Problemas y soluciones con la banda del pulsómetro
El pulsómetro nos da información sobre nuestro rendimiento y la evolución del entrenamiento, pero a cambio tenemos que llevar la banda pectoral cada vez que salimos a rodar. Aunque existen otras alternativas, de momento ninguna es tan fiable como la banda, solo hay que echar un ojo a los ciclistas profesionales en cualquier carrera.
Pero incluso la banda falla a veces y se convierte en un auténtico incordio que nos obliga a estar más pendientes de ella que de dar pedales. Vamos a ver cuáles son los problemas más comunes y cómo solucionarlos.
Problemas y soluciones con la banda del pulsómetro
Los principales problemas que dan las bandas pectorales (en cuanto a lectura de pulsaciones) son dos: la ausencia de lectura o picos en las pulsaciones.
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Ambos problemas suelen venir dados por causas comunes. Da igual la marca o la calidad de tu banda, todas suelen tener el mismo origen cuando dan problemas.
La primera recomendación es muy obvia, aunque la mayoría la pasamos por alto. Comprueba que el pulsómetro (ciclocomputador, GPS, reloj, smartphone, etc) y la banda funcionan bien antes de comenzar a dar pedales.
Es muy común comenzar a rodar y una vez en carretera revisar las pulsaciones, pero si no aparecen o son anómalas será cuando comencemos a ponernos nerviosos e intentar solucionarlo restando la atención necesaria a la conducción.
Ahora sí, vamos con las causas más comunes y sus soluciones.
Mala posición
Si no aparecen pulsaciones en nuestro monitor a veces basta con recolocar la banda para acabar con el problema. Os recordamos que el sensor debe estar bien conectado a la cinta y que esta debe quedar bien fijada al torso, justo por debajo del pecho, con el sensor centrado y los electrodos en contacto con la piel y humedecidos.
En cualquier caso esta es la teoría y cada persona es diferente. A algunos ciclistas les funciona mejor tener la banda un poco por encima y a otros el sensor un poco más cerca del lado izquierdo.
Probad a variar la posición hasta encontrar una zona que os resulte cómoda y la lectura sea correcta.
Falta de humedad
Podemos decir que ésta es la principal causa de problemas con la cinta del pulsómetro. Los electrodos deben estar en contacto con la piel pero necesitan de un conductor para mantener activo el sensor de manera continuada.
Humedeciendo los electrodos se arreglan la mayoría de problemas de lectura del pulsómetro, tanto los picos como la ausencia de información.
Al poner la cinta y no humedecer los electrodos (con gel, agua o un poco de saliva) el pulsómetro puede tener información de manera puntual, pero en cuanto empecemos a movernos desaparecerá hasta que no comencemos a sudar. Así que lo mejor es humedecer de manera correcta los electrodos antes de ponernos la banda. El gel especial es lo que mejor funciona.
Humedeciendo los electrodos se arreglan la mayoría de problemas de lectura del pulsómetro, tanto los picos como la ausencia de información.
Error de emparejamiento
Durante los primeros usos del pulsómetro puede suceder que no reciba información del sensor por un mal emparejamiento con el rececptor (smarphone, reloj, GPS, etc). Cuando el sensor y el dispositivo receptor son de diferentes marcas a veces puede ser un poco más complicado y habrá que pararse un rato a leer bien el procedimiento.
Lo normal es que una vez emparejado no haya que realizar nunca más la operación, pero cuidado. Si has actualizado el dispositivo con un nuevo firmware o software puede que sí que tengas que hacerlo, así que compruebalo antes de subirte a la bicicleta.
Pilas
Mucha gente desconoce que el sensor del pulsómetro funciona con una pequeña pila que alberga en su interior y aunque tiene una gran autonomía, hay que cambiarla de vez en cuando.
Si tu pulsómetro comieza a hacer cosas extrañas y nunca le has cambiado la pila al sensor, prueba a cambiarsela. El procedimiento es sencillo y rápido, pero tendrás que hacerlo en casa.
Desgaste de la cinta
Cuando has probado todo y el pulsómetro sigue dando problemas queda una última comporbación antes de acudir al servicio técnico derrotado. La cinta pectoral y sus electrodos están en constante contacto con el sudor de nuestro cuerpo y por muy bien que se cuide (siempre hay que enjuagarla, sin el sensor, con agua dulce al acabar) se va desgastando.
Cada marca tiene una banda específica para su sensor, pero os en el mercado ya hay ciertas bandas compatible que se pueden comprar a precios muy inferiores a la original. Obviamente la calidad también suele variar, pero os puede servir para comprobar si vuestro problema reside en la propia banda y sus sensores.
¿Habéis tenido alguno de estos problemas? Os animamos a que nos lo contéis en nuestras redes sociales y la solución que le dísteis.