¿Qué es una bici eléctrica y qué no?
Hace una década era extraño ver vehículos eléctricos por nuestras ciudades. Ya sabíamos de su existencia, de su proyección, pero eran una realidad aún no implantada. Una realidad que ha cambiado totalmente y en la que tiene mucho que ver la bici eléctrica. Las bicis eléctricas se han impuesto como los vehículos eléctricos más usados en la ciudad, por detrás de coches eléctricos o híbridos, tranvías y patinetes eléctricos. Pero ¿sabes cuándo y por qué se trata de una bici eléctrica?
Qué es una bici eléctrica según la DGT
Hay varios factores que determinan a una bici eléctrica y sin los cuales sería solamente una bici normal y corriente. Siguiendo la normativa europea y las indicaciones de la DGT, hay cuatro factores fundamentales y obligatorios. Para que lo tengas claro, te los puntualizamos:
· Debe poseer un motor eléctrico. Esto es obvio, pero debes saber que ese motor no debe superar en ningún caso los 250 W. Por debajo de esa potencia, cualquier ayuda eléctrica convierte a una bici en bici eléctrica.
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· El motor debe ponerse en funcionamiento cuando se pedalea en la bici eléctrica. Es decir, el motor se detiene si el ciclista no pedalea, y le ayuda cuando lo hace. No importa el grado o los niveles de ayuda, sino simplemente que se accione con el pedaleo.
· Es necesario que esa ayuda eléctrica no actúe a más de 25 km/h. Es decir, que si el ciclista supera esa velocidad el motor de la bici eléctrica deja de actuar (pedalee o no dicho ciclista).
· El peso total de la bici eléctrica no debe superar los 40 kilos.
Con estos tres puntos, se puede hacer una clara división entre bicis normales y bicis eléctricas tal y como las concebimos, también denominadas “de pedaleo asistido”. Por supuesto, hay vehículos a dos ruedas propulsados exclusivamente por motor eléctrico o en las que este actúa sin mediar pedaleo y pudiendo alcanzar hasta los 45 km/h. Pero la normativa no las incluye como bicis eléctricas, aunque a veces se denominan “speed ebike”, o bicis eléctricas “rápidas” en realidad la forma correcta de referirse a ellos es “ciclomotores eléctricos”.
Qué bici eléctrica es mejor
No se trataría de diferenciarlas en escala de mejor o peor, sino en una escala de adaptación al ciclista. Considerando exclusivamente las bicis eléctricas con asistencia al pedaleo, que son las homologadas como tales, se pueden diferenciar en un par de aspectos.
Hay bicis eléctricas que llevan el motor y por lo tanto la ayuda en el eje de pedalier, mientras otras lo llevan en el buje trasero. Las bicis eléctricas con propulsión en el eje de pedalier ofrecen mucha más ayuda, más directa y más sencilla para el ciclista.
Sin embargo, existen las bicis eléctricas con la propulsión en el buje trasero por razones de peso, sobre todo dos: en la ciudad, la ayuda necesaria no es tan alta como en ruta por carretera o para una mountain bike, por lo que una sencilla ayuda es suficiente para el ciclista; y sobre todo, porque muchos ciclistas o usuarios lo que en realidad buscan es hacer ejercicio, pero no sufrir haciéndolo, sino que suponga un ejercicio mayoritariamente aeróbico en el que colabore una ayuda eléctrica sutil y más disimulada que una bici eléctrica con un pedalier evidentemente eléctrico.
El otro factor es la batería. Su potencia, su capacidad y su durabilidad marcan la calidad de la bici eléctrica. Pero también su versatilidad. Es decir, hay bicis eléctricas con baterías extraíbles, fáciles de sacar y transportar para cargar la batería sin tener que cargar con la bici. Otras, en cambio, requieren conectar a la red eléctrica la bici al completo.
Aunque, eso sí, todas las baterías, de un modo u otro, de manera más sencilla o más complicada, pueden extraerse y reemplazarse. Todos estos factores determinarán en gran medida su tamaño y, por consiguiente, su autonomía (aunque el factor más determinante en este aspecto es el material del que están hechas, pero siempre suele ser en ion litio).
La durabilidad de estas baterías suele ser de unos 1000 ciclos de carga, que en promedio suele equipararse a unos 10 años de uso. Y el último factor a considerar es si es plegable o no, porque dependiendo de tus necesidades puede serte tremendamente útil en ciudad para su transporte bajado o para su aparcamiento o almacenaje.
Recuerda que al no ser vehículos de tracción mecánica, ni necesitan pagar ITV ni seguro (aunque esto está en debate en todas las bicis), y son un medio de transporte muy saludable y con excelente futuro.