Todas las prendas impermeables van a cambiar
El coto cada vez más cerrado a los compuestos PFC, presentes en muchas membranas impermeables ha llevado a Gore a mover ficha, finalizando por sorpresa la producción del tejido Gore-Tex Shakedry, su membrana más avanzada y que es utilizada en algunas de las mejores prendas invernales para ciclismo que podemos encontrar en el mercado.
Gore se compromete con la salud y el medio ambiente iniciando un camino libre de PFC
Hace unos días, de forma totalmente inesperada, Gore, la empresa que fabrica algunas de las mejores membranas impermeables y cortavientos que podemos encontrar en el mercado como el WindStopper o su famoso Gore-Tex, anunciaba el fin de la producción del Gore-Tex Dry, el tejido más avanzado que producían y que es la base de algunas de las mejores, y más caras, chaquetas invernales.
Pese a los pocos detalles aportados por la marca respecto a este hecho, poco a poco se fue desvelando la verdadera razón de esta decisión: Gore se ha comprometido a que todos sus productos estén libres de PFC antes de 2025. El primer gran paso, ha sido cesar la producción del Gore-Tex Shakedry a fin de poder dedicar esos recursos a la innovación que les permita crear nuevas membranas con similares prestaciones pero libre de compuestos PFC.
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Un camino que presumiblemente irán siguiendo el resto de referencias del catálogo de Gore, que en mayor o menor medida utilizan PFC como complemento al teflón, no confundir los PFC con el PTFE o politetrafluoroetileno como se denomina de forma técnica al teflón que constituye la base de sus membranas. Los PFC mejoran las propiedades de las membranas impremeables y transpirables logrando añadir una mayor repelencia al agua y a la grasa.
Gore es el mayor suministrador de tejidos basados en membranas de impermeable/transpirables a base de teflón junto con otras firmas como Polartec, eVent y alguna otra a las que hay que sumar las membranas que algunas marcas desarrollan en exclusiva para sus productos.
Esta apuesta por la eliminación de los PFC pone a los fabricantes ante la disyuntiva de seguir confiando en Gore y en las membranas que puedan proporcionar para sustituir al Gore-Tex Shakedry u otras que se vean afectadas próximamente por esta política, o por el contrario, buscar otro suministrador que les proporcione un producto acorde con las prestaciones que buscan para sus prendas.
En todo caso, esta acción por parte de Gore abre el melón de la conciencia ecológica y pone sobre la mesa la necesidad de la industria textil de adaptar sus materiales y procesos de producción en un momento en que esta industria se encuentra en el punto de mira por la insostenibilidad a nivel medioambiental de sus métodos y productos.
¿Qué son los PFC?
El por qué de este rechazo a los PFC o perfluorocarbonos es que se trata de compuestos tóxicos de los denominados como disruptores endocrinos, es decir, químicos que afectan a la producción de hormonas del organismo y cuya presencia está también asociada a problemas de fertilidad e incluso a varios tipos de cáncer.
Unos compuestos que, aunque se utilicen fijados en los tejidos de las prendas, a medida que se usan van liberándose en el medio ambiente, pasando a la cadena trófica al ser elementos muy persistentes, de hecho, su uso está regulado, habiéndose prohibido por ejemplo su empleo en empaquetados de alimentos.
Sin embargo, en el sector de prendas textiles técnicas se ha seguido utilizando como complemento a las propiedades de las membranas de teflón que añaden propiedades de impermeabilidad y transpiración a la ropa diseñada para usar en montaña o en bici.
Marcas como Castelli ya han ido, también aplicando esta conciencia ecológica, sustituyendo la membrana Gore-Tex Shakedry por la membrana Microshell desarrollada por ellos mismos, una membrana microporosa que en este caso utiliza poliuterano en su elaboración.
Otros como Rapha también se han comprometido a eliminar progresivamente los PFC de sus gamas aunque todavía sin una alternativa claramente definida. Mientras, algunas firmas como Poc ya llevan varios años al pie del cañón en la eliminación de los PFC de sus prendas recurriendo, al igual que Castelli, al poliuterano.
Unos movimientos que podría ser una maniobra de lavado de imagen en un momento en el que la industria textil está en entredicho pero que, sin duda, serán de agradecer si consiguen crear la suficiente conciencia como para ir eliminando los compuestos PFC de los productos que utilizamos.