Probamos la nueva Cannondale Topstone Carbon 2025: la gravel que no renuncia a nada

La Cannondale Topstone Carbon es una de las bicis de gravel más exitosas del mercado gracias a soluciones funcionales que aportan comodidad y polivalencia. Ahora se acaba de renovar, la hemos estado probando y aquí te contamos todo sonbre la tercera generación de esta gravel de referencia.

Nueva Canonndale Topstone Carbon 2025: nueva estética con mayor capacidad y polivalencia

De un primer vistazo podemos observar que la nueva Cannondale Topstone 2025 se ha estilizado ligeramente. No vemos un cambio rompedor en sus formas, y es que una bici tan exitosa y que ha demostrado un comportamiento y fiabilidad a toda prueba no necesita grandes remodelaciones.

La característica más llamativa de la Topstone sigue siendo el sistema de suspensión Kingpin que, sin recurrir a rodamientos ni articulaciones complejas y basándose principalmente en la capacidad de flexión del carbono, permite un movimiento de hasta 30mm a nivel del sillín para absorber las vibraciones.

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Observando su cuadro, vemos unas líneas algo más estilizadas. El tubo superior se aplana mucho en su encuentro con el tubo de sillín, para permitir la flexión que busca el sistema Kingpin, pero lo hace de manera más progresiva, sin el cambio brusco de la versión anterior.

El tubo vertical se aplana mucho por debajo de la articulación Kingpin, pero además, ahora se aprecia algo más curvado en su recorrido hacia el pedalier.

Pero quizás lo más llamativo de la nueva Topstone tiene que ver con su adaptación a la tendencia actual y ello la ha llevado a adoptar el cableado interno y a integrar en el tubo diagonal un espacio de almacenamiento que en Cannondale denominan StashPort.

Empezando por el cableado, tenemos que decir que nos parece muy discreto pero sin complicaciones excesivas. El guiado es bajo la potencia, a través de la tapa de la dirección y los espaciadores pero, en el caso de nuestro modelo de prueba, sin involucrar manillar ni potencia, de modo que no se complican en exceso los mantenimientos. La potencia, eso sí, tiene una forma con unos ahuecados en su parte inferior que disimulan mucho la presencia del latiguillo y, en su caso, funda de cable. El resultado estético es muy bueno y no se aprecia un excesivo sobredimensionado en la zona.

En esta nueva versión de la Topstone, el cableado interno incluye también la parte trasera, tanto la vaina derecha (para el montaje de cambio mecánico) como la izquierda, tienen guiado interno. Tan solo vemos los latiguillos en un espacio ahuecado y discreto bajo el pedalier, que facilita muchísimo las labores de mantenimiento.
Hay que decir que, aunque de serie ninguna Topstone equipa tija telescópica, viene preparada para ello con su guiado previsto.

En cuanto al StashPort, es una solución que vemos cada vez más en diferentes tipos de bicis, pero si hay alguna en la que tiene más sentido, es en una gravel aventurera como la Cannondale Topstone.
Para la adopción de este espacio de almacenamiento se ha modificado ligeramente la forma del tubo diagonal, que aunque sigue teniendo cuatro caras, ahora la cara superior es algo más ancha para dar espacio a la abertura. En la propia tapa están los anclajes para el portabidón y su apertura es muy nítida y fiable, accionando una palanca. Además, el contacto con el cuadro se hace a través de una zona engomada, garantizando la hermeticidad y la ausencia de ruidos.

La bici viene con una bolsa específica para ubicar en este espacio denominada StashBag.

Otro cambio importante es el aumento drástico del paso de rueda, pasando de una capacidad máxima en el cuadro para neumático de 45mm a poder albergar hasta uno de 52mm. En el caso de la horquilla rígida podemos montar neumático de hasta 56mm. La horquilla Lefty Oliver está algo más limitada, aunque también aumenta ligeramente en su nueva versión hasta los 47mm.

Por lo demás, el cuadro se ha refinado estéticamente. Un ejemplo de ello es que, aunque sigue teniendo diversas roscas insertadas para anclaje de bolsas y accesorios, estas son de forma avellanada y tienen un pequeño tornillo a modo de tapa, de manera que visualmente quedan muy disimulados.
También destaca visualmente la reubicación de la pinza de freno trasera, ahora en la vaina, quedando mucho más integrada.

Por supuesto, la puntera trasera es compatible con patilla UDH o con cambio de montaje directo como el Sram GX AXS que monta nuestro modelo de pruebas, También se continúa con el pedalier roscado y con el cierre de tija convencional cuya fiabilidad está garantizada.

En cuanto a la geometría. Uno de los cambios más importantes tiene que ver con que no se altera en función de si se monta o no la horquilla Lefty Oliver, sino que es la misma geometría en todos los modelos.
Hay que decir que Cannondale sigue fiel al Proporcional Response, tanto para la construcción del cuadro como para la geometría, de modo que según las tallas pueden variar algunas medidas, como altura de pedalier o ángulo de dirección.

Como cambios destacables, vemos que se han acortado ligeramente los reach en busca de una postura más cómoda. Si en la versión anterior una talla 54 tenía un reach de 38,3mm, ese es exactamente el reach que encontramos en la talla 56 de la nueva Topstone. Se ha relajado también el ángulo de dirección hasta los 70,7º en casi todas las tallas. Son cambios sutiles pero vemos que van enfocados a hacer la Topstone aún más cómoda si cabe.

Cannondale Topstone Carbon 1 Lefty AXS: más confort, menos limitaciones

El modelo que hemos estado probando es la única versión de la Topstone Carbon que viene equipada con horquilla Lefty Oliver, por tanto, hablamos de una gravel que amplía su rango de uso y nos permite adentrarnos en un abanico de terrenos más amplio.

Como hemos dicho anteriormente, el hecho de montar la horquilla Lefty no supone alteración en la geometría en la nueva Topstone. Además, para el estreno de esta nueva gama también se estrena una nueva versión de la Lefty Oliver que aumenta ligeramente su recorrido de los 30mm a 40mm.

En el montaje de la Cannondale Topstone Carbon 1 Lefty AXS destaca una transmisión Sram Eagle T-Type, combinando mandos Rival AXS y bielas Rival con un plato de 40 dientes, con el resto de la transmisión Sram GX T-Type y su cassette 10-52.

En los componentes destaca la potencia Cannondale C1 Conceal que, como hemos dicho, juega un papel importante en la estética de la integración del cableado, aunque en este caso el latiguillo discurre por fuera de la misma, viene preparada para guiado interno si el manillar lo permitiera.

El manillar que monta este modelo es un Easton EA70, según especificaciones, pero nuestra bici de pruebas venía con un manillar Cannondale.

La tija Hollowgram SAVE Carbon es también pieza clave y se complementa a la perfección con el sistema Kingpin de la Topstone. Sobre esta se monta un sillín Fizik Terra Argo x5.

Pero si hay algo que destaca en el montaje de nuestra bici de pruebas son sin duda las ruedas, con sus espectaculares llantas Reserve de carbono con un generoso perfil de 44mm en la trasera y 40mm en la delantera. Estas llantas tienen, además, un ancho interno de 27mm, que van a influir en el comportamiento del neumático.
Estas llantas van montadas sobre un buje DT Swiss 370 trasero y un Lefty 50 delante, con radios planos Sapim.
Sobre estas llantas se montan los neumáticos WTB Raddler TCS Light con anchura de 44mm.

La nueva Topstone en vivo

Había ganas de ver hacia dónde evolucionaba la nueva versión de la Cannondale Topstone.
Lo primero que destaca claramente es la mejora estética derivada de la integración del cableado y la limpieza de líneas que le da el hecho de ocultar a la vista todas las roscas que tiene el cuadro para los diversos accesorios.
Ahora la Topstone tiene unas líneas más elegantes, y la decoración con colores discretos de nuestra unidad aumenta esa percepción.

Pero, al mismo tiempo, la Topstone Carbon 1 Lefty, tiene cierto aire agresivo y espectacular dado, a partes iguales, por su llamativa horquilla Lefty Oliver y por esas llantas con perfil que destacan mucho, sobre todo tratándose de una bici de gravel.

Por supuesto, la Topstone pasó el ritual de nuestra báscula y arrojó la cifra de 9,9kg. Es una muy buena cifra para una bici diseñada para ser ante todo fiable y polivalente, y también teniendo en cuenta que dispone de suspensión delantera y el sistema Kingpin detrás.

Tras los ajustes de posición pertinentes nos pusimos en marcha con hambre de kilómetros, y es que una bici como la Cannondale Topstone nos sugiere rutas largas y aventureras para disfrutarla en su esencia.

Como siempre, primero hablaremos de la posición que adoptamos sobre la bici. Tenemos que decir que nuestra unidad de prueba era una talla 56 y nuestra talla normalmente es una 54. Aún así nos sentimos cómodos desde el primer momento, y es que, como comentamos antes, en la nueva Topstone se ha acortado el reach.
Teníamos algunos espaciadores bajo la potencia, lo que nos hace ir bastante erguidos, en una posición en la que sentimos que podemos pasar varias horas sin problema alguno.

Empezamos a rodar alternando asfalto con pistas fáciles, y esa postura erguida que hemos comentado nos permite utilizar mucho la posición baja del manillar sin que la sintamos en absoluto forzada. Es más, con el ángulo de flare del manillar de gravel, esta posición es en la que nos hemos sentido más cómodos rodando y la hemos usado la mayor parte del tiempo.

En los tramos de asfalto podemos apreciar la excelente transmisión de energía de la Topstone, sin que el sistema Kingpin nos reste vatios en cada golpe de pedal.

Podemos mantener velocidades altas y, aunque no gozamos de ese finísimo rodar que nos da un neumático de carretera, no notamos una gran penalización en este sentido.

Donde si tenemos una gran ventaja es en tramos de asfalto rotos o de mala calidad. En estas situaciones, tanto los neumáticos de 44mm como el sistema Kingpin y la Lefty Oliver nos hace flotar literalmente sobre estas irregularidades y podemos continuar pedaleando manteniendo nuestra velocidad de crucero.

Las subidas tampoco nos pesan demasiado con la Topstone ya que pedaleando de pie también transmite fielmente nuestra fuerza a la rueda trasera, y en la Lefty Oliver disponemos de una palanca de bloqueo de dimensiones generosas y muy fácil de accionar, que deja la horquilla totalmente rígida.
La comodidad de su manillar nos permite incluso pedalear de pie agarrados abajo con mucha comodidad (más que en una bici de carretera), de manera que en repechos puntuales gozamos de esa postura que nos permite aprovechar al máximo nuestra energía.

La bici que no renuncia a nada

Tratándose de una gravel equipada con horquilla de suspensión y sistema de amortiguación trasero también teníamos ganas de adentrarnos en terrenos un poco más ásperos y complicados para ver hasta qué punto es algo placentero rodar así con la Topstone o se convierte en un sufrimiento innecesario.

Lo primero que tenemos que decir es que la Lefty Oliver, hasta que no llegan los impactos de cierta entidad no es demasiado activa. Hay que tener en cuenta que son solo 40mm de recorrido y, aunque en firmes no demasiado rotos se nota la diferencia entre llevarla bloqueada o abierta, no es que vaya leyendo el terreno como una horquilla de MTB. Pero cuando en la carretera o pista empieza a haber boquetes o baches de cierta entidad empieza a marcar una diferencia muy clara y nos permite mantener el control y evita que nos castiguemos las muñecas.
En la trasera ya conocíamos de sobra el sistema Kingpin y, una vez más, nos ha demostrado su funcionalidad.

La nueva Topstone equipada con Lefty es una gravel que apenas nos limita en cuanto al recorrido que pretendamos afrontar.
En este sentido también juega muy a favor el hecho de montar una transmisión Sram Eagle de montaña, con un amplio rango de desarrollos, que nos permite afrontar desniveles considerables y la simplicidad de no tener cambio de plato, que en terrenos accidentados se agradece.

La novedad del StashPort también nos ha convencido. En una bici como esta cobra muchísimo sentido. Es cierto que tenemos la posibilidad de anclar al cuadro diferentes tipos de bolsas, pero para salidas diarias podemos tener un espacio de almacenamiento muy útil dejando la bici limpia de accesorios.

Conclusiones finales

Después de nuestras pruebas con la nueva Topstone nos hemos vuelto a enamorar de este concepto de gravel aventurero. Es un ciclismo puro donde se trata de disfrutar cada kilómetro y podemos improvisar nuestra ruta sobre la marcha ya que prácticamente todos los terrenos le vienen bien a esta bici y se disfrutan por igual.
Y dentro de este concepto de gravel, la Topstone es una de las bicis que más nos ha hecho disfrutar y, en esta versión con Lefty, alcanza, en nuestra opinión, el mayor grado de versatilidad, comportándose de manera notable en un amplio abanico de terrenos.

Para aquel que busque una bici para todo o, simplemente, entienda el gravel como un ciclismo sin limitaciones, la Cannondale Topstone es, sin duda, una de las mejores candidatas.

La nueva gama Topstone Carbon la componen 6 modelos, aunque solo hay 5 niveles de precio, ya que el modelo de entrada a la gama, Carbon 3 GRX, se ofrece en transmisión de uno o dos platos al mismo precio de 3.299€. La tope de gama la encontramos en la Topstone Carbon LTD Di2 a un precio de 7.499€. Nuestra versión de pruebas, la Carbon 1 Lefty AXS, es la segunda de la gama y se podrá adquirir a un precio de 6.899€.

Cannondale Topstone Carbon 1 Lefty AXS: especificaciones, peso y precio

• Cuadro: Topstone Carbon, KingPin suspension system
• Horquilla: Lefty Oliver Carbon, 40mm travel, 55mm offset
• Cambio: Sram GX Eagle T-Type
• Mandos: Sram Rival AXS, 12-speed
• Cadena: Sram GX Eagle Transmission
• Bielas: Sram Rival DUB Wide, 42T
• Cassette: Sram GX XS-1275, 10-52, T-Type, 12-speed
• Frenos: Sram Rival, discos 160mm
• Bujes: Lefty 50 / DT Swiss 370
• Radios: Sapim CX-Delta J-bendNeumáticos: WTB Raddler TCS Light 700x44c, tubeless ready
• Manillar: Easton EA70 AX
• Potencia: Cannondale C1 Conceal, 31,8 -6º
• Sillin: Fizik Terra Argo X5
• Tija: Hologram SAVE Carbon
• Peso: 9,90kg
• Precio: 6.899€