¿En qué consiste comer bien?
Comer bien es sinónimo de comer de forma saludable. Pero, ¿qué significa tener una dieta saludable? Quizá conozcas algunos buenos hábitos, o puede que creas en mitos y bulos que no se corresponden con la realidad. La base de cualquier vida sana y los cimientos de cualquier deportista exigen practicar esta dieta saludable. Pero, ¿en qué consiste?
La diferencia entre comer bien y comer de forma saludable
Grábate este concepto: dieta saludable. Como ciclista, debe ser tu pilar a la hora de llevar la cuenta de qué ingieres, cuándo y por qué. Porque la alimentación es prácticamente la mitad de tu rendimiento, que de la mano del descanso y la recuperación, y del entrenamiento y la competición, acaba por ser determinante en la consecución de tus objetivos.
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Te explicamos cómo puedes llevar una dieta saludable y te desmontamos algunas falsas creencias. Así que, en primer lugar, te proponemos 5 principios que habrían de regir tu régimen de comidas si te propones llevar una dieta saludable que acompañe a una vida también más saludable. Grábatelos:
- El plato de Harvard. Así, sin introducción. ¿Sabes lo que es? Se trata de un modelo muy útil para medir lo que comes tanto en cantidades como en variedad, para que te resulte más sencillo llevar una dieta saludable. En resumen, esta teoría te dice que de un plato estándar, casi la mitad debe constar de frutas y verduras; una cuarta parte del plato lo ocupan los cereales, pero intenta que siempre sean integrales; el último cuarto debe constar de proteínas, pero recuerda que estas pueden ser también saludables, considerando que a menudo primamos las proteínas de origen animal y dejamos de lado las de origen vegetal. Este plato es tu referencia para tus comidas.
- Lo de las 5 comidas al día deberías imponerlo en tu dieta saludable. Establece horarios regulares y prevé modificaciones, pero sobre todo intenta realizar cinco ingestas: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Tendrás menos sensación de hambre incluso.
- Las cantidades que comemos son altas. Esta es la idea por defecto: comemos bastante más en cantidad de lo que realmente necesitamos en una dieta saludable. Sí, puedes comer bien, pero igual estás comiendo demasiado y eso tampoco ayuda.
- Considera analizar las tablas de composición de los alimentos que comes. Cada vez hay más información al alcance del consumidor sobre la alimentación, y puedes descubrir en estos valores sorpresas que no esperaba (al final te apuntaremos algunas). Considera también los hidratos que aparecen en estas tablas, no solo calorías y azúcares como solíamos hacer.
- Por último, la hidratación es el contexto que envuelve a una dieta saludable. Intenta beber unos 2 litros de agua al día, mejorará tu digestión y la eliminación de toxinas. Si sales en bici, bebe al menos un litro más.
Mitos sobre comer bien que no forman parte de una dieta saludable
Seguro que sigues patrones que, por desconocimiento o por tradición, no te has planteado. Te apuntamos algunos también, para que desmontes estos mitos que tanto dificultan llevar a cabo una dieta saludable.
Por ejemplo, no hay galleta buena. Así es, no busques palabras como “digestive”, “integral”, “ligera” o “sin azúcar” porque da igual. La galleta, como alimento, no es saludable. Puede ser una auténtica bomba calórica, pero como mínimo contendrá raciones innecesarias de hidratos y azúcares. Evítalas.
Las bebidas “zero” también tienen sus peros: gas o cafeína suelen ser aspectos que no se consideran cuando se elige una bebida sin azúcar. No olvides que esto también altera tu dieta saludable.
Los frutos secos tienen trampa: son muy nutritivos y altamente aconsejables para rutas largas, pero tienen un alto grado de calorías: una bolsa de pipas puede ser sinónimo de comerse un par de donuts. ¿A que suena raro? Pues así es, mira las etiquetas, compara y verás.
La sal es algo cultural. Comer con alto contenido en sal altera tu tensión arterial, y hacerlo es algo aprendido. Puedes ir reduciendo la cantidad de sal de forma paulatina.
Las hortalizas y verduras, si son crudas mejor. Porque solemos hervirlas en muchas ocasiones y con ello pierden gran parte de sus nutrientes y propiedades. Siempre que puedas, cómelas crudas en tu dieta saludable.
Por último, piensa en la cesta de la compra como si fueras al mercado de toda la vida. ¿Qué encontrarías en aquel mercado? Pues eso exactamente es lo que ha de formar parte de tu dieta saludable: allí no había prefabricados, platos preparados, bebidas azucaradas o alimentos artificiales, sino que abundaban productos naturales y normalmente locales. Busca esos productos en tu supermercado. Un exceso puntual puede salvarse, pero no lo hagas diariamente.
Con unos cuantos consejos y desmontando algunos mitos, llevar una dieta saludable es sencillo y comer bien será, valga la redundancia, pan comido.