Probamos la Yamaha Moro 07: una eMTB que derriba prejuicios y nos ha conquistado
Cuando una compañía como Yamaha, mundialmente conocida por ser uno de los principales fabricantes de motos, diseña una eBike, hay que estar atentos. Y si además os decimos que hace ya 30 años que Yamaha sacó al mercado japonés la primera bici eléctrica de la historia, queda claro que la Moro 07, lejos de ser un experimento, es una seria alternativa en el mercado. La hemos probado a fondo y aquí te lo contamos.
Yamaha Moro 07: la eBike con mayor inspiración motera
Yamaha tiene casi 70 años de experiencia en el sector del motociclismo y no es ninguna sorpresa que en el diseño de la Yamaha Moro 07 se aprecie claramente la aportación de la ingeniería de las motos en el chasis, diferenciándose en gran medida de todo lo que conocemos en el sector.
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La Yamaha Moro 07 es una eBike con ruedas de 27,5” que ofrece unos recorridos de suspensión de 160mm en la rueda delantera y 150mm en la trasera.
La construcción de su cuadro de aluminio se basa en la utilización de dos tubos simétricos, tanto para lo que sería el tubo superior como el diagonal. Lo llaman Dual Twin y busca el equilibrio óptimo entre rigidez y flexión.
De esta forma, la batería no queda integrada en el interior del tubo diagonal, como viene siendo habitual actualmente, sino que está colocada en el hueco que deja el chasis, con un protector en la parte de abajo y expuesta en la parte superior.
Aunque no es un ejercicio de integración tan conseguido como si quedara oculta, lo cierto es que tampoco nos recuerda a cuando las baterías eran un adosado antiestético dentro del triángulo principal.
En cuanto a la parte superior, esa separación de los dos tubos que componen el cuadro permite alojar el amortiguador entre ambos, y con ello se reduce la altura del cuadro, lo que redundará en una gran libertad de movimientos.
En la zona de la dirección se aprecia un buen trabajo con el aluminio. Los tubos diagonales se unen y ensanchan para formar una gran viga, a la que también se unen ambos tubos superiores antes de su encuentro con la pipa de dirección.
En el triángulo trasero encontramos tubos con un estudiado diseño en cuanto a su forma, como los tirantes, que son planos en su parte interior y con varias aristas en la parte externa. Los encuentros de estos tubos del triángulo trasero con las piezas forjadas, que encontramos en sus extremos, no son tan estéticos, con soldaduras poco disimuladas.
La bieleta de la suspensión tiene un acabado bastante correcto, con rebajes en su parte externa para eliminar material innecesario. No queda tan bien integrado el anclaje de esta al cuadro, que se hace mediante una pieza triangular un poco grande, ya que el punto de giro, debido al diseño de la suspensión queda muy separado del tubo vertical.
El diseño de la suspensión se basa en un sistema 4-Bar, con un punto de articulación en las vainas de tipo Horst Link. Esto contribuye a que los 150mm de recorrido trasero que ofrece sean sensibles y su independencia respecto a las fuerzas de la frenada sea óptima.
La Yamaha Moro 07 es una eBike que, desde el comienzo de su diseño parece haber tenido en cuenta en todo momento que es una bici asistida. No es algo que nos extrañe mucho viniendo de una marca de motos como Yamaha. Este hecho se nota en detalles como la ausencia de anclaje de portabidón pero, sobre todo, en la geometría.
En líneas generales encontramos una geometría moderna, aunque sin irnos a la tendencia más radical. Un ángulo de dirección de 66,3º es razonablemente lanzado pero conservando cierto equilibrio. El reach del cuadro es de 437mm en talla M, lo cual es también una medida bastante comedida comparado con los cuadros tan largos que se ven últimamente.
Pero donde la Moro 07 se desmarca totalmente de la tendencia común es en la medida de las vainas y en el ángulo del tubo vertical. Unas vainas de 464mm son sorprendentemente largas, y más tratándose de una bici con rueda de 27,5”. Esta medida viene acompañada de un tubo vertical más bien relajado. En la ficha técnica indica 70,3º, pero entendemos que es la medida real y no la efectiva, que es la que realmente influye en nuestra posición. Nuestra sensación es de un tubo no tan vertical como viene siendo habitual actualmente pero tampoco tan tumbado como indicaría esa medida de 70,3º.
Está claro que la Yamaha no es la típica eBike que hereda en gran parte la geometría de una muscular sino que, consciente de que va a tener asistencia, trata de aprovechar para potenciar algunos aspectos. Y en concreto esta medida larga de vainas favorece, como contaremos más adelante, las subidas más complicadas.
Motor Yamaha PW-X3
Uno de los elementos estrella de esta bici es, sin duda, su unidad motriz. Esta bici puede presumir de que el mismo fabricante se encargue del diseño del cuadro y el motor. Con este motor Yamaha PW-X3, la marca afirma tener la mejor relación par-peso de su clase.
El par máximo que ofrece el motor es de 85Nm, y la verdad es que es realmente compacto si lo comparamos con el resto de motores full power. Las dimensiones del motor PW-X3 le permiten tener un factor Q muy reducido, ya que la anchura total de su eje tipo ISIS es de 128mm, y también mantiene una óptima distancia libre al suelo.
Una de las características de las que presume el motor Yamaha es la tecnología Zero Cadence, que ofrece la asistencia de manera instantánea, sin retardo alguno.
En el manillar tenemos, junto al puño, un mando remoto para cambiar el modo de asistencia o activar ciertas funciones, como el walk assist o el modo automático. Este mando es bastante pequeño y muy ergonómico e intuitivo, lo que lo hace fácil de usar sin apartar la mirada del terreno.
Junto a la potencia encontramos el display, o unidad de visualización que, con un código de luces LED, nos da la información de batería, nivel de asistencia, o activación del modo automático.
Esta unidad tiene la particularidad de incorporar una toma USB tipo C para alimentar un dispositivo externo, ya sea un smartphone, GPS o una luz.
El motor PW-X3 tiene 5 niveles de asistencia que podemos cambiar con el mando remoto. Pero si queremos olvidarnos de cambiar de modo, podemos seleccionar el modo automático y el motor irá cambiando de modo en función de la potencia que vayamos imprimiendo a los pedales y se adaptará a nuestra demanda. Eso sí, en el modo automático solo se alterna entre los tres modos más bajos, los dos modos de mayor asistencia solo están disponibles de forma manual.
La batería que monta la Yamaha Moro 07 tiene una capacidad de 500Wh y se integra, como hemos comentado, junto a los tubos diagonales del chasis, quedando bastante integrada, aunque no oculta totalmente, como es habitual actualmente.
El puerto de carga está en la parte superior, entre los tubos del cuadro, con lo que queda protegido y, a la vez, es muy accesible.
Es posible desmontar la batería para su carga por separado pero, aunque la batería en sí es fácil de desmontar, tan solo aflojando un tornillo que no es necesario sacar totalmente, también habría que desmontar el protector de la misma, para el que es necesario quitar otros dos tornillos.
Montaje premium para una calidad-precio insuperable
La verdad es que la Yamaha Moro 07 presenta un montaje que, para el precio que tiene en el mercado de 4699€ puede sacar los colores a parte de la competencia.
Empezando por las suspensiones, contamos con una horquilla Rock Shox Lyrik Select que aporta 160mm de recorrido y un amortiguador Rock Shox Super Deluxe Select+ con un ajuste de compresión específico para este modelo.
De la transmisión se encarga Shimano con el grupo XT que aporta cassette, cambio y pulsador. Toda una garantía de buen funcionamiento. Las bielas que monta son unas Praxis con un sorprendente plato de 36 dientes, otro ejemplo de que esta bici se ha concebido en todo momento siendo muy conscientes de que se trata de una eBike y siempre se usará con asistencia.
En los frenos contamos con la tremenda potencia y buen tacto de los Magura MT5 con discos de 203mm, capaces de detener la bici en cualquier circunstancia.
Las ruedas de 27,5” son bastante sencillas, con 32 radios y una llanta muy ancha de 40mm internos que nos recuerda a cuando las ruedas fattie o 27,5+ eran la tendencia. Sobre ellas se montan neumáticos de 2,6” de anchura, recurriendo a Maxxis con su modelo Minion DHF en la delantera y Rekon en la trasera, ambos con carcasa EXO+.
En el resto de componentes no hay grandes alardes pero todos son correctos, destacando un manillar con 30mm de rise y diámetro de 35mm, y un sillín firmado por la propia Yamaha sobre una tija telescópica que en nuestra bici ofrece 125mm de recorrido, siendo de 150mm en talla L.
La Yamaha es una bici diferente
Nuestra primera impresión al ver la Yamaha Moro 07 fue de sorpresa al ver una bici con una construcción tan diferente a lo habitual. Tenemos claro que no va a dejar indiferente a nadie, es una bici especial y atrevida.
Para empezar, el hecho de no tener opción de montar portabidón va a limitar a posibles usuarios, aunque es cierto que en esta modalidad muchos de los bikers ya usan mochilas de hidratación como preferencia personal.
También las ruedas que usa la Moro 07 son una medida poco habitual hoy en día. Hace unos años irrumpieron en el mercado las bicis 27,5+, con ruedas de 27,5” y neumáticos de 2,8” o incluso 3”. Fueron muy populares pero las ruedas de 29” y neumático no tan exagerado acabaron por imponerse, al menos para la rueda delantera. Esta medida de 27,5 con balón de 2,6” es un término medio que en la Yamaha pretende mostrar sus virtudes.
Antes de ponerle los pedales la pasamos por nuestra báscula y nos sorprendió gratamente la cifra de 23,21kg que marcó, siendo algo más ligera incluso de lo que indica en catálogo.
Luego hicimos los ajustes de posición y suspensiones y empezamos el primer día de pruebas con la Yamaha Moro 07. La postura en la que nos coloca la Yamaha es muy neutra, bastante cómoda, de manera que desde los primeros metros estamos a gusto.
Empezamos con una ruta fácil para adaptarnos a los modos y ajustes del motor.
Como hemos comentado, el motor tiene 5 niveles de asistencia, lo cual es algo muy positivo, ya que siempre vamos a encontrarnos a gusto en este sentido. Además podemos optar por anular la asistencia aún con la bici encendida.
Hicimos bastantes pruebas con el modo automático, y nos parece una opción ideal para rutas que no incluyan desniveles muy bruscos y exigentes, ya que alterna entre los tres modos inferiores. La bici va detectando la fuerza que imprimimos a las bielas y se va adaptando al terreno y a nuestra demanda para ir cambiando de modo, así podemos optimizar el consumo de batería sin renunciar a la ayuda del motor en los momentos necesarios, y lo mejor es que nos olvidamos de pensar en esos cambios de nivel de asistencia. De todas formas, si queremos aprovechar toda la potencia que el motor Yamaha PW-X3 nos puede dar, tenemos que optar por el modo manual.
El display, con su código de luces LED es muy fácil de interpretar y en la primera ruta ya estamos familiarizados con lo que hace el motor en cada momento.
En cuanto al funcionamiento del propio motor, hay que decir que la asistencia es prácticamente instantánea, lo cual hace que la experiencia en este sentido sea bastante natural y nos permite arrancar en situaciones difíciles con facilidad, así como adaptar nuestro pedaleo a los obstáculos y superarlos fácilmente ya que el motor se adapta inmediatamente.
Al dejar de pedalear hay un retardo muy pequeño hasta que deja de asistir, menor que en otros motores. Esto también hace que la experiencia sea más natural, aunque no significa que siempre sea mejor, ya que este retardo que ofrecen algunas eBikes, cuando se utiliza bien, sirve para superar obstáculos sin que las bielas golpeen las piedras. En el caso del motor Yamaha utilizamos las inercias, como haríamos en una muscular.
En cuanto al sonido que emite el motor PW-X3 diríamos que es de los más discretos. Sí se escucha un leve zumbido, pero este no aumenta apenas según subimos asistencia, manteniendo un nivel bastante bajo incluso cuando exigimos el máximo al motor.
La Yamaha Moro 07 destaca en terrenos difíciles
Cuando nos adentramos en terrenos más técnicos y difíciles nos sorprendimos gratamente con la Yamaha. Ante todo, diríamos que es una bici fácil de conducir, que hace que nuestra confianza ante pasos complicados aumente.
Uno de los grandes atributos de la Moro 07 y que, en nuestra opinión, la hace destacar claramente sobre el resto, es la capacidad de subir los tramos más inclinados y difíciles. Aquí la Yamaha saca partido a esa mayor longitud de vainas, que ayuda a que la bici no se levante de delante y tengamos siempre algo de apoyo en la rueda delantera y, con la excelente respuesta que ofrece el motor PW-X3 en estas situaciones, nos facilita todos esos tramos agónicos y curvas imposibles de subida en las que casi siempre acabamos poniendo pie. De hecho, hemos batido algunos récords personales de senderos en los que nunca habíamos llegado a culminar con ninguna bici hasta ahora.
Aquí hay que destacar claramente la potencia que es capaz de aportarnos el motor PW-X3, pero sobre todo la manera en que nos da esa asistencia, con una respuesta muy directa a lo que hacemos con los pedales, con lo cual tenemos mucho tacto a la hora de controlar la tracción.
En subidas más suaves y tendidas vamos muy cómodos con la Yamaha Moro 07 pero, como ya avanzamos antes, no es una bici en la que pedalearíamos sin la asistencia del motor, ya que la posición de pedaleo es más retrasada que en la mayoría de las bicis actuales y no estamos tan encima del pedalier para transmitir nuestra fuerza en los ascensos.
Cuando el terreno se inclina hacia abajo y ganamos velocidad, la Yamaha destaca por la sensación de control que tenemos. Las suspensiones tienen esa sensibilidad que hace que nuestras manos estén descansadas cuando llegan las zonas complicadas.
En esas zonas más abruptas pasamos con mucha solvencia, entre otras cosas gracias al generoso balón de sus neumáticos.
También nos ha sorprendido la estabilidad y el aplomo de la Moro 07 a pesar del diámetro de sus ruedas y de no ser excesivamente larga. En esos tramos rotos donde el control se ve comprometido la bici se muestra dócil y fácil de llevar gracias al rendimiento de las suspensiones y a ese equilibrio en la rigidez de su cuadro que permite cierta absorción de tensiones laterales.
A nuestro favor también juega el reducido standover que han conseguido en el cuadro, gracias a la integración del anclaje del amortiguador entre los tubos superiores, lo que nos permite una gran libertad de movimientos.
En curvas con fuerte apoyo lateral es donde encontramos ciertas limitaciones a las ruedas de 27,5 con ese balón tan grande.
Uno de los terrenos donde más hemos disfrutado de la Yamaha ha sido en senderos técnicos con cambios constantes en la pendiente. En subidas muy repentinas, la geometría nos ayuda a tener apoyo delante y la respuesta del motor ayuda mucho. También la precisión y rapidez de su transmisión Shimano XT facilita la labor de llevar la velocidad correcta engranada en todo momento.
Otra de las zonas donde podemos encontrar ciertas limitaciones a la Yamaha es en bajadas con curvas muy cerradas, donde es difícil ir colocando la bici en la trazada. Las vainas largas restan agilidad en este sentido y hemos recurrido algo más al bloqueo de la rueda trasera en algunas curvas muy cerradas.
Y tanto para bloquear con una facilidad asombrosa, como para controlar la Yamaha en situaciones comprometidas a gran velocidad, contamos con la ayuda de unos frenos tremendamente potentes como son los Magura MT5, además montan discos de 203mm en ambas ruedas, que los convierten en uno de los frenos más potentes que hemos probado. Además el tacto también nos ha gustado mucho, bastante nítido pero fáciles de dosificar, y la ergonomía y ajuste de su maneta nos permite colocarlas justo en la posición óptima.
En cuanto a la autonomía, a pesar de que los 500Wh de su batería no llegan a las capacidades que se ven en algunas bicis actualmente. La experiencia nos dice que la gestión que hace el motor de la energía es fundamental. Y en nuestras pruebas podemos afirmar que no hemos llegado a tener ninguna preocupación por la autonomía y en la mayoría de rutas de tipo Enduro que hemos realizado, hemos acabado con nuestros brazos agotados de bajar senderos antes de acercarnos al límite de la batería.
Conclusiones
Hemos disfrutado durante una temporada de una bici que, en principio no creíamos que nos fuera a sorprender, ya que han pasado por nuestras manos muchas eBikes de 27,5”, y en cuanto a su geometría es muy comedida. Pero a veces una bici encuentra el equilibrio sin recurrir a soluciones extraordinarias, y Yamaha lo ha conseguido.
La principal virtud de la Moro 07 es su facilidad de manejo y docilidad, lo que la hace una candidata ideal para aquel que no tenga una gran experiencia en eBikes. Por supuesto riders con más bagaje en la modalidad podrán beneficiarse de una bici que aporta comodidad y suficiencia incluso en zonas muy difíciles. Probablemente no sea la bici más rápida si lo que buscamos es pulverizar nuestros tiempos bajando senderos, pero la Yamaha Moro 07 hace que nos atrevamos con todo y ante cualquier tipo de ruta que se nos presente sabemos que la diversión está asegurada.
Yamaha dispone en su catálogo de eBikes tanto urbanas como de gravel, pero en lo que se refiere a MTB solo encontramos la Moro 07 y en una sola versión de montaje. Aunque se ofrece una edición especial conmemorando el 30 aniversario de la primera eBike de la marca. Esta edición especial comparte todo el montaje y especificaciones, pero tiene un acabado especial en aluminio pulido, y su precio es ligeramente superior con 4899€, respecto a los 4699€ de la versión estándar que hemos probado.
Yamaha Moro 07. Especificaciones, peso y precio
- Cuadro: Yamaha Patented Twintube Design
- Horquilla: Rock Shox Lyrik Select RC 160mm
- Amortiguador: Rock Shox SuperDeluxe Select+ RT 210x55
- Motor: Yamaha PWSeries X3, 85Nm
- Batería: Yamaha Lithium Ion 500Wh
- Frenos: Magura MT5, discos 203mm
- Tija: Telescopica 30,9mm, 125mm (S/M), 150mm (L)
- Sillín: Yamaha Off-Road Cro-Mo Rail
- Manillar: Aluminio, 30mm rise, 35mm diametro, 780mm
- Potencia: Aluminio 40mm, 35mm diametro
- Bielas: Praxis AL6000, 165mm
- Cadena: KMC e12 TURBO EPT
- Pulsador: Shimano XT
- Cambio: Shimano XT
- Cassette: Shimano XT 12v, 10-51
- Plato: Praxis 36T
- Ruedas: 27,5” Alloy, 40mm inner rim
- Neumáticos: Maxxis Minion DHF / Rekon New 2,6” EXO+, 3C MaxxTerra
- Peso: 23,21kg
- Precio: 4699€