Probamos la Pinarello Dogma XC, ¿es tan rápida como Tom Pidcock?

Con apenas unos meses en el mercado y un par de temporadas en competición, la Pinarello Dogma XC ha dado mucho que hablar y ha cosechado un palmarés difícil de superar en tan poco tiempo. Tras una primera toma de contacto en Italia, ahora la hemos tenido varios meses en casa, tratando de descubrir si una bici pensada para la más alta competición puede ser la compañera ideal para entrenos y salidas diarias.

Pinarello Dogma XC: innovación y originalidad a la orden del rendimiento

Todas las bicis orientadas al XCO buscan el máximo rendimiento y eficiencia, y después de tantos años de desarrollo en este deporte parece estar bastante claro lo que funciona y lo que no.

La tendencia actual hacia la que se orientan la mayoría de bicis de Cross Country es hacia la sencillez en el diseño, para contener el peso, y hacia suspensiones de mayor recorrido y geometrías modernas que permiten a las bicis grandes capacidades en las bajadas.

Pero Pinarello es Pinarello, y en su bici de XC han seguido una línea propia, diferenciándose de las demás en la búsqueda de la bici más rápida en competición. De hecho es una bici diseñada por y para las carreras, siendo secundario para ellos la aceptación que pueda tener en el mercado.

El tipo de sistema de suspensión es en lo único en lo que coincide con la corriente actual, ya que se trata de un monopivote sin articulación trasera, con flexión en los propios tirantes.

La principal característica, que rompe en cierto modo con lo que se ve últimamente en los nuevos lanzamientos, es la elección de recorrido. Siendo en la bici de serie de 90mm de recorrido trasero y 100mm en la horquilla. Decimos en la bici de serie porque en competición se reservan la posibilidad de variar el anclaje del amortiguador y, cambiando ambas suspensiones, dotar a la bici de 100mm de recorrido trasero, combinado con horquilla de 120mm.

Para la construcción de este exclusivo cuadro se usa la que, según Pinarello, es la mejor fibra de carbono para una MTB. Se trata de la fibra Toray M40 J que, como veremos, se ha trabajado para dar forma a un cuadro espectacular.

En el diseño de la Dogma XC se ha hecho un gran esfuerzo en la búsqueda de la máxima rigidez y transmisión de energía. Y en busca de ese objetivo han llegado al llamativo diseño de este cuadro con ese característico triángulo adicional en la zona del pedalier.

Buscando ese mismo objetivo de la rigidez han optado por un punto de giro principal realmente sobredimensionado, hasta tal punto que prescinden de puentes adicionales en vainas o tirantes, permitiendo acortar vainas hasta los 427,5mm sin problemas de acumulación de barro.

En cuanto a la geometría, esta es bastante comedida para lo que se ve últimamente. Con un ángulo de dirección de 67,5º que es suficientemente lanzado pero sin ser nada radical.

Un reach de 455mm en talla M y un ángulo de tubo vertical de 75,5º aproximados (varía ligeramente según la talla) también son medidas bastante neutras actualmente.

De hecho, una de las premisas de Tom Pidcock en el diseño de la Dogma XC fue que la bici no necesitara de mucha adaptación cuando se sube a ella. Y es que Tom dedica la mayor parte de la temporada a la carretera y el ciclocross, y suele subirse a la MTB apenas unos días antes de las grandes citas.

En la Pinarello Dogma XC el lujo es la norma

No es de sorprender que una marca como Pinarello haga semejante derroche a la hora de vestir a su tope de gama. La Pinarello Dogma XC viene con una exquisita selección de componentes de alta gama.

Transmisión completa Sram XX SL Eagle Transmission combinada con frenos Shimano XTR, lo mejor de Fox para el XC con la nueva horquilla Fox 32 Step Cast Factory Kashima y amortiguador Float SL Factory Kashima, las exclusivas ruedas DT XRC 1200 Spline, un espectacular cockpit integrado fabricado por Most y tija telescópica Fox Transfer SL Factory.

Todos estos componentes compiten por ser los mejores en cada parcela y se combinan en la Dogma XC para completar una bici espectacular, como también lo es su precio, que se acerca prácticamente a los 14.000€.

Con este precio sí que nos extraña la ausencia de potenciómetro, más aún cuando el potencial usuario de una bici como esta seguramente lo contemple como prioridad.

La Dogma XC impresiona en vivo

Cuando la vimos por primera vez ya nos percatamos claramente de que las fotos no hacen justicia con la Pinarello. Es en vivo y en las distancias cortas donde realmente enamora.

Para empezar, las formas de su cuadro son espectaculares y, fijándonos con detalle, podemos llegar a observar que no solo el triángulo trasero es asimétrico, sino que incluso el tubo diagonal presenta formas distintas en cada lado. Es un nivel de detalle en las formas que no se suele ver en otras bicis.

Además de esto, la decoración no pasa desapercibida. Con esos colores que hacen referencia al arcoíris de campeón del mundo y el dorado, que conmemora el oro obtenido por Pidcock en los Juegos Olímpicos (a día de hoy ya son dos). La verdad es que han conseguido una estética superior y, de hecho, podemos decir que, con mucha diferencia, esta es la bici que más miradas y comentarios de admiración ha recibido durante el tiempo que hemos andado con ella.

Antes de salir a rodar por primera vez tocó el pertinente ajuste de mandos, posición y suspensiones, además de pasarla por nuestra báscula, donde arrojó la cifra de 10,45kg sin pedales. Un peso competitivo aunque teniendo en cuenta el montaje, podría ser inferior. Y es que como ya hemos visto antes, en Pinarello más que buscar un récord en el peso, han preferido potenciar al máximo la rigidez y transmisión de energía.

En cuanto a los ajustes de suspensión, nos dimos cuenta de que hay que hilar fino con el ajuste del mando remoto, ya que de ello depende que obtengamos tres posiciones diferenciadas de compresión. El amortiguador es bastante sensible a la tensión del cable, de modo que para que la posición intermedia no sea prácticamente un bloqueo o, por el contrario, quede demasiado abierta, hay que regularlo bien. En la nueva horquilla Fox 32 StepCast obtenemos también tres posiciones bien diferenciadas, lo cual no siempre ocurre en todas las horquillas.

Una vez todo en orden empezamos las pruebas en nuestras rutas habituales.

La posición en la Dogma XC es exigente, y no solo por la propia geometría del cuadro, sino que monta un cockpit muy agresivo, con una angulación negativa de -18º, que nos coloca el manillar muy bajo, en una posición óptima para las subidas o para pedalear a gran intensidad, pero que fuera de la competición puede hacerse un poco sufrida en rutas algo largas.

El posible comprador de esta bici podrá poner algún espaciador bajo la potencia, pero en nuestro caso no nos los suministraron, ya que en esta bici no basta con invertir de posición el que se tenga encima, ya que tienen que ser específicos para el guiado de latiguillos.

La Pinarello se disfruta dándolo todo

Es subirnos a una Cross Country tan agresiva como esta y parece que nos contagiamos de ese espíritu competitivo. Lo cierto es que la Dogma XC responde tan bien a nuestras aceleraciones que casi sin pretenderlo acabamos a cada momento con las pulsaciones por las nubes. La bici pide marcha y es difícil no dársela.

Las suspensiones se gobiernan con un mando de tres posiciones que, como hemos comentado antes, ofrecen tres comportamientos bien diferenciados si se ajusta bien.

El bloqueo es total en ambos ejes, y esto, unido a la gran rigidez de la Pinarello, hace que pedalear de pie en pistas muy lisas o asfalto ofrezca una sensación de agilidad y avance brutal, lo más parecido posible a una bici de carretera.

Cuando entramos en zonas de pedaleo con terreno más irregular recurrimos a la posición intermedia. Aquí tenemos una contaminación realmente baja, ya que el tacto de la suspensión de por sí ya es bastante firme, y podemos rodar a altas velocidades, e incluso apretando fuerte de pie sobre los pedales tampoco notamos gran pérdida de eficiencia.

Pero si queremos maximizar la tracción o, por supuesto, bajar senderos con mayor control, abrimos suspensiones y la Pinarello nos ofrece una absorción suficiente para esos tramos más rotos, donde podemos pasar a velocidades nada despreciables, conservando el control en todo momento.

En la Dogma XC no tenemos esa sensación de bici tragona y cómoda que nos ofrezca sensaciones cercanas a una bici Trail. Es una purasangre y está pensada para ir rápido en general.

En cuanto a la tracción que ofrece en trialeras de subida, tenemos que decir que no llega a estar a la altura de otros sistemas más complejos de suspensión trasera que llegan a leer el terreno de manera sublime, pero la suspensión en abierto funciona y nos facilita mucho los pasos más complicados, y esto unido a la agilidad y nervio de la que hace gala la Pinarello Dogma XC, la convierten en una gran escaladora en todos los terrenos.

Un aspecto positivo que presenta la Pinarello Dogma XC en situaciones complicadas es su agilidad y facilidad de manejo. Su ligereza y gran rigidez general la convierte en una bici muy reactiva y fácil de llevar por donde queremos. A esto también contribuye una geometría que no se ha ido a la vertiente más radical de ángulos tan lanzados y longitudes enormes. En la Dogma XC se guarda un equilibrio muy positivo.

Hemos tenido la Pinarello durante una temporada bastante larga y hemos hecho rutas de todo tipo, algunas maratonianas, lo que no parece ser a priori el fuerte de esta bici. Para ello hemos usado la opción de montar dos portabidones en línea en el tubo diagonal, solución que en principio no nos agradaba mucho, pero que ha demostrado ser una opción útil y muy cómoda, pudiendo llevar un bidón de 500ml en la parte baja y uno de 750ml en la superior.

En estas rutas de muchas horas sobre la bici si que hemos notado esa exigencia de la posición tan racing que adoptamos en la Dogma XC y, al cabo del tiempo, se resienten cuello y manos sobre todo. En esto tiene algo que ver también la rigidez del cockpit integrado Most y unos puños de tipo lock on, que no ofrecen demasiada absorción.

Conclusiones

Nos ha tocado despedirnos de una de las bicis más lujosas del mercado y también, sin duda, de una de las más bonitas que hemos probado. Nos hemos sentido en la piel de los mejores bikers de la Copa del Mundo llevando una de las bicis más exitosas de la actualidad.

Hoy en día, las bicis de competición son fáciles de llevar y no hay que tener la destreza de un campeón del mundo para disfrutarla, otra cosa es sacarle el mismo partido, claro está.

El único factor algo limitante que hemos encontrado para un usuario medio es la exigencia en cuanto a postura, pero es algo que tiene solución usando espaciadores bajo el cockpit.

A aquel usuario al que le gusten las bicis reactivas y rápidas tiene en la Pinarello Dogma XC una candidata ideal, eso sí, el precio es algo que hay que tener en cuenta ya que hablamos de una bici realmente cara. Ya que acceder a la MTB más lujosa de Pinarello cuesta 13.995€, o 6295€ si adquirimos el cuadro suelto con amortiguador.

De este modelo solo hay una versión alternativa, bautizada como Pinarello XC “a secas”, fabricado con fibras Toray T900, algo menos exclusivas y un montaje algo más terrenal por un precio de 8495€.

Especificaciones, peso y precio

• Cuadro: Toray M40 J
• Horquilla: Fox 32 SC Factory Kashima 100mm
• Amortiguador: Fox Float SL Factory Kashima 190x45
• Grupo: Sram XX SL Eagle AXS
• Frenos: Shimano XTR
• Ruedas: DT Swiss XRC1200 Spline
• Neumáticos: Maxxis Rekon Race EXO TR 2,25” / 2,35”
• Tija: Fox Transfer SL Kashima, 30,9, 100mm
• Manillar: MOst Talon Ultra XC
• Peso: 10,45kg Peso cuadro: 1,75kg +252g (amortiguador)
• Precio: 13.995€
• Precio cuadro: 6.295€ (con amortiguador)