¿Qué comían los ciclistas antes de los geles y las barritas energéticas?

Si eres un joven ciclista, con pocos años en tus piernas, quizá no hayas oído hablar de esto o solo lo hayas hecho en boca de ese viejo rockero de tu grupeta. El que entre batallita y batallita -cuando subió el Tourmalet, cuando realizó una bajada heróica en medio de un tornado- cuenta que hubo un tiempo, no muy lejano, en el que no existían los geles ni las barritas energéticas -o no como las conocemos hoy-, en el que la alimentación de un ciclista en sus salidas era muy diferente a la actual.

5 alimentos ciclistas previos a las barritas energéticas

Un clásico en su día fueron las bebidas energéticas enriquecidas con proteínas. Hoy sabemos que incluir esta clase de proteínas en nuestras bebidas para las salidas puede provocar malestar estomacal, nauseas y otros desagradables problemas, como molestias musculares.

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Otra versión proteínica de la alimentación ciclista hace unos años eran las barritas de proteínas. Habitualmente revestidas de chocolate, se convertían en una pasta de difícil digestión que hizo pasar una mala tarde a más de un biker.

Los primeros geles

Los primeros geles venían en forma de polvo, como los tarros de suplementos proteicos. Un producto gelificante lo convertía en la gelatina habitual al mezclarlo con agua. Su sabor, nauseabundo, me hace dar gracias cada vez que pruebo uno en la amplia gama de gustos actuales.

Purés de frutas

El de manzana era el rey. De nuevo, un producto de difícil digestión que podía hacerte pasar un mal rato sobre la bicicleta. Hoy sabemos que sí, la glucosa y la fructosa son nuestros aliados en una salida ciclista, pero afortunadamente los podemos consumir en formatos más digeribles para lograr exclusivamente el beneficio que buscamos al montar en bici.

Las primeras barritas energéticas

Como para los geles, la incursión de las barritas energéticas en el mundo ciclista no fue fácil. Pese a su éxito instantáneo, la gama de sabores y el empaquetado del producto dejaban que desear, y el engrudo extraordinariamente denso que las componían no se destacaba por ser precisamente apetecible.

En definitiva la alimentación ciclista ha evolucionado mucho y bien en las últimas década. La gama de geles y barritas energéticas, optimizadas para cumplir su cometido y fácilmente digeribles