Probamos la nueva SCOTT Voltage eRide: tecnología avanzada al servicio de la diversión
La nueva SCOTT Voltage eRide acaba de llegar al mercado y lo hace como una de las mountain bikes eléctricas para Trail más avanzadas del momento. No hay más que verla para saber que se trata de un modelo muy especial, pero nosotros hemos tenido la oportunidad de probarla durante varias sesiones y aquí te contamos nuestras impresiones.
La SCOTT Voltage eRide es tan versáitl que pasa por 2 o 3 bicis diferentes
Con recorridos de 160mm delante y 155mm en la trasera, geometría Trail moderna y personalizable, amortiguador NUDE con tres modos diferenciados, un motor que nos asiste con hasta 50Nm, y un peso realmente contenido para una eBike. Lo cierto es que la nueva Scott Voltage se propone dominar todos los terrenos, y no son pocos los argumentos que tiene para ello.
Para empezar, el concepto eBike ligera es algo que está cobrando protagonismo y son muchas las marcas que apuestan por ello. Scott ya lanzó hace un año su modelo Lumen, una bici enfocada a un uso más rutero, entre el XC y el Trail. Ahora con la Voltage entra de lleno en el Trail más agresivo.
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Este tipo de eBikes encajan perfectamente en el perfil de biker que disfruta del pedaleo pero quiere poder disfrutar más de los senderos sin limitaciones.
La Scott Voltage equipa el motor TQ HPR50, que se está convirtiendo en una de las referencias cuando hablamos de eBikes ligeras. Con una relación peso/potencia sobresaliente, ya que anuncia un peso de 1800 gramos para los 50Nm de par máximo que ofrece. Además este motor está diseñado para ofrecer una sensación de pedaleo lo más natural posible y pretende conseguir una sensación de ausencia total de rozamiento cuando llevamos la asistencia desactivada.
La batería interna que lleva la Voltage tiene una capacidad de 360Wh, pero hay que tener en cuenta que el motor TQ demanda menos energía que un motor tradicional y que la bici pesa menos que una eBike al uso, lo que hace que la autonomía no esté tan limitada como se pudiera pensar. Pero por si acaso, el sistema contempla el uso de un range extender, que se puede montar en lugar del segundo bidón y aporta 160Wh extra.
Este range extender viene de serie en la tope de gama Voltage eRide 900 SL, para el resto de modelos se puede adquirir aparte.
En la geometría encontramos una bici moderna que potencia ante todo la capacidad en los descensos, pero sin olvidar que hay que remontar después de cada sendero. Con este objetivo encontramos un tubo vertical de 77,1º, que nos coloca en una posición óptima en los ascensos.
El ángulo de dirección se va hasta los 63,9º, lo que augura una gran estabilidad a altas velocidades. El reach de 457mm en talla M es acorde a la tendencia actual y combinado con la potencia que monta la Voltage, de 40mm en tallas S y M y de 50mm en tallas grandes, nos va a colocar en una posición cómoda para tener el máximo control.
Respecto al modelo Genius varía muy poco, lo más reseñable es un pequeño aumento en la longitud de las vainas, que pasa a ser de 455mm y el pedalier queda ligeramente más alto con 350mm.
Por supuesto la Voltage, como ya es habitual en Scott, cuenta con la posibilidad de ajuste de ángulo de dirección girando 180º las cazoletas. Así variamos en +6º o -6º respecto a la posición que nos aportan las cazoletas neutras. Los datos que aquí aportamos son con la opción de mayor lanzamiento en la dirección.
Probamos la Scott Voltage eRide 900 TUNED
Estuvimos en unas jornadas de presentación y pruebas en Santa Coloma de Farners (Girona), donde también tuvimos ocasión de probar la nueva Ransom, que publicamos recientemente.
La bici que nos tocó probar fue el modelo Voltage eRide 900 TUNED. Este apellido significa que es la versión más radical y bajadora, con una configuración específica de suspensiones y neumáticos algo más agresivos.
Empezando por las suspensiones, encontramos en su interior un amortiguador Fox Float X NUDE en versión Factory Kashima. Este amortiguador, además de contar con depósito externo o “Piggyback”, tiene una configuración diferente en cuanto a los modos de funcionamiento, que controlamos mediante el mando remoto TracLoc. Esta diferencia consiste en que, en el modo intermedio, no se actúa sobre el hidráulico cerrando la compresión, tan solo se cierra una de las cámaras positivas de aire, disminuyendo el volumen y por tanto aumentando la progresividad. El punto de sag varía ligeramente favoreciendo la posición de pedaleo.
Este modo está pensado tanto para favorecer el pedaleo, pues la suspensión se vuelve más firme, como para aquellas bajadas donde nos venga bien ese extra de firmeza y progresividad.
En la horquilla, esta versión Voltage 900 TUNED, monta una Fox 36 Float Factory Kashima con cartucho Grip2. Horquilla sin bloqueo remoto pero con múltiples regulaciones que permiten afinar el tacto y comportamiento para adaptarlo a las condiciones y preferencias de cada rider.
Contamos en esta bici con una transmisión Sram AXS Eagle Transmission, en su versión GX, aunque con mando Rocker y no el nuevo POD Controller. Nos llamó la atención el cambio, que nos dio la sensación de ser aún más robusto que sus hermanos mayores, con la batería alojada de manera diferente, quedando más protegida, aunque en el caso de la Voltage, en lugar de usar la batería normal, lleva un adaptador cableado para alimentarse de la batería de la bici.
Los frenos Sram Code Silver Stealth, además de garantizar una potente frenada, encajan a la perfección en la configuración de guiado de latiguillos de la Voltage. Una pieza clave en este guiado de cables es el cockpit Syncros Hixon IC Carbon que, no solo favorece la integración, sino que sus atractivas formas contribuyen a la estética de la Voltage.
En el diseño de la Voltage han tenido en cuenta el dejar espacio para tijas de largo recorrido, así en nuestra bici de pruebas, de la talla M, contamos con una tija Syncros Duncan con 180mm de recorrido.
Para terminar con el montaje tenemos un conjunto de ruedas Syncros Revelstoke 1.0, que cuenta con una llanta de carbono con 30mm de ancho interno y bujes DT Swiss 370s.
Sobre estas ruedas se montan neumáticos Maxxis, combinando el modelo Dissector en la rueda trasera con el Assegai en la delantera, ambos en medida 2,6”.
Primeras impresiones
Nada más acercarnos a la Voltage no podemos evitar admirar el trabajo hecho en cuanto a integración. Y es que si ya de por sí es llamativo el hecho de tener el amortiguador dentro del cuadro, y más tratándose de una suspensión con un recorrido considerable, en la Voltage además contamos con un motor que, si no nos fijamos bien, pasa totalmente desapercibido.
Para la regulación de suspensiones contamos con la facilidad de su indicador de sag junto al pedalier, este tiene un testigo que registra el hundimiento alcanzado. Partiendo de una tabla de presiones inicial es más fácil que nunca comprobar si estamos en el hundimiento correcto y hacer cualquier modificación es sencillo, pues abriendo la tapa que tenemos en la parte baja del cuadro, sin necesidad de ninguna herramienta, tenemos acceso a todas las regulaciones del amortiguador.
La horquilla Fox, con el cartucho Grip2, nos permite una personalización total, aunque como el tiempo apremiaba, nos fiamos de las tablas de ajuste que nos ofrecen un buen punto de partida y luego es fácil rectificar cualquier parámetro sobre la marcha.
Una vez con estos ajustes iniciales hechos no pusimos en marcha.
Tras unos primeros metros llanos nos esperaba una subida larga para acceder a la zona de senderos. Tuvimos tiempo de ir probando los modos del motor TQ y también de comprobar cómo se siente la Voltage con la asistencia apagada.
La Voltage es lo más parecido a llevar una MTB normal. No notamos rozamiento ninguno con el motor apagado y el pedaleo es super natural, eso si, estamos en una bici que supera los 18kg, así que la asistencia es bienvenida.
Para controlar el nivel de asistencia contamos con un mando bastante minimalista junto al puño, y el display se encuentra en el tubo superior del cuadro, de manera que no se añade ningún aparato en la zona del cockpit. Este display tiene diferentes pantallas que podemos personalizar mediante la app y nos muestra el modo de asistencia elegido mediante un icono sencillo y visual.
En el nivel más bajo de asistencia es difícil percibir con claridad que estamos subidos a una eléctrica, tan solo notamos que vamos con una facilidad que no es habitual, pedaleando con bastante soltura en terrenos ascendentes. En este nivel, si no vas en un grupo que te exija ir más rápido, y disfrutas del esfuerzo del pedaleo y de las sensaciones puras de una MTB, puedes hacer casi todos los remontes. Pero no era nuestro caso en las sesiones que tuvimos de prueba, ya que queríamos hacer el mayor número posible de senderos, así que usamos bastante el modo intermedio.
En cuanto a ruido hay que decir que es realmente difícil percibir el sonido del motor. Incluso con la asistencia al máximo, solo escuchamos el rodar del neumático y nada más.
La posición que adoptamos en la Voltage, con el tubo de sillín tan vertical, nos ayuda a transmitir muy bien nuestra fuerza a los pedales en las subidas y con el TracLoc vamos ajustando el amortiguador al terreno que tenemos por delante.
Aunque la posición intermedia en este modelo concreto de amortiguador no actúe en el hidráulico y solo lo hace en la cámara de aire, como ya hemos explicado, se minimiza bastante la oscilación en este modo, y en subidas por zonas más o menos irregulares lo usamos bastante, dejando el bloqueo para pistas muy lisas o asfalto, donde ese bloqueo casi total nos permite pedalear con gran eficiencia e incluso hacerlo de pie, cosa que no hacemos habitualmente en eBikes, debido al peso y a esa sensación de pedaleo poco natural que suelen ofrecer, pero en este tipo de eBikes ligeras como la Voltage tiene mucho más sentido.
La Scott Voltage es pura diversión en los senderos
Llegó el momento más esperado y tocaba descubrir los senderos que nos tenían preparados.
Desde las primeras bajadas nos adaptamos muy fácilmente a la Voltage. Improvisando en cada curva, pues no conocíamos el terreno previamente, la bici se dejaba manejar con una facilidad asombrosa.
Una de las claves de la nueva generación de bicis Scott con amortiguador integrado es su bajo centro de gravedad, más allá de la estética u otras consideraciones, es lo más palpable en marcha. Y si además estamos en una bici que tiene ese peso añadido en el pedalier debido al motor, este hecho se acentúa. De esta manera la Voltage se mueve muchísimo mejor de lo que sus más de 18kg nos hacen suponer.
Para lo que si necesitamos algo más de adaptación es para el pulsador de la tija. El mando TracLoc, al igual que el TwinLoc, tiene tres palancas. Dos son para suspensiones (bloqueo y desbloqueo) y la tercera para accionar la tija. A pesar de que está bien diseñado requiere de algo de tiempo para automatizar el gesto y no equivocarse al accionar la tija en situaciones de urgencia.
En esta primera sesión de pruebas con la Voltage 900 TUNED bajamos senderos de todo tipo. Incluido algunos más rotos y agresivos donde las suspensiones tuvieron que trabajar y lo hicieron con nota, permitiéndonos soltar frenos con total confianza.
También en zonas muy inclinadas contamos con la ventaja de tener una tija con 180mm de recorrido lo que, unido una vez más al bajo centro de gravedad de la Voltage, nos permitió pasar estas zonas con facilidad.
Una de las últimas bajadas de esta sesión tenía muchos saltos y, a pesar de no conocer bien el terreno, nos sentimos con total confianza ya que la Voltage se muestra muy estable y dócil en el aire.
Estuvimos toda esa mañana pendientes de no gastar más batería de la cuenta para no quedarnos a cero. Usamos el modo de máxima asistencia en momentos puntuales para subir trialeras o zonas de mucha inclinación y, a pesar de no tener el brío de un motor de los más potentes, lo cierto es que, gracias a la eficiencia de la Voltage y a su peso relativamente contenido, no lo echamos en falta.
Al final fuimos demasiado precavidos, pues acabamos la sesión con casi un 30% de batería restante, pero alguno de los compañeros sí que la agotó y pudo comprobar como se puede acabar la ruta sin que sea ningún drama, aunque sufriendo un poco más, claro está, y de paso comprobó que el cambio siguió funcionando hasta llegar al destino.
Durante algo más de dos horas que paramos para comer algo y asistir a parte de las presentaciones que nos hicieron acerca de la Voltage, las bicis estuvieron en carga y comprobamos que en poco tiempo llegan casi al 100%.
Para la siguiente sesión, además, llevamos el range extender colocado en el cuadro.
En esta sesión de la tarde ya no tuvimos tanto cuidado con la batería y disfrutamos los senderos a tope. Además repetimos alguno de los de la mañana y así pudimos bajar más rápido, sintiéndonos cada vez más acoplados a la Voltage.
Cuando se usa el range extender, el motor se alimenta de este, dejando la batería interna al margen, hasta que se agota por completo. Un detalle curioso es que este momento se nota, pues durante dos o tres segundos se pierde la asistencia, y nos tocó comprobarlo en plena subida. Los ingenieros lo llaman el “hand shake” que se dan ambas baterías.
En cuanto al montaje de esta Voltage, una vez más la transmisión Eagle Transmission de Sram cumplió con nota. Era la primera vez que probamos la versión GX y lo cierto es que no notamos diferencias en cuanto a funcionamiento respecto a las gamas superiores. En una eBike es un plus poder cambiar sin tener que aflojar lo más mínimo y la precisión es intachable. La elección del mando anterior en su versión Rocker a nosotros nos encanta, aunque es cuestión de gustos.
También nos gustó mucho la combinación de neumáticos Maxxis Assegai y Dissector, los cuales nos dieron muchísima seguridad y realmente nos sacaron de algún apuro cuando vimos el límite muy cerca, a causa de no conocer el terreno.
Conclusión
A pesar de no haber sido una prueba de larga duración, sí que pudimos aprovechar el tiempo y fueron varias sesiones bastante intensas, de hecho a pesar de tratarse de una eBike, acabamos bastante cansados. Esta es una de las claves de este tipo de bicis. La Voltage no lo hace todo por ti.
Aquel que busque una eBike que no te exija nada en los remontes y solo quiera hacer bajadas y que el motor haga todo el trabajo, no encontrará en la Voltage su bici ideal. La Voltage es para aquel biker que disfruta de todos los aspectos del MTB pero quiere un extra de “alegría” para, o bien hacer el mayor número de bajadas posible, o simplemente hacer una ruta exigente donde pueda llegar más lejos y disfrutar de una bici con una gran capacidad cuando el terreno se complica.
Scott Voltage eRide 900 TUNED: especificaciones y peso
- Cuadro: Voltage Carbon HMF, virtual 4 link, 155mm
- Horquilla: Fox 36 Float Factory Kashima Grip2, 160mm
- Amortiguador: Fox Float X NUDE Factory Kashima EVOL, Piggy Back, 3 modos
- Control remoto: TracLoc
- Motor: TQ HPR50
- Bateria: TQ 360Wh
- Cambio: Sram GX AXS Eagle Transmission
- Pulsador: Sram GX AXS Rocker
- Bielas: E*Thirteen Carbon
- Plato: Sram Eagle Transmission 34T
- Cadena: Sram CN GX Eagle Transmission
- Cassette: Sram GX Eagle Transmission XS-1275 10-52
- Frenos: Sram Code Silver Stealth, discos 200mm
- Manillar: Syncros Hixon IC Carbon, 15mm rise S/M, 25mm rise L/XL
- Tija: Syncros Duncan, 140mm S, 180mm M, 210mm L/XL
- Sillin: Syncros Tofino 1.5 Titanium rails
- Ruedas: Syncros Revelstoke 1.0-30
- Neumático del: Maxxis Assegai 2,6” EXO+ 3C MaxxTerra
- Neumático tras: Maxxis Dissector 2,6” EXO+ 3C MaxxTerra
- Peso aproximado: 18,6kg