Scott. Tanto el guiado de cables, como las protecciones en las vainas ayudan a que todo se mantenga sin ruidos, aunque el terreno se vuelva abrupto y complicado.
En esa misma línea trabaja el motor TQ HPR50. Como ya vimos en otras pruebas, en estos momentos no tiene rival en lo que a nivel de sigilo se refiere. Independientemente del modo de asistencia seleccionado, el ruido emitido por el motor es casi imperceptible y queda camuflado con el sonido de los propios neumáticos al rodar por el terreno.
Aun así, en nuestros días de pruebas nos pareció que, en el caso de la Scott Lumen ese leve zumbido procedente del motor se veía ligeramente amplificado. Probablemente debido a que se provoque un efecto de caja de resonancia al contar con un mayor volumen del tubo vertical necesario para albergar el amortiguador. No obstante, y aunque fuese nuestro parecer, el motor TQ sigue ofreciendo valores de ruido muy por debajo de cualquier motor del mercado.
Las ruedas Syncros Silverton SL2 le proporcionan mucha personalidad
En subidas, también tenemos que destacar las sensaciones que nos trasmitieron las ruedas Syncros Silverton SL2. Son unas ruedas que por sus características ofrecen unas sensaciones de conducción diferentes a la mayoría, pero donde pueden no tener competencia es en fuertes aceleraciones. Su rigidez ayuda a transmitir al terreno cada vatio de fuerza que ejercíamos en nuestra pedalada y eso unido a la ayuda de la asistencia eléctrica hacía que nuestras sensaciones en subidas fuesen de ser imparables, ofreciéndonos una reactividad que difícilmente encontrásemos en otras ruedas.
Por el contrario, ese extra de rigidez se vio transmitido a nuestras manos en bajadas con gran cantidad de piedra, ya que su capacidad de absorción ante flexiones verticales es menor que las ruedas convencionales.
Suspensiones preparadas para exprimirlas al 100%
El recorrido iba alternado las subidas y bajadas. Conforme pasaban los kms ganábamos en confianza y cada vez nos manejábamos con mayor soltura. En el tipo de bajadas que nos íbamos encontrando, rápidas y con menos zonas técnicas que el día anterior, pudimos apreciar como las sensaciones se asemejan a las de una bicicleta muscular. Las distancias de frenado son similares y la maniobrabilidad queda lejos de las potentes e-bike que podemos encontrar en el mercado.
Los 130 mm de recorrido son muy aprovechables en todas las situaciones, sin necesidad de enfrentarnos a grandes impactos para usar cada uno de sus milímetros. Las mejoras que supone el amortiguador integrado en esa posición quedaban patentes en cada tramo de bajada. Esta ubicación permite que el centro de gravedad quede lo más bajo posible favoreciendo la estabilidad y la confianza en el manejo. Ambas suspensiones se mostraron sensibles a cualquier imperfección del terreno, mostrando un comportamiento lineal sin llegar a notarse el final cuando se terminaba el recorrido. Si, llegamos a hacer tope en algún que otro salto, nada reseñable viendo el recorrido en el que nos movimos durante estas dos jornadas.
Lo mejor del Trail y XCO
Después de las 2 jornadas de test hemos podido sacar algunas conclusiones sobre la nueva Scott Lumen. Se trata de una bicicleta situada a medio camino entre el Down Country y el Trail. Gracias a su posición sobre el sillín y a la asistencia del motor nos permite subir como si fuésemos con nuestra bici de XCO, además debido a su contenido peso y a su distribución de las masas nos deja manejarla con soltura tanto en subidas como en bajadas. Pero no solo destaca cuando las pendientes son positivas, a la hora de descender sus 130 mm de recorrido nos dan para mucho y muestra una agilidad impropiada de las e-bike.
En cuanto a componentes, destaca poder montar unos similares a los de las MTB convencionales, haciendo que la experiencia sobre ella sea aún más parecida a la de una bicicleta muscular.
SCOTT Lumen, una eMTB que sorprenderá a los más escépticos
Hasta aquí podemos contar de nuestras primeras pedaladas con la Scott Lumen. A pesar de ser dos jornadas de puro MTB, son varios los detalles que tendremos que probar en profundidad más adelante, por ejemplo, modificación del ángulo de dirección, posibilidad de montar otros neumáticos, autonomía de la batería… Este último punto a pesar de ser algo muy relativo con más jornadas y tiempo de prueba podríamos sacar alguna estimación más concreta.
Está claro que dado su parecido con la Scott Spark y el éxito que ha tenido en nuestro país esta última, estamos seguro de que la Lumen atraerá no solo al público apasionado de las e-bike, sino a esos incondicionales del XC que quieren dar el salto al mundo de las bicicletas con asistencia. Al fin y al cabo, como se comentaba entre algunos medios presentes en el lanzamiento, “se trata de una Spark que se conduce como si llevaras las piernas de Nino Schurter”