Probamos la nueva Orbea Occam SL: rendimiento y polivalencia en una MTB sobresaliente
La Orbea Occam SL aúna la última tecnología y los mayores avances para recuperar la auténtica esencia del MTB, recorrer kilómetros y disfrutar de la montaña sin limitaciones. La hemos disfrutado una temporada y te contamos nuestras impresiones.
La Orbea Occam ha sido diseñada para lo que te propongas
Nos encontramos en un punto de la evolución del MTB en el que todo tiene etiquetas y cada bici tiene que encajar en una categoría. Y entre estas, el Trail es la que queda más abierta a diferentes tendencias.
En bicis de Cross Country hay un objetivo claro de conseguir la bici más rápida en circuitos de carreras. En el Enduro se busca la bici más rápida y capaz bajando senderos agresivos. Pero todo el abanico de posibles usos que puede tener una MTB entre esas dos modalidades es muy amplio.
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En general, aunque pueda haber excepciones, son bicis a las que no se les va a poner un dorsal, sino que están pensadas con el único objetivo de disfrutar de este deporte en su más pura esencia.
Y como el abanico de usos es tan amplio, en Orbea han dividido su modelo Occam en dos vertientes ligeramente diferentes.
En el lado más agresivo está la Occam LT, con unas capacidades muy cercanas al enduro, recorridos de 160mm delante y 150mm detrás y montaje más enfocado a los descensos.
Por otro lado tenemos la bici que hemos probado, la Occam SL, con recorrido de 140mm en ambos ejes y un montaje equilibrado para conseguir una eficiencia que nos permita afrontar las salidas más épicas.
Occam SL M-LTD: máxima tecnología para disfrutar sin límite
La bici que hemos tenido con nosotros para probar a fondo ha sido la tope de gama, Occam SL en su versión M-LTD. Construcción Full Carbon y montaje de gama alta para potenciar al máximo las capacidades de una bici que pretende ser una auténtica todo terreno.
El cuadro de la Occam SL M-LTD está fabricado con el carbono OMR de Orbea. La marca dispone de un carbono aún más refinado, pero se reserva para las tope de gama de carretera y de XCO, como la Oiz.
Dispone de un sistema de suspensión monopivote, pero con la particularidad de tener un punto de giro concéntrico al eje trasero, que le hace mejorar su suavidad y sensibilidad y, sobre todo, optimizar la interacción entre suspensión y frenada. El sistema ofrece 140mm de recorrido.
Lo primero que destaca a simple vista cuando miramos el cuadro es ese característico brazo asimétrico que le da una estética muy particular.
Pero mirando con detalle podemos ver el minucioso trabajo que hay en el diseño del cuadro.
En todos los tubos hay una combinación de zonas aplanadas y redondeadas, con aristas más o menos duras en función de donde se busca optimizar la rigidez.
Destaca visualmente la forma del tubo superior y lo bien ejecutado que está el anclaje del amortiguador. Además, aquí tenemos uno de los puntos donde Orbea se diferencia con una idea sencilla pero útil y, sobre todo, estética. Se trata del I-Line, que no es otra cosa que el mecanismo del bloqueo remoto del amortiguador escondido en la parte superior, dentro del cuadro. Este hecho, aparte de hacerlo desaparecer de la vista, permite un guiado más directo del latiguillo, suavizando su funcionamiento.
También llaman la atención las vainas realmente sobredimensionadas en busca de optimizar la rigidez del tren trasero.
Uno de los detalles que diferencian este modelo de la versión LT es el prolongador del amortiguador, que está fabricado en carbono, buscando así restar unos gramos a la báscula.
En el diseño de la Occam han tenido en cuenta la posibilidad de elegir entre dos tallas en función de las preferencias del usuario, sin que ello implique limitaciones a la hora de usar tijas con largo recorrido. Así, el tubo de sillín no varía en gran medida entre cada talla, siendo bastante corto en tallas grandes, diferenciando estas, sobre todo, en cuestión de reach y longitud total.
El cuadro de la Occam adopta el sistema SIC de cableado interno completamente sellado, de manera que se simplifica mucho el mantenimiento. Los latiguillos entran justo bajo la potencia a través de la cazoleta superior de la dirección. De esta manera, si se dimensionan bien las fundas y latiguillos, el cableado queda realmente discreto en su transcurso junto al manillar.
Un detalle cada vez más común en ciertas bicis es reservar un espacio en el cuadro para almacenamiento. En la Occam tenemos el LOCKR, bajo el portabidón. Con una sencilla palanca abrimos una ventana de generosas dimensiones que nos permite guardar lo que queramos, ya sea directamente, o utilizando la funda que viene al efecto, pensada para meter una cámara, desmotadores, botellas de CO2, etc.
Además, en uno de los puntos de giro de la bieleta encontramos una pequeña multiherramienta con varias llaves allen, que se saca fácilmente y se fija con un imán. También la palanca del eje trasero es extraíble y cuenta con una llave allen del 6 para completar el kit.
Para terminar con el cuadro merece especial mención todas las protecciones que trae. Para empezar cuenta con el Second Skin, que es esa capa de vinilo que protege gran parte del cuadro y que tiene un aspecto realmente discreto y de mucha calidad. También encontramos un protector en la zona baja del tubo diagonal, de goma y con un grosor suficiente para proteger impactos de cierta entidad. Otro protector, o más bien guardapolvos, lo encontramos en el encuentro entre las vainas y el cuadro, para evitar la entrada de pequeñas piedras en el hueco. Este no nos gustó demasiado como está diseñado, quedando suelto y algo separado, aunque cumple su función perfectamente, como pudimos comprobar en nuestras pruebas.
Y para terminar, el protector de la vaina derecha da un paso más allá de lo que acostumbramos a ver últimamente y pasa del típico estriado a mostrar directamente unos huecos en los salientes que tiene, de manera que va a silenciar como ninguno los impactos de la cadena en la vaina.
En cuanto a la geometría nos encontramos con una bici a la última pero cuidando mucho el equilibrio.
Como hemos adelantado, el tubo de sillín varía poco entre tallas, pasando de 405mm en talla S a un máximo de 460mm en talla XL. Esto nos permite elegir entre una talla menor o mayor según nuestras preferencias de conducción sin limitaciones en el uso de tija con largo recorrido.
El ángulo de dirección es de 65,5º, suficientemente lanzado pero sin llegar a volver la bici torpe de reacciones cuando la velocidad no es tan alta.
Un reach de 465mm en talla M convierte a la Occam en una bici tirando a larga, como es tendencia, aunque su cortísima potencia va a compensar para que la posición sea cómoda.
La distancia entre ejes también es generosa con 1218mm en talla M.
Un ángulo de tubo vertical de 78º es quizá la medida más extrema que presenta la Occam, lo cual va a priorizar la postura de cara a las subidas.
Programa MyO de Orbea
Gran parte de la gama de bicis de Orbea están abiertas a personalización por el usuario en los que llaman programa MyO. Por tanto en la Occam podemos configurarnos una bici única.
La Occam SL M-LTD viene en tres acabados estéticos digamos “de serie”, pero si queremos personalizarnos la nuestra podemos elegir entre una variedad amplísima ya que tenemos opción de elegir color entre un amplio abanico de opciones, y luego ir eligiendo el color de cada logo del cuadro, e incluso el acabado de los protectores Second Skin y la decoración de las llantas.
Esto a nivel de decoración. Pero a nivel de montaje también tenemos capacidad de seleccionar entre diferentes opciones de componentes para adaptar la bici totalmente a nuestras preferencias personales.
La Occam SL M-LTD viene con un montaje de auténtico lujo
Que se trate de una bici orientada al Trail ligero y no a la pura competición no implica que no vayamos a contar con un montaje del más alto nivel.
Para empezar, contamos con lo mejor que ofrece Fox en este segmento. Horquilla Fox 34 Float Factory Kashima, con cartucho Fit4 y dos posiciones comandadas por bloqueo remoto, que aporta 140mm de recorrido.
El amortiguador es un Fox Float Factory Kashima, el cual también tiene posición de abierto y cerrado y se acciona desde el mismo mando OC Squidlock, el cual, además, alberga la palanca para la tija telescópica.
En la transmisión encontramos el grupo Sram XX Eagle Transmission al completo. Grupo que, además de garantizar un funcionamiento impecable, también ayuda a contener el peso de la bici.
Las bielas montan un plato de 32 dientes, de manera que, combinado con la corona trasera de 52 dientes, podremos subir cualquier rampa con la Occam sin quedarnos atrancados.
Los frenos son los Sram Level Ultimate Stealth de 4 pistones que, al margen de su buen funcionamiento, encajan estéticamente en esta bici a la perfección, gracias a ese acabado pulido y, sobre todo, a la orientación que da a los latiguillos para que pasen paralelos al manillar.
De todas formas, el usuario que prefiera frenos Shimano XTR puede optar por ellos en la configuración MyO.
En las ruedas contamos con las tope de gama para XC y Trail de Oquo. Ruedas que combinan unos bujes DT 240s, con radios Spam CX-Ray y sus llantas específicas de carbono con un ancho interno de 30mm. También las llantas son personalizables en su decoración a gusto del usuario.
Sobre las ruedas Oquo se montan neumáticos Schwalbe Wicked Will Evo, en anchura de 2,40”. El mismo en ambas ruedas salvo por el compuesto, más blando delante. Estos neumáticos tienen un gran compromiso entre rodadura y agarre.
En el resto de componentes encontramos manillar y potencia firmados por la marca propia OC. Manillar de muy buena factura en carbono y potencia preparada para facilitar el guiado de los latiguillos por la dirección.
La tija es una Fox Transfer SL Factory Kashima, de lo más ligero que hay a costa, entre otras cosas, de ofrecer sólo dos posiciones.
El sillín lo firma Fizik con el modelo Terra Ridon X1, sillín con raíles de carbono y un acabado excelente.
Rodando con la Occam SL M-LTD
Cuando recibimos la Orbea Occam SL M-LTD nos dio una sensación de robustez, con sus tubos de generosas dimensiones. Estéticamente nos parece muy bonita y la decoración muy acertada. Por cierto, esta es una de las decoraciones “custom” que se pueden configurar en el programa MyO.
El Second skin, es decir, los vinilos protectores que protegen al cuadro, son de los mejor ejecutados que hemos visto. A veces las protecciones pueden afear la bici, pero en este caso son tremendamente discretos y, allá donde se ven, sus cortes tienen alguna forma que sirve hasta de decoración.
Antes de ponerle los pedales la pesamos y nos marcó 12,40kg. Una cifra muy competitiva dadas las características de la bici, aunque superior a lo que esperábamos según los datos de su presentación.
Configuramos los ajustes de suspensiones y posición y empezamos nuestras pruebas a los mandos de la Orbea Occam.
La primera sensación que nos aportó la Occam SL fue de eficiencia. Esperábamos algo más de interacción entre pedalada y suspensión, dado el recorrido de la bici, pero el tacto de la suspensión nos pareció bastante firme, más cerca de una bici de XC que de una All Mountain o Enduro.
La posición es muy cómoda en cuanto a alcance al manillar. Su corta potencia y su manillar con ligera elevación nos coloca en posición algo erguida, no tanto como en bicis puramente bajadoras, pero si algo más que en una XC.
Lo que sí nos parece que está rozando el límite es el ángulo del tubo de sillín de 78º. Para las subidas inclinadas es perfecto estar tan adelantado, pero la Occam SL es una bici con la que se pueden hacer largas rutas de pedaleo que contemplan el pedaleo también en pistas con menos desnivel, y llaneando no nos parece tan cómodo estar tan adelantado. Lo solucionamos colocando el sillín más retrasado en la tija y fuimos cómodos pero creemos que en bicis que no sean puramente de Enduro, este es un buen limite.
Los tramos de pedaleo los hicimos en gran parte con las suspensiones abiertas, ya que no notamos gran pérdida de energía y solo en pistas muy llanas o asfalto recurrimos al bloqueo.
El mando nos pareció bastante bien diseñado, y es que es difícil combinar el bloqueo de suspensiones con el mando de la tija sin que se estorben y queden todas las palancas a mano.
Al estar todas en la misma abrazadera nos aseguramos que no interfieren unas con otras, aunque hay que hilar fino en la colocación para asegurar un alcance óptimo a todo.
Un detalle curioso es que si estás acostumbrado a coger el bidón con la derecha, tendrás que reciclarte y hacerlo con la izquierda, ya que debido al refuerzo asimétrico del cuadro no queda otra opción.
En los primeros kilómetros rodando, además de notar esa eficiencia en la transmisión de energía del cuadro, pudimos comprobar que los neumáticos Schwalbe Wicked Will tienen también muy buen rodar. Realmente notamos poca diferencia en este sentido respecto a una bici pura de XC, lo más destacable es que no vamos en una posición tan “de ataque”, y a la hora de aceleraciones más bruscas se nota un poco.
Pocos escenarios que se le resistana a la Orbea Occam SL
Una vez comprobadas las virtudes de la Occam SL a la hora de hacer kilómetros, nos dispusimos a meterla en terrenos más comprometidos.
Hicimos unos primeros senderos de bajada donde primaba la conducción y entrada en curvas. Aquí la Occam nos lo hizo disfrutar muchísimo, ofreciéndonos una seguridad en la trazada muy grande y, gracias a su ligereza, el manejo es realmente ágil.
Un detalle al que hay que acostumbrarse es al hecho de que la tija Fox Transfer SL solo cuenta con dos posiciones. En ese tipo de sendero donde hay que pedalear algo, pero al mismo tiempo requiere de la libertad que da bajar un poco la tija, quedamos limitados por este aspecto. También en zonas de mucha variación, donde se sube y baja frecuentemente la tija, tenemos que estar siempre asegurándonos de que bajamos a tope para que no se vuelva a subir.
Esta tija nos gusta más para XC, pero en este tipo de bici, y con recorrido de 150mm como viene en nuestra Occam no nos termina de convencer. Pero, una vez más, el programa MyO de Orbea nos podría solucionar este hecho, ya que da la opción de elegir entre diferentes modelos de tija y diferentes recorridos para que todo sea del gusto del usuario.
Por supuesto, con la Orbea Occam SL también hicimos incursiones por senderos más agresivos, donde solemos ir con bicis puramente de Enduro. Y se defendió bastante bien.
A pesar del tacto firme durante el pedaleo que antes comentamos, en zonas muy bacheadas, la suspensión trasera absorbe muy bien, ofreciéndonos un tacto bastante lineal en los primeros dos tercios del recorrido, para pasar a ser más progresivo al final y evitar topes. No tiene la sensibilidad pura de una suspensión típica de Enduro, pero encuentra un equilibrio bastante bueno.
La Occam SL también nos dio confianza en zonas de gran velocidad, mostrando suficientemente estable, aunque teníamos que hilar algo más finos cuando hay que frenar bruscamente o entrar en zonas comprometidas ya que los neumáticos Schwalbe Wicked Will, a pesar de sus bondades, no tienen un taqueado tan agresivo como uno específico de Enduro.
Pero hay un terreno donde una bici como la Occam SL nos parece que no tiene rival. Se trata de las zonas técnicas de pedaleo, donde hay un constante sube y baja. Aquí gozamos de una aceleración en cada cambio de tramo muy superior a la de una bici más gravity y frente a los obstáculos y cambios de dirección tenemos la ventaja de su ligereza y capacidad.
Conclusiones
Tras unas cuantas semanas disfrutando de la Occam SL nos ha quedado claro que la evolución tan vertiginosa que ha sufrido el MTB en los últimos años en cuanto a materiales, geometría y suspensiones, sirve para que una bici como la Orbea Occam SL haga muchas cosas bien. Hace tiempo, una bici de este tipo que pretendía ser polivalente, corría el riesgo de no ser realmente buena en nada. Pero en este caso tenemos una bici que está realmente cerca del rendimiento que nos da una bici de XC o Maratón como su hermana Oiz, pero que la podemos meter en cualquier sitio que no solo se va a defender bien, sino que nos vamos a divertir muchísimo con un manejo ágil y capaz.
Aunque en nuestro país una gran mayoría de usuarios acaba eligiendo bicis puramente de competición, a nosotros nos queda claro que, salvo que los resultados en las carreras sean la auténtica prioridad, una bici como la Occam es la elección acertada para la gran mayoría, incluso si alguna vez nos ponemos un dorsal, ya que podremos disfrutar sin limitaciones de esa versión aventurera del MTB que hizo grande a este deporte.
Orbea Occam SL M-LTD: especificaciones, peso y precio
- Cuadro: Orbea Occam OMR
- Horquilla: Fox 34 Float Factory Kashima 140 Fit4
- Amortiguador: Fox Float Factory Evol Kashima
- Bielas: Sram XX Eagle, 32T
- Cambio: Sram XX Eagle AXS
- Pulsador: Sram AXS Pod Ultimate
- Cassette: Sram XX-1297 Eagle, 10-52
- Cadena: Sram XX Eagle
- Frenos: Sram Level Ultimate Stealth, 4 piston
- Manillar: OC Mountain Control MC10 Carbon, rise 20, width 800
- Potencia: OC Mountain Control MC10 Alu SL, 0º
- Ruedas: Oquo Mountain Performance MP30LTD
- Neumáticos: Schwalbe Wicked Will Evo TLE 2,4” Addix Speed Grip / Soft
- Tija: Fox Transfer SL Factory Kashima
- Sillín: Fizik Terra Ridon X1 145mm
- Peso: 12,40kg
- Precio: 9.999€